L. E. A.

136.

Mirándome tratando de elegir mis palabras cuidadosamente, dijo, golpeando la mesa, "Sólo quédate conmigo y ayúdame a manejar las cosas pequeñas y grandes. No te sientas insultada porque te diga que hagas cosas reservadas para los asistentes. Sólo quiero tener a alguien conmigo en quien pueda confiar".

"Oh, ¿cómo puedo sentirme insultada? Estoy bien, Su Majestad. Por cierto, ¿no necesita un médico?"

"No quiero hacer un escándalo. Si mi condición empeora, déjeme llamar al doctor."

"... Creo que ha hecho una promesa."

Sentí que sería mejor llamar al doctor ahora. Aunque no me trató tan bien como antes de que volviera del pasado, me angustiaba ver que su salud se deterioraba día a día. Me sentí muy mal porque sabía que me cuidaba, especialmente ahora, y que no le quedaba mucho tiempo de vida.

"... Su Majestad."

"¿Si?"

"Por favor, sea fuerte y manténgase sano. Su Majestad es el padre de todas las personas del imperio."

"Gracias".

Mirándome con una suave sonrisa, levantó la taza de té. Miré la cresta del león grabada en la taza de plata y me la llevé a la boca en silencio.

Aunque el emperador bajó al palacio de verano para hacer un descanso, continuó haciendo reuniones de gabinete durante todo el día sin dejar de lado los deberes diarios. Como todo el imperio sufría una grave sequía, tuvo que ayudar al príncipe heredero que luchaba por afrontarla solo en la capital.

*****

Ya habían pasado tres días desde que acompañé al emperador que asistió a la reunión política. Pensé que habría una fuerte oposición a mi presencia en la reunión, pero sorprendentemente nadie se opuso. Tal vez muchos de los nobles que vinieron con el emperador eran miembros de la facción pro-emperador.

"Por favor, tome el té, Su Majestad".

"Gracias".

Sus tensos ojos azules se movían suavemente.

Mientras disfrutaba del sabor de la delicada lavanda, reflexioné sobre las reuniones políticas de los últimos tres días. Pensé que el emperador sacaría a relucir la agenda de Jiun, pero no lo hizo, para mi sorpresa. En su lugar, se discutieron principalmente temas como la sequía y las medidas para hacer frente al empeoramiento del sentimiento público.

'Oh, sí, también se discutieron los brotes de incendios provocados en la capital en la reunión.'

Según lo que escuché en la reunión política, hubo una serie de incidentes de incendios provocados en la capital estos días. Alguien incendió las mansiones del distrito de los nobles, pero no pudieron atrapar al culpable, por más que lo intentaron.

Los accidentes incendiarios y la mala opinión pública sobre la familia imperial pusieron al emperador y al príncipe heredero en una situación muy difícil. Me preocupaba que alguien descontento con la familia imperial y los nobles pudiera haber incendiado sus casas, pero el emperador reaccionó con calma. Cuando se le informó de ello, se saltó a la siguiente agenda.

'¿Cree que la sequía es más importante ahora? De lo contrario, ¿hay alguna conspiración que yo no sepa?'

Mientras estaba perdida en mis pensamientos bajo la sombra de un árbol, el emperador, que estaba reflexionando sobre algo, dijo de repente, "¡Qué dolor de cabeza! La sequía es extrema en este momento. He oído que hay rumores entre la gente de que la sequía se produjo por la ira de Dios."

"Desde la antigüedad, han llamado desastres naturales a las inundaciones, sequías y terremotos. Como la fe de la gente en el imperio es profunda, creo que pueden pensar con razón. ¿Ha oído algo en particular del templo?"