Capítulo 32.

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No hizo falta mucho tiempo para que todos volvieran a ser el grupo unido que fueron en el pasado. La confianza y complicidad entre Violetta, Diego y Federico era cada vez mayor, parecían que se conocían de toda una vida. Pero lo que más alegraba a la joven era el gran acercamiento que estaba teniendo con León, las miradas y lagos poco disimulados que compartían.
Los pícnics en el parque se habían convertido en una divertida costumbre entre el grupo de amigos.
— Deberíamos ir por ellos. — Sugirió Natalia refiriéndose a sus dos amigos, Francesca y León, quienes habían ido en busca de bebidas.
La conversación de sus amigos pasó a segundo plano para Violetta cuando su celular sonó avisándole que había reducido un nuevo mensaje. Al ver qué se trataba de Joaquín no pudo evitar poner mala cara, sin embargo terminó por abrirlo.

"No son mejor que nosotros."

La visión de Violetta se nubló por las lágrimas.
— ¿Nos estás escuchando Vilu? — Federico intentó llamar su atención. — ¿Estás llorando? ¿Qué pasó? — La preocupación lo invadió al ver a su amiga a punto de llorar.
— Fefe… — Susurró antes de pasarle el teléfono. El chico tomó el aparato sin comprender lo que sucedía, le dio un último vistazo a su amiga y bajó la mirada a la pantalla.
— ¿Qué? ¿Qué tiene? — Preguntó Ludmila con ansiedad.
Federico giró el celular hacia sus amigos, dejando al descubierto su contenido: una foto donde se veía a León y Francesca besándose.
— ¿Cómo pudieron? — En la voz de Diego era una mezcla de enojo y dolor.
— No puede ser. — Camila le quitó el celular de entre las manos a Federico. — Tiene que ser un truco. — Dijo examinando la imagen.
Violetta recuperó su teléfono. — ¿Un truco Claramente se ve como León y Francesca se dan un beso. — Espetó sin apartar la mirada de la pantalla.
— Tranquila, todos aquí sabemos que León te ama y Fran a Diego. — Argumentó Maxi.
— Es cierto. Tiene que haber una explicación. — Lo apoyó Andrés.
— ¿Los van a justificar? — Los cuestionó Diego enfadado.
— Claro que no, solo creemos que es mejor que se calmen y no saquen conclusiones apresuradas. — Brodwey intentó tranquilizarlo.
— Tengo una idea. — Exclamó repentinamente Ludmila. — Suponiendo que esa foto sea real…
— Lo es. — Interrumpió Violetta.
La rubia continuó hablando pasando por alto aquel comentario. — Esperen a que ellos se los cuenten.
Diego la miró incrédulo. — ¿Quieres que nos quedemos callados como si nada hubiese sucedido?
— Creo que a lo que Ludmi se refiere es que si es un malentendido, ellos se los dirán por si solos porque no habrá tenido importancia. — Explicó Camila.
Diego miró a Violetta en busca de una respuesta pero ella se limitó a encogerse de hombros. — Una única oportunidad. — Accedió finalmente el chico.
— Aquí están las bebidas. — Anunció León minutos más tarde mientas tomaba asiento. — Sentimos haber tardado, había bastante gente. — Se excusó.
— Claro. — Susurró Violetta sin mirarlos.
— ¿Nos perdimos de algo? — Preguntó Francesca extrañada por la actitud de sus amigos.
— Eso mismo les preguntamos a vosotros. — Replicó Diego.
León lo miró confundido. — ¿De qué hablas?
— Lo que Diego quiso decir es si les sucedió algo interesante. — Federico se adelantó a aclarar.
— Ah. En ese caso no, nada interesante. — Respondió Francesca lanzando una rápida mirada hacia León.
— ¿Seguros? — Insistió Andrés.
— Seguro. — Afirmó León.
— ¿Por qué no lo pensáis bien? — Sugirió Natalia.
— ¿Por qué mejor no nos dicen por qué están actuando tan extraño? — Preguntó León ya frustrado por la actitud de sus amigos.
Violetta fingió reír con amargura. — ¿Por qué mejor no dejan de ser tan cínicos?
— ¿De qué…?
— No se atrevan a hacerse los desentendidos. — Les advirtió Diego interrumpiendo a Francesca.
— En verdad no sabemos de qué hablan. — Se defendió León.
— Deja de ser tan descarado, por favor. — Le pidió Violetta con enfado. — Ya lo sabemos, no tienen que seguir fingiendo y tratarnos como idiotas. — León y Francesca se miraron con temor en sus ojos. — Esas miradas lo dicen todo pero por si aún no entienden. — Dijo mientras desbloqueaba su celular y les enseñaba la foto.
Ambos jóvenes abrieron los ojos sorprendidos.
Francesca dirigió su atención hacia Diego. — Yo te puedo explicar…
— ¿Explicar? — Se burló él. — Creo que está todo más que claro.
— Violetta… yo — Intentó hablar León.
— A mí no tienes por qué decir nada, después de todo no somos nada ¿No? — Le recordó Violetta esforzándose por retener las lágrimas que amenazaban con salir.
Diego envolvió con un brazo a Viooetta. — ¿Cómo habéis podido? Se suponía que tú — Dijo señalando a León. — eras mi amigo y tú — Volvió su atención a Francesca. — mi novia que decía amarme.
— Dejen que les expliquemos. — Suplicó Francesca. — No es como ustedes crees.
— ¿Se besaron o no? — Pregunto Violetta abruptamente. — ¿Si o no? — Insistió cuando ambos guardaron silencio.
— Sí. — Susurraron resignados. Violetta no pudo evitar soltar un sollozo para luego ocultar su rostro en el cuello de su amigo quien la abrazó aún más fuerte.
Diego abrió la boca dispuesto a descargar todo su enojo cuando sintió hipar a la chica entre sus brazos. — Arriba Vilu. — Dijo mientras se ponía de pie llevando a Violetta con él. — Sepan que no les digo todo lo que merecéis por ella. — Aclaró antes sin soltar a la chica entre su brazo.
— ¿En verdad se besaron? — Los cuestionó Natalia una vez Diego y Violetta se habían alejado.
León soltó un suspiro. — Si pero todo tiene una explicación.
Ludmila lo miró alzando una de sus delgadas cejas. — ¿Estás diciendo que puedes justificar la traición?
— No es así. — Se quejó Francesca. — Lo que sucedió fue un error. Nos pusimos a hablar sobre la relación entre Diego y Vilu porque los dos nos sentíamos celosos y terminamos besándonos. Estuvo mal, lo sabemos y estamos realmente arrepentidos. — Les explicó Francesca desesperada
— ¿En serio lo hicieron por celos? — Preguntó Broduey sin terminar de creerlo.
— Es la estupidez más grande que he escuchado. — Admitió Maxi. — Dudo que quieran escucharlos y mucho menos que los perdonen.
— Sabemos que cometimos un error pero ¿en serio creen que no nos siquiera darán la oportunidad de explicarles?
— Ya lo hicieron Lion. Los habíamos convencido de esperar a que ustedes mismos les contara.
— Pero ustedes prefirieron no decir nada y bueno, eso puede presentarse para pensar que en realidad sí significó algo más. — Terminó por decir Andrés.

Violetta, una historia no tan feliz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora