L. E. A.

087.

Después de expresarle mi gratitud, caminé en silencio por el tranquilo jardín con él mientras me seguía en silencio. Mientras caminaba durante mucho tiempo, encontré mi ira y mis complejos sentimientos derritiéndose en la oscuridad, restaurando la paz en mi mente. Cuando decidí regresar, escuché a alguien charlando cerca.

"Ahora, es mejor que vuelvas..."

"Quiero caminar un poco más. ¿Cuándo podré disfrutar del placer de caminar en paz de nuevo?"

"Pero se está haciendo tarde... ¡Uf! Está bien, entonces."

Eran Sir Lars y la princesa Frincia. Su brillante pelo dorado y rojo me llamó la atención incluso en la oscuridad.

'¿Debo reconocerlos o fingir que no lo sé?'

Después de pensar por un momento, decidí observarlos en silencio. Como yo, Carsein no se movió.

Cuando vi a los dos, caminando por el jardín silenciosamente volviendo atrás, me puse de pie. En ese momento, se oyó un crujido. Cuando miré hacia abajo, me asusté, había hojas caídas aquí y allá como si fuera otoño.

Oh, Dios mío...

"¿Quién es?"

"..."

"Si no sales de inmediato, llamaré a alguien."

Ante la advertencia de Sir Lars, Carsein salió de la sombra encogiéndose de hombros y dijo: "Hermano, soy yo".

"... Sein? ¿Qué estabas haciendo allí?"

"Sir Lars, la princesa Frincia, ¡hola!"

Cuando Sir Lars me lo pidió, me adelanté con una sonrisa incómoda. Me sentí incómoda aunque no hice nada malo. La princesa Frincia se rió cuando notó que yo llevaba la chaqueta de Carsein.

"Sir Carsein, Lady Monique, parece que estuvieron caminando juntos hasta ahora."

"Ah, sí. Estábamos a punto de volver."

"Bien por ti. También estábamos en camino de regreso. Vamos juntas, Lady Monique."

Asentí con la cabeza porque quería hacerlo bien. En el momento en que me quité la chaqueta para devolvérsela a Carsein apresuradamente, de repente tuve un escalofrío por el aire frío de la noche.

"¿Qué pasa? ¿Está bien?"

"Estoy bien. Sólo siento frío. Aquí tienes."

"Vuelve rápido. Podrías resfriarte."

"Gracias, Carsein."

"Tengo que volver al servicio. Déjame salir primero. Hasta mañana, Aristia."

Carsein me sonrió, aceptó la chaqueta y desapareció en la oscuridad.

Mientras lo miraba desaparecer gradualmente, me acerqué a Sir Lars y a la princesa Frincia. Mirando en la dirección en que desapareció de forma pensativa, la princesa murmuró bajo: "Hmm, por eso mencionó una espada cuando le pregunté qué tipo de mujer le gustaba".

"¿Perdón?"

"Oh, nada. Volvamos. Vamos, Sir Lars."

"Ah, claro". Sir Lars la siguió, respondiendo apresuradamente.

La princesa, que caminaba en silencio a mi lado, dijo: "Lady Monique".

"¿Sí?"

"¿Por qué no mantenemos en secreto que nos encontramos hoy en el jardín? ¿Lo harás?"

"Ah sí, por supuesto."

Cuando asentí con la cabeza, ella sonrió de manera significativa. Era una sonrisa que sólo la gente que compartía algo podía reconocer. Con una sonrisa en su rostro, caminé con ella de vuelta al salón del banquete donde salían luces brillantes.