Capítulo XXVI (𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒍𝒂𝒚𝒂)

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Llegada la semana, y el trabajo con ella. Jennie, se encontraba llegando a su casa, luego de una de esas jornadas de trabajo. Le encantaba el hecho de saber que Mino, estaría ausente por varios días. Por momentos pensó, en invitar a Lisa, pero luego llego a la conclusión de que eso sería una desfachatez.

Se dirigió a su habitación donde entro y se dispuso a desvestir. Se dirigió al baño, se metió en la ducha, y dejo que el agua recorriera su cuerpo. Por un momento, se preguntó cómo sería si Lisa, recorriera su piel con sus manos y labios.

Quito el calentador del agua, para que el agua fría quitara de su mente aquellos pensamientos.

Se estaba peinando frente a su espejo, cuando abrió una gaveta y comenzó a revolver lo que había allí dentro, pero un objeto en particular llamo su atención y se dispuso a tomarlo.

Era una pequeña cajita, algo antigua que tenía grabado el nombre de Ruby Jane; su madre. Era el único objeto que pudo preservar de su madre. Lo abrió y en ella tenía una fotografía, era su madre, lucia joven, con un gran parecido al de la castaña. Jennie, tomo la foto y no pudo evitar soltar una lágrima.

Realmente le hubiera encantado conocer a aquella mujer, compartir momentos, hablarle de sus sueños y que esta la apoyara. Saber y conocer lo que es el cariño de madre.

Acaricio la foto una vez más y la volvió a guardar en la cajita, pero se percató que debajo de esta estaba un juego de llaves. Las tomo al momento en que recordó que eran de la casa en la playa, la cual pertenecía a su mamá.

No recordó cuando fue la última vez que estuvo allí, pero luego de un momento recordó que fue, un mes después de la boda. Ese día solo se dedicó a llorar en aquella casa, y a preguntarle a su madre, por qué se había ido, que por qué se fue y la dejo, que hubiera preferido irse ella...

Quiso apartar aquellos recuerdos que le generaban dolor, guardo la cajita, pero dejo en sus manos las llaves.

Se quedo mirando las llaves y una idea cruzo por su mente. Se paró del taburete junto a la mesa de peinar, ceno y se dispuso a dormir.

***

Al día siguiente se despertó decidida, luego de ir al baño. Se dispuso a llamar a Nayeon, calculando que ya estaría en la oficina. Era viernes y decidido tomárselo. Marco y espero a que contestará su secretaria.

━ Buenos días, Kimston Corporation, oficina de Jennie Kim.

━ Nayeon, soy yo, Jennie.

━ Oh, disculpe ━se escuchó una risa del otro lado━. ¿Paso algo, Srta.?

━ Si, hoy me tomaré el día, quiero que canceles cualquier cita o reunión, y las pospongas, para el... martes.

━ Ok, Srta. ¿Algo más?

━ No por el momento es todo.

━ Bien, hasta luego Srta.

Jennie, colgó. Se vistió, tomo sus cosas y salió.

***

La castaña se encontraba en su auto, de camino a la casa en la playa. Había ido de compras antes de comenzar el viaje. Llevaba mucho sin ir a esa casa, por lo tanto, estaría, quizás, llena de polvo, tampoco estaría llena la alacena. Así que sus compras se basaron, en artículos de limpieza y comida.

Abrió la ventana del auto, y dejo que la brisa con olor a salitre viajara por sus fosas nasales, permitiendo que ésta, también despeinara su cabello. Ya estaba llegando, giro el volante desviándose de la carretera para guiarse por un camino por el cual pudo vislumbrar la casa. Al estar más cerca, fue deteniéndose hasta estacionarse al lado de esta.

𝑬𝒔𝒄𝒂𝒑𝒆 → 𝑱𝒆𝒏𝒍𝒊𝒔𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora