Capítulo 3.

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El día llegó más rápido de lo que Jungkook había esperado. ¿Quizá porque apenas había podido pegar un ojo en toda la noche? Eso era lo más probable.

No pudo evitar suspirar al percatarse de que estaba en aquella gran cama matrimonial... Solo.

Eso solamente lo hacía percatarse de que nada de lo vivido la noche anterior había sido una mentira. Todo fue real.

Para la mala suerte de Jungkook.

Mordió su labio inferior al sentir pequeñas patadas del bebé que tenía en el vientre, por un momento, había olvidado del frágil estado en el que estaba.

—Lo siento...

Murmuró, como si el bebé pudiera escucharlo.

Aunque igual y sí podía.

Se levantó de la cama de forma cuidadosa, peinando sus cabellos antes de salir de la habitación.

No se había visto en el espejo antes de salir, tampoco había cambiado su pijama.

Principalmente porque no tenía ganas de hacerlo, solamente quería desayunar y volver a la cama. Tampoco es como si tuviera algo más que hacer.

Aunque todo fuera mucho más fácil si es que el aroma ajeno dejaba de estar tan... Latente.

Tan notorio que su omega buscaba genuinamente un poquito más de este.

Al bajar al primer piso, hizo una reverencia hacia algunas mucamas, quienes, lo veían ligeramente sorprendidas.

"¿Tan mal me veo?", preguntó para sí mismo, volviendo a suspirar antes de ingresar en la cocina. Su autoestima no era la mejor ese día... O el anterior.

Supo que tuvo que haber esperado un poco más al ver a TaeHyung, a Jimin y a los padres de estos sentados en el comedor.

Quiso huir en cuando la vista de los cuatro se centró en él. Pero era cobarde, y simplemente... No podía hacerlo. Sólo pudo limitarse a bajar su mirada.

—Buenos días.

Murmuró, sentándose al lado del menor de los alfa Kim.

Y no fue por casualidad, fue por, de echo, ver como TaeHyung es que había extendido su mano hacia él.

¿El mayor verdaderamente creía que iba a tomar su mano con tanta facilidad aún después de... Todo lo que había ocurrido?

Ni siquiera se sentía capaz de verlo a los ojos.

Su mirada seguía baja, y se mantuvo de aquella forma aún en cuando una de las mucamas llegó para empezar a servir el desayuno.

—¿Por qué es que TaeHyung durmió en el cuarto de invitados la noche anterior?

Fue la voz de la señora Kim la misma que lo hizo apretar sus labios.

Al parecer todos habían notado que algo raro pasaba entre él y TaeHyung.

—Simplemente tuve ganas de dormir allí, mamá... No fue... Nada grave.

Empezó a comer, queriendo que sus orejas se taparan para simplemente no escuchar más.

Sabía que su aspecto no era el mejor, pero, ¿este no era suficiente para hacer ver a los presentes que realmente no se sentía capaz de responder alguna de sus preguntas?

Al menos no podría sin ser interrumpido por sus propios sollozos.

—Las feromonas tristes de Jungkook muestran otra cosa... ¿Qué pasó?

(In)fidelidad.Where stories live. Discover now