Capítulo 20

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El timbre de la casa de Harry sonó secándolo de su profundo sueño. Intentó abrir los ojos pero le dolía demasiado la cabeza. Estaba seguro de que si en ese momento estuviera de pie se desmayaría.

No era capaz de levantarse tenía resaca y estaba demasiado cansado, había estado casi toda la noche fuera. No iba a ser capaz de correr las cortinas, subir las persianas y ver la maldita luz, desde luego que no. Se quedaría al menos hasta las diez de la noche durmiendo, eso le sonaba bastante bien.

Se tapó con el edredón para evitar la poca luz que entraba por la ventana pero al faltarle aire tubo que destaparse y cerrar los ojos con fuerza. Necesitaría un café y una pastilla en breves si quería levantarse.

Alguien abrió la puerta repentinamente y después de entrar y acercarse al chico lo destapó por completo, corrió las cortinas y subió las persianas.

Harry soltó un pequeño gemido y se tapó la cara con el brazo.

-Harry vístete y baja ahora mismo abajo y después me explicas porque te busca la policía.-el chico se quitó el brazo de la cara y miró a su madre sorprendido. ¿La policía? ¿Le habían pillado por lo de ayer?

Dios, iré a la cárcel.-pensó- Niall me colgará, Zayn se reirá de mí mientras me echará la bronca diciendo que me había avisado de que no me juntara más con esa gente y Liam y mi madre me castrarán.

-¿Qué? ¿no me has oído?- Harry se puso rápidamente en pie. No quería causar más problemas. Estaba absolutamente enfrascado ya en dos. El de la fiesta y el de la droga de su amigo.

-sí mamá.- dijo rápidamente. Era mejor no empeorar las cosas estaba claro.

-¿Harry que has echo ahora? Creí que Niall te había enderezado un poco-dijo su hermana desde las escaleras de la planta baja gritando.

 Puso los ojos pensando en lo dramática que era su hermana y no tardó en coger y meterse a la ducha. Claro que se ducharía, si iba a la cárcel tenía que estar guapo y disfrutar de su última ducha tranquila.

No tardó más de diez minutos en salir, vestirse y bajar a la planta baja. En su trayecto por las escaleras no le faltó tropezar y caer en la última golpeándose contra el suelo.

Dos personas se acercaron a ayudarle, entre ellas, su hermana y uno de los policías.

-mira que eres patoso Harry.- Harry le fulminó con la mirada y acabó de levantarse.

-¿en qué les puedo ayudar?- dijo mientras que se acercaba a su madre cogiendo el baso que le había ofrecido con la medicina para el dolor de cabeza.

Murmuró un gracias mientras tomaba asiento con los policías en los sofás.-verá esta madrugada...- Anne los interrumpió.

-¿quieren un café?- preguntó cordialmente.

-no gracias.-dijo la agente que había estado con ellos la noche anterior en la sala.

Harry sonrió tranquilamente, o al menos fingiendo tranquilidad.-decían...-dijo dándoles pie a que continuaran.

-como decía, sobre las cuatro de la mañana, a usted y sus dos amigos les dejamos irse a casa. Y justamente le vieron salir de una de las salas donde estaba retenido un supuesto traficante al que habíamos arrestado e íbamos a cachear ya que no se dejaba. Y resulta que cuando llegamos y lo hicimos no llevaba nada y al verle a usted salir de allí nos preguntamos si...

-se preguntaron que si yo le había ayudado.-dijo rápidamente.- lo siento creo que se confunden de persona.- concluyó.

-buena la cosa, es que le vimos a usted en la puerta de la casa del arrestado a través de unas cámaras de una tienda de alimentos.- alzó una ceja sonriendo de medio lado.

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