L. E. A.

065.

Me quedé en blanco mirando a Carsein, cuyo uniforme brillaba con fuerza. Estaba complacida con sus increíbles logros, y tenía mucha envidia. De alguna manera, me sentí sometida por tales sentimientos contradictorios.

'¿Podré estar ahí algún día? ¿Habrá un día en el que pueda pararme ahí para hacer un juramento y salir de la red que me ata?'.

Acompañado por el jefe de la Guardia Real y el capitán de la 1ª División de Caballeros, el emperador se fue, seguido por los caballeros que asistieron a la ceremonia. Yo me quedé allí. Me sentí un poco deprimida de alguna manera.

¿Cuánto tiempo estuve allí? Entré en razón cuando alguien me dio una palmadita en el hombro. Un joven pelirrojo se acercó rápidamente y me miró.

"¿Por qué estás parada aquí?"

"...Carsein."

Como uno de los protagonistas de hoy, tenía que estar muy ocupado, pero Carsein estaba solo por alguna razón. Dijo con una sonrisa, "Oye, te ves horrorizada. ¿Te has dejado llevar por mi precioso uniforme?"

"..."

"Dime. ¿Te ha gustado? Cuando me miré a mí mismo, pensé que era increíble. ¿No estás de acuerdo?"

"... Bueno, hoy te ha derrotado mi padre. ¿Todavía quieres presumir?"

"¡Oye, no deberías compararme con él! Por cierto, tu padre es realmente genial. Para ser honesto contigo, pensé que podría ser asesinado", dijo Carsein, charlando conmigo.

Estaba muy contento, aunque lo pasó mal porque mi padre entrenó con él para certificar sus habilidades.

"Aún así fue una buena experiencia para mí. Sabes que es muy raro tener la oportunidad de comparar y aprender las habilidades de esgrima de tu padre. Por cierto, ¿te sientes mejor ahora?"

"Sí".

"Solo espera. Voy a hacerte un caballero oficial muy pronto. No te quejes aunque el entrenamiento sea duro para ti."

"Gracias, Carsein".

"Bien. No te quejes después. ¿Vendrás mañana? Ha pasado bastante tiempo desde que te envié la invitación, pero no he recibido ninguna respuesta tuya."

"Oh, es porque..."

Hace unos días recibí una invitación contenida en una carta sellada. Era la invitación enviada por la familia del Duque Lars pidiéndome que asistiera a una fiesta para celebrar el título de caballero de Carsein y una carta en la que me pedía que fuera su compañera.

Por supuesto, podía felicitarlo, pero asistir a la fiesta como su compañera era otra cosa. Cuando dudé después de recibir la invitación, mi padre me aconsejó que no asistiera a una fiesta que generara rumores infundados sobre mí. Estuve de acuerdo con la opinión de mi padre, pero no fue fácil para mí rechazar su invitación, así que estaba posponiendo la confirmación de asistencia hasta ahora porque me molestaba no asistir a la fiesta de Carsein en ese día monumental, uno de mis dos amigos íntimos. Cuando me vio cara a cara y me preguntó por la invitación, me sentí un poco avergonzada. Lo sentí mucho.

"Oh, no puedes venir como esperaba. Está bien."

"...Lo siento."

"Bueno, está bien. Es mejor que tengamos cuidado, especialmente en momentos como éste. Ellos están empeñados en encontrarte una falla de todos modos."

"Aún así... es un día memorable para ti. Siento mucho no poder ir a celebrarlo".

"Está bien, está bien". Carsein, que había agitado ligeramente la mano, dijo con una sonrisa, como si lo hubiera pensado: "Si lo sientes mucho, ¿me puedes hacer un favor más tarde?"