Capítulo 1.

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Jeon JungKook, aquel joven omega que apenas iba a cumplir los veintiún años de edad, vivía en la casa de, su ahora esposo, Kim TaeHyung.

Lo normal en las parejas, era esperar algunos años hasta tener la suficiente madurez como para comprometerse, y, posteriormente, casarse.

En el caso de esta pareja, TaeHyung era quien tenía la madurez suficiente... Después de todo ya contaba con veinticinco años.

Jungkook, en cambio, no había sido más que un niño que se había casado por amor.

Y era algo cursi, hasta cierto punto, menos en cuando se pensaba que Jungkook no había vivido lo suficiente como para experimentar alguna relación fuera de TaeHyung.

TaeHyung y la relación que tenía con él era el concepto de amor que tenía, porque se trataba de lo que él había vivido, de lo único que conocía.

Después de todo, tenía apenas diecisiete años cuando empezó a salir con aquel chico que le llevaba cinco años de diferencia.

Pero, ¿podían culparlo? El alfa había sido capaz de cautivarlo en todos los aspectos. JungKook lo había visto como un completo príncipe en más de una ocasión.

De echo, aún lo hacía.

¿Y cómo no? Desde el primer momento, TaeHyung se encargó de cautivarlo, con aquella mirada que solamente hacía a sus piernas flaquear. Y esa sonrisa... Esa sonrisa que hacía que sintiera ciento y un mariposas en su interior.

Desde el inicio había sido así.

Ahora, sin embargo, su relación se trataba de dos personas adultas, hechos y derechos, siendo que Jungkook ya tenía los veinte años de edad, y había logrado graduarse de la secundaria.

Y de echo, su relación ya se trataba de una pareja de recién casados.

La boda de ambos se festejó tan solo a dos meses de que ambos se enteraran de que Jungkook se encontraba en la dulce espera.

Y, tras esta, ambos empezaron a vivir en el hogar del mayor, con sus padres y hermano menor, sería un buen hogar temporal hasta que su bebé llegara al mundo.

Porque, bueno, la noticia del embarazo de Jungkook había sido una sorpresa para todos.

Y Jungkook en definitiva no tenía la maldad como para cambiar por completo la vida cotidiana de TaeHyung de un día para otro.

Aunque sus padres no le mostraban todo el cariño del mundo, estaba bien, porque, su hermano menor, Jimin, era un gran apoyo para él.

Sobretodo cuando el mayor se iba a trabajar, en aquellas jornadas en las que no lo veía durante casi ocho horas al día.

Aquel pequeño alfa lo hacía reír, y distraerse, aún si este tuviera clases por la universidad. Después de todo, Jimin tenía sólo un año más que Jungkook.

Tampoco había que omitir el hecho de que gracias a aquel simpático rubio, Jungkook y TaeHyung se habían conocido y habían iniciado con aquella "historia de amor" desde el primer momento.

Pero había que centrarse en la actualidad.

La actualidad era que Jimin estaba en exámenes, TaeHyung con más horas de trabajo que nunca, y Jungkook... JungKook tenía seis meses de embarazo. Necesitaba distraerse.

Estar todo el día en su habitación ciertamente lo aburría.

Apenas y lograba pasar los días distrayéndose un poco.

¿Y cómo lo hacía? Llevándole el almuerzo a TaeHyung cada que podía... Cada que no llegaban los dolores en su vientre, más bien.

Después de todo era consiente del estado en el que estaba, y más consiente aún del que no podía hacer esfuerzos demasiados grandes.

(In)fidelidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora