𝑬𝒔𝒄𝒂𝒑𝒆 → 𝑱𝒆𝒏𝒍𝒊𝒔𝒂

Capítulo I (𝑨𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒅𝒂)

¿Alguna vez no se han sentido que están atrapados? Sí, atrapados. Así es como se siente Jennie en estos momentos. Aunque realmente se engañaba. Ha estado atrapada toda su vida; trabajando en algo que no quería, haciendo lo que no quería, diciendo lo que no quería decir quién realmente, casada con alguien a no quería, incluso siendo una persona que no quería, que no la representaba tal y como realmente era. Pero que al fin al cabo le tocaba ser, porque le tocaba aceptar la realidad, porque estaba atrapada y no podía escapar.

Toma asiento dejando fluir un pesado suspiro, como todos sus días; en su oficina. De espaldas a su escritorio perdida en sus pensamientos y mirando por la gran ventana, la cual mostraba una gran vista de la ciudad de Seúl. Mirando a la nada pensando en todo, divagando en sus pensamientos y absorta de la realidad, así se fueron sus primeros minutos del día. Hasta que el sonido de una llamada la sobresaltó, y le tomo segundos caer en cuenta en dónde se encuentra. Soltó un suspiro cargado de frustración al ver quién estaba detrás de la llamada. Sin esperar más, descolgó la llamada y atendió.

━Hola pa...

━¿Por qué demonios no responde la llamada a tiempo?

━Pa... ━la interrumpió de nuevo antes de siquiera poder culminar una palabra.

━Olvídalo Jennie. Te necesito en la casa ahora ━soltó con voz autoritaria y colgó sin esperar a la aprobación por parte de Jennie a su petición.

El padre de Jennie siempre ha actuado de tal forma con su única hija, como si fuera una empleada más.

Jennie no quería molestar a su papá. Así que, sin más, tomo sus cosas y se dirigió a la Mansión Kim. El sol ya se estaba ocultando, dándole paso a la noche. Era época de invierno y el frío era más que notorio.

Jennie ya había llegado a la Mansión Kim, espero a que se abrieran las grandes verjas para darle paso. Aparco el auto, salió y subió las escaleras y toco la puerta. Solo bastaron pocos segundos cuando abrieron la puerta mostrando un Haseok la ama de llaves de los Kim, aquella mujer que había prácticamente criado a Jennie, misma mujer que había recibido órdenes del Sr. Kim de no darle ningún tipo de afecto durante su crianza. Pero, sin embargo, se las arregló para darle aquel cariño del cual Jennie carecía; el cariño de madre.

━¡Nona! ━gritó Jennie con evidente efusión mientras abría sus brazos para luego darle un abrazo a la vieja mujer.

━¡Oh! Mi pequeña Ruby, hace mucho que no te veía.

━Te extrañé.

━Pasa, pasa. Supongo que tu padre te ha llamado.

Haseok, sabía que cuando Jennie, se presentaba en la Mansión, era porque su padre la citaba para tratar asuntos de la compañía.

━Si, ¿Dónde está ahora? ━dijo mientras alzaba se rostro y miraba alrededor, hasta que su mirada se encontró de nuevo con la de Haseok, la cual le transmitió a Jennie un poco angustia y miedo.

━Él está en el despacho, te espera.

━Bueno no lo haré esperar más. ━Se acercó para darle otro abrazo y se alejó.

Guió sus pasos por el amplio pasillo detrás de la sala que daba directo al despacho. Se detuvo delante de la puerta al momento que una sensación de nervios le invadió el cuerpo haciéndose presente en sus manos sudorosas.

Jennie, le temía a su padre, éste siempre le ha manipulado su vida dirigiéndola siempre a su favor. Se armó de valor y dio tres toques a la puerta. No tardó mucho en oír respuesta del otro lado de la puerta.