Capítulo 10.

2.1K 217 36
                                    

La primera vez que Jungkook fue a un evento formal en casa de los Kim fue por el cumpleaños número veintidós de TaeHyung, casi unos dos meses de haber conocido a la familia.

Se trataba de una fiesta formal, aunque sin ser extremadamente aburrida mantenía la elegancia característica de los Kim.

La música era clásica, al igual que los bailes, pero de todas formas, Jungkook se estaba divirtiendo.

Más que nada porque desde que llegó que Jimin lo había sacado a bailar, casi sin dejarlo sentar desde entonces.

—Espera... Espera Jimin —comentó el omega, riendo bajito en cuando Jimin volvió a jalarlo hacia la pista de baile después de tres canciones seguidas.

Se sentía exhausto.

Pero, aún más importante de ello, ya era casi hora de volver a casa. Tenía que estar con sus padres, exactamente de nuevo, a las doce de la noche, y faltaban diez minutos para ello.

—¿Qué pasa, Kookie? ¿Ya no puedes más? ¡Vamos! Sólo esta canción y-

—E-es que luego de esta canción debo volver a casa, Jimin hyung...

—¿En verdad? Entonces... Que sea una canción especial, ¿sí? —extendió su mano hasta el más pequeño—. Y ya luego puedo llevarte a casa con-

Pero antes de que Jungkook pudiera tomar su mano, el hermano mayor de los Kim había llegado, tomando la mano de este de una forma sorpresiva.

—¿Te vas a ir sin que... Hayamos bailado ni una sola vez, bonito?

Las piernas de Jungkook flaquearon, dirigiendo su mirada hasta el alfa mayor. ¿Era normal que su omega se emocionara tanto con su sola presencia? Desde que lo conocía era así.

—Pero... ¿Y J-Jimin hyung?

—Creo... Que él estará bien. ¿Verdad, hermanito? —preguntó TaeHyung, dirigiendo su vista hacia su hermano menor.

—Sí, yo... Claro.

El más alto sonrió de forma ladina, volviendo a centrar su vista en el más bajito de los tres.

—¿Me concedes esta pieza, pequeñito?

Jungkook apenas y pudo asentir, sintiendo un pequeño nudo en su garganta gracias a los nervios en el momento. Simplemente, no podía hablar.

TaeHyung rió bajito ante sus nervios, sin soltarlo de la mano, llevándolo al centro del salón antes de empezar a bailar con él, al compás de la música.

Para ello llevó una de sus manos a la cintura del omega, y entrelazando la otra con la manita de su menor, haciendo que este sintiera que podía chillar.

Aunque JungKook, ahora se mostraba un poco torpe, trataba de no hacerlo tan notorio, bajando su mirada para no poder ponerse más nervioso de lo que ya se sentía.

Algo que, de todas formas, era difícil teniendo tan cerca las feromonas de su mayor.

Este pudo notarlo, asustándose un momento por haber podido incomodar al pequeño.

Tampoco quería causarle una mala impresión.

—¿No te gusta este tipo de música? Con Jimin... Parecías amarla, bonito.

(In)fidelidad.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora