Trece

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A la mañana siguiente, Alba fue la primera en despertar, para descubrir que estaba envuelta en los brazos de Natalia. Observó a su chica dormida. Se veía increíblemente hermosa y Alba se sentía realmente sorprendida por el hecho de que había conseguido que esta persona se acostara con ella.

Unos minutos después, Natalia despertó.

Alba no fue lo suficientemente rápida para mirar hacia otro lado.

"¿Me estabas observando mientras dormía?" Alba dio un tímido encogimiento de hombros confirmando de que ella llevaba ya unos minutos observando su rostro. Y Natalia no pudo evitar sentirse un poco tímida, "Dios, eso no puede ser bueno. Mi mamá siempre dice que duermo con la boca abierta y me veo fea."

"Pues tu madre no sabe realmente de lo que habla." Alba respondió. Ambas sintieron de repente una extraña sensación y no les tomó mucho tiempo a ninguna para averiguar por qué. Su pequeño intercambio había sido una infracción de la Muralla China. Peor, Alba había criticado a María Lacunza en el proceso. "Lo siento" dijo.

"No te preocupes. La mencioné yo. No estaba pensando realmente.", dijo Natalia, tratando de tranquilizar a Alba. Aún así, se sentía rara al respecto. La conversación hizo que recordara lo que su hermana había mencionado en el desayuno ya hace un tiempo, sobre una pelea con Alba. Natalia nunca había llegado a los detalles de lo que había pasado ese día, sentía que si lo hacía solamente estaría poniéndole más importancia a algo que ya era del pasado y en lo que no había estado implicada. Pero aún así, Natalia no podía evitar preguntarse sobre esa pelea. Y justo ahora, que la pared se había derrumbado un poco, la debilidad hizo que Natalia se preguntara si esta podría ser su única oportunidad para aclarar lo que había ocurrido, para que pudiera dejar de pensar en ello.

"Mira, ¿podemos derribar el Muro, solo por un segundo?" preguntó Natalia. 

Alba no estaba del todo segura, pero dijo, "Está bien."

"Es solo... Mi madre y mi hermana dijeron algo sobre una pelea. Tú también lo mencionaste alguna vez."

"Mierda. Me había estado preguntando si alguna vez te lo habrían mencionado." Alba suspiró. "Fue algo realmente estúpido, lo sé ahora. No debería haber entrado a ninguna pelea."

"¿A qué te refieres?" empujó Natalia.

Alba estaba en un terreno peligroso. De hecho, ella se había metido con tres miembros de la familia de Natalia, justo antes de que se conocieran. Y hace unos meses, ella estaría dispuesta a mantenerse firme en su comportamiento, que ella había estado en el lado correcto. Pero eso fue hace unos meses. Y ahora sabía algo que hacía imposible discutir su caso. Le gustaba tanto Natalia y estaba llegando a un punto donde lo que sentía, estaba segura, era amor. Y si Alba era honesta consigo misma, desde el momento que la conoció tuvo cierto presentimiento que podrían llegar a este punto.

Ella había llegado a pensar que se había sentido así antes, con su enamoramiento en la escuela. Pero ahora lo sabía bien. Porque esto no estaba ocurriendo solamente en su cabeza, estaba sucediendo en la vida real. Se sentía cercana a Natalia de una manera que no había logrado con nadie antes. Fue la cercanía física lo que realmente había sellado el trato. Alba sabía que a veces la gente confundía el sexo con el amor, lo había visto en la televisión un montón de veces. Pero el sexo no la había hecho enamorarse. Era todo lo demás. Dormir con Natalia había sido sólo el último paso natural hacia los sentimientos. El último paso que realmente necesitaba para saber con seguridad.

Y vaya que estaba segura ahora.

Sin embargo, estaban abordando un tema difícil, el que seguían evitando para no estropear las cosas entre ellas. Y había tanto que estropear si no tenían cuidado. Alba tenía miedo de perder a Natalia por sus problemas familiares.

Así que respiró hondo e hizo algo que nunca había hecho antes. Miró la situación desde la distancia. Por lo que debía ser sincera y admitir que pudo haber sido una mejor persona aquella vez que se topó con los niños Lacunza.

"Sabes qué, tu hermana Elena, me estaba diciendo que no arrastrara a Queen con el collar. Y tenía razón, no deberías arrastrar a un perro. Pero no quería llegar tarde. Tarde para conocerte, en realidad. Y Queen no quería caminar, porque le tiene muchísimo miedo a la veterinaria, por lo que no me quedaba de otra. Así que me puse a la defensiva", explicó mientras Natalia se sentaba en la cama, envolviendo la sábana alrededor de su cuerpo desnudo mientras escuchaba. "Y entonces tu hermana saltó porque eso es lo que haces cuando alguien ataca a tu hermana menor. Tú atacas de vuelta. Y entonces Iciar habló mal de mi hermana y ahí fue cuando le dije algunas cosas desagradables. Porque amo a mi hermana como Ici ama a la suya. Y luego tu madre hizo lo mismo, defendiendo a sus hijas. Así que todo fue estúpido y desearía haberle explicado a tu hermana que iba tarde a una cita y que el perro no quería ir pero que era por su propio bien. Pero no lo hice. Porque su apellido era Lacunza y he sido criada para creer que eso significa que tenía que pelear con ella, y con tu otra hermana, y tu madre y todos los demás en tu familia. Pero no es mi lucha. Así que lo siento."

Alba se detuvo y esperó la reacción de Natalia. Esperando lo peor, la reacción de Natalia fue bastante simple en realidad, no una que Alba esperaba ni en un millón de años.

"Te amo" Natalia le dijo.

Alba sintió que su cabeza se iluminaba. "¿Porque le grité a tu familia?"

"Porque ahora estás siendo amable con ellos. Y no sé si se lo merecen, pero lo estás intentando. Porque eres una buena persona", explicó Natalia con un pequeño encogimiento de hombros. Alba miró fijamente a Natalia por un momento y luego sucedió algo bastante vergonzoso. Ella rompió a llorar.

Los ojos de Natalia se abrieron. "Esperaba que estuvieras feliz por confesarte como me siento."

Alba levantó las manos, su cara húmeda. "Estoy feliz. Es lo mejor que podrías haber dicho" ella gimió. Natalia le dio un pañuelo de papel y Alba se sonó la nariz ruidosamente. Natalia la miraba detenidamente, esperando más reacciones. Pero Alba estaba llorando nuevamente. "Alba, no lo entiendo..."

Alba se limpió la nariz. "Pensé que era obvio. Yo también te amo. Así que ahora todo se complicará."

Natalia sonrió, a pesar del drama. "¿De qué estás hablando? Esto es algo bueno."

"¿Lo es? Porque ahora estoy, como, muy apegada a ti. Y todo está jodido con nuestras familias y nos va a joder, sé que lo hará".

"No si no dejamos que se arruine" dijo Natalia muy seria y bastante convencida en que podrían superarlo, "Y no sé tú, pero yo no voy a dejar que nada arruine lo nuestro. Vamos a resolverlo."

Las lágrimas de Alba se ralentizaron. "¿De verdad?"

Natalia asintió. "Sí. Vamos a arreglar esta estúpida pelea de una vez por todas."

A cualquier otra parte...Where stories live. Discover now