Casi un beso...

831 83 14
                                    

Narra Utano

Me encontraba de pie frente a Hawks, mis piernas estaban cediendo, temblaban un poco, pero no era por el frío, me sentía ansiosa en este momento no había nada más en mi cabeza, solo él, su temeroso y torpe tacto en mi mejilla era cálido, mire sus labios discretamente, de color rosado y se veían muy suaves, su penetrante mirada me había hipnotizado, sus preciosos ojos color ámbar brillaban más que ninguna otra joya, a medida que se acercaba podía sentir su jadeante respiración, su aliento chocaba con el mío, quería tener aun más cerca su embriagante fragancia, una combinación de menta fresca y dulce miel, me estaba consumiendo lo lento que pasaban los segundos, el iba a besarme y yo no me estaba negando, ¿por qué?, yo también quería que pasara, tenía ganas de probar sus labios justo ahora, mi corazón ya había enloquecido, yo... ¿le gusto? no quería sacar conclusiones tan rápido, pero el no era ese tipo de persona, de las que juegan con los sentimientos de los demás, yo... de verdad le gusto.

Se detuvo centímetros antes de que nuestras frentes chocaran, instintivamente yo ya estaba cerrando los ojos, suspiro, el rostro que tenia me estaba matando, podía ver desesperación en sus ojos, sus enrojecidas orejas, mejillas y nariz lo hacian ver mas atractivo que nunca, estaba rogando internamente por ser la única que pudiese ver esa expresión luego se alejo un poco y pregunto.

-Utano ¿puedo besarte?

¿De verdad quería una respuesta luego de lo lejos que hemos llegado?, ¿acaso mis acciones no eran tan claras?, no, no era eso, el estaba haciendo justo lo que mi abuela dijo, me esta atesorando, no quiere lastimarme, me esta poniendo por sobre sus propios deseos, Hawks... ¿por que no fuiste tu mi primer amor?...

Mis labios estaban moviéndose para responder, cuando escuche el sonido de mi teléfono móvil, me quede paralizada, no queria tomarlo porque eso significaria que este instante se disolveria como un suave algodón de azúcar en el agua, no aparte mi vista de Hawks, queria decirle que yo también deseaba ese beso, pero mis palabras no salían, de repente sonrió, sin embargo su sonrisa se veia llena de dolor, mi pecho comenzaba a arder, coloque mi mano justo sobre el corazón, apretando la tela de mi vestido, como si eso fuese a disminuir el sofocante suplicio, el aparto lentamente su mano de mi mejilla y se acerco a mi bolso, yo estaba inmóvil, saco el celular que seguia sonando y lo puso en mi mano con cuidado, comence a pensar si seria buena idea arrojar lejos mi teléfono móvil.

-Deberias responder, ese chico te escribio, disculpame por abusar de tu tiempo, seguro ya quieres ir a dormir, entra a tu casa antes de que pesques un resfriado (dijo dándome una palmadita en la cabeza, yo seguia sin mirar el mensaje, ni siquiera tenia interés en leerlo ahora), nos veremos mañana en la agencia, descansa Uta- chan.

Hawks estaba dando media vuelta, alejándose para irse volando, me apresure a meter el móvil en mi bolso y camine lo mas rápido que pude tras de el, alce mi brazo y sujete con fuerza el borde de su saco.

-No te vayas... por favor quedate (no podia mirarlo a la cara justo ahora, tenia fija la vista en el suelo, mi rostro estaba muy caliente, lo podia sentir, queria saber el tipo de expresión que Hawks estaba haciendo, pero no me atreví a alzar la cabeza).

-Utano... (dijo con un gentil tono, girando lentamente mientras retiraba mi mano), aunque me pidieras besarte, no lo hare, nos dejamos llevar por el momento, yo quiero que te enamores de mi, aclara primero tus sentimientos, yo te esperare el tiempo que necesites, porque tu eres la única para mi (afirmo al mismo tiempo que me abrazaba fuertemente).

Nos quedamos asi un largo rato, sus firmes brazos me rodeaban fácilmente, no habia notado lo pequeña que era a su lado, sus alas nos envolvian, me estaba protegiendo del frío viento, yo me aferre a su espalda, estrujando su ropa entre mis manos, hundí mi rostro en su pecho y aspire su delicioso aroma, después nos separamos y nos dedicamos una tímida sonrisa.

Nuestro hilo rojoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora