—También lo amo, TaeHyung hyung.
Pero aquellas palabras nunca fueron mencionadas de parte de JungKook.
Por miedo, quizá.
Aunque no era la primera vez que le decía a TaeHyung que lo amaba, sí era la primera vez que, de alguna forma, estaba consiente de eso.
Y no estaba sumido en sus lágrimas, ni en la tristeza, y mucho menos en la desesperación de no saber... Porqué. Completamente distinto a aquella noche, la primera noche en la que durmió alejado a TaeHyung.
Muy por el contrario, su corazón ahora no dejaba de latir desenfrenado, su omega moviéndose de un lado a otro en busca de un poco más de contacto con el alfa.
¿Estaba consiente de sus sentimientos hacia TaeHyung? Claro que lo estaba. Pero sentirlos de forma tan intensa, de una manera en la que casi no podía controlar... Era distinto.
Se sentía bien, claro que lo hacía.
Como si estuviera en casa.
Pero entonces, ¿por qué sentía angustia y culpa?
Estaban los vibrantes sentimientos que sintió al besar a TaeHyung de nuevo, aquella noche, en su habitación.
Y también estaba su mismo razonamiento, el mismo que pudo sincerar hace tan sólo unas horas, junto a Jimin.
Una mezcla extraña de sensaciones que no sabía cómo afrontar.
Terminó por no decir nada, sólo dejándose abrazar por TaeHyung, y llevando sus manitas a acariciar sus cabellos, tratando de no hacer tan notoria la textura de aquel anillo tan importante que portaba.
Aunque no pudo evitar soltar un pequeño suspiro. TaeHyung en tan sólo minutos había reemplazado el aroma que Jimin dejó en él.
E incluso aún ahora, parecía no querer apartarse.
El más grande nunca fue una persona demasiado celosa, claro, a veces sentía celos, pero estos nunca fueron los suficientes como para incomodar al pequeño.
A diferencia de otros alfas, que, según sabía, celaban por lo más mínimo a su pareja.
Aún a pesar de ello, seguía teniendo instintos de un alfa, todavía seguía siendo un poco posesivo, aquel poco que no podía ocultar.
Claro que, en aquellos momentos, también estaba la incertidumbre de porqué su hermano, luego de tanto tiempo, había decidido, de alguna forma, marcar a JungKook con su aroma.
Eso no había ocurrido ni las primeras veces que conoció al pequeño, incluso antes de cortejarlo.
¿Debía empezar a ver a su hermano como una amenaza?
No quería eso.
No quería pensar en su hermano sintiendo otro tipos de sentimientos por JungKook.
No quería ni imaginar en ambos hermanos sintiendo lo mismo por el omega.
Aunque... Quizá las señales ya habían sido demasiadas.
Porque, después de todo, ya lo había imaginado antes, ¿verdad?
JungKook sintió a TaeHyung tensarse, sacándolo de sus pensamientos en cuando este puso, por instinto una mano sobre su abultado vientre, y el agarre en su cintura se hizo más fuerte, apegándolo a su cuerpo.
Algo que casi nunca pasaba.
O... Quizá sí, pero no en ese contexto.
—¿Pasa... Pasa algo, hyung?
