El regreso del Jeque ✔️

|Capítulo 011|

Todo iba bien, aunque en la familia hubiera bandas, Isabel no podía dejar de sentirse identificada con Adeliade, habian sido dos semanas difíciles tras la recuperación del pequeño y la de Jassier luego de la operación de transplante; esas dos semanas se habia visto llena de imprevisto al igual que buenas noticias para ella, unos tres días atrás Malissa se habia marchado a Francia aunque el padre de esta siguiera en juicio al igual que varios implicados.  Que ella se fuera era de gran alivio ya que parecía muy pegada a ella y a su pequeña, y sin duda la manera que veía a Layla era con fastidio y sonrisas falsas.

Lo cual seguía teniendo la mayor parte de la tensión en la casa real y los rumores de corrupción que se hania visto implicadas.

Jassier e Isabel habian trabajado la última semana para tratar de buscar una solución para todas aquellas pequeñas comunidades que habían sido afectadas por la compra ilegal de esas tierras y el derrumbamiento de sus casas. Se sentía muy bien saber que podía ser algo por todas aquellas personas, al igual ahora que estaba trabajando en colocar escuelas para mujeres y niñas en las comunidades más conservadoras aunque habia sido dos largas semanas de charlas y reuniones lo habia logra por ella misma con un poco de ayuda de Amir. Sabia que aquello era una gran paso para Qatar como país.

Fakir por su parte había sido un gran apoyo para ella, aunque los que más las unían era el secreto que guardaban habia sido una conmoción en la casa real luego de su inesperado cambio de carácter ante los empleados y su forma de comportarse; habia descubierto muchas cosas con ella al igual que del viejo Jeque, habia luchado tanto para al final ser traicionado por la mujer a quien le entrego su corazón. Podia ver ella la verdadera bondad en Fakir algo que jamás hallo en la madre de Jassier. Era una mujer simple sin mucha ambición de poder, hasta podía decir que era muy dulce y acogedora. Había sido su acompañante durante ese tiempo y sobretodo un apoyo para ella.

—Ve que descansar hija, la pequeña Layla está un poco inquieta— expresó con inquietud a Isabel, esta suspiro y se recostó de la silla luego de la cirugía todos esperaban buenas noticias después del trasplante—. Le hace falta el calor de su madre.

—Solo tengo que terminar esto y luego iré con ella— dijo con voz cansada—, mañana es la conferencia con la facultad de mujeres y quiero estar preparada.

—Lo haras muy bien no tienes porque preocuparte— le ánimo, esta tomo asiento viendo el nerviosismo de la joven—. Además tienes nuestro apoyo... pero no he venido solo hablarte de eso, Isabel.

Isabel dejó de un lado lo que estaba haciendo para darle su atención.

—¿De qué deseas hablar?— le preguntó.

—Jassier y tú, su relación.

Isabel chequeo su lengua, aquel tema era algo ente ellos dos pero sabía que en cierta forma preocupaba a los familiares más íntimos de la familia.

—Fakir...

Empezó a protestar ella.

—Escucha primero— le pidió ella—, sé que cuando el te dejo allí te sentiste molesta y traicionada, tienes el derecho a estarlo pero él te eligió y sobretodo tu seguridad pasando por alto muchas tradiciones y protocolos, no le importó nada. Él también se sacrificó dejo ir a una parte de él contigo y no lo estoy diciendo literalmente, Isabel. A veces solo queremos ver lo que deseamos pero realmente nos ponemos en los pies de el otro, las responsabilidades y las consecuencias de sus actos.

《Él no solo vela por ti y tu hija, si no por ciento de personas que depende de sus desiciones y sus buenas acciones; no te digo que lo perdones y le des pase libre, él también debe aprender a escucharte y sobretodo a respetar tus desiciones pero quiero que entiendas una cosa si decides ir por esa puerta y no regresa esa serpiente vendrá aquí y jugara con su mente y se apoderara de todo, no le creo que sea del todo inocente y yo también le sigo la pista. No pienses que no tienes enemigos Isabel porque los tienes y como dicen "Cuidate del agua mansa, que de la brava me cuido yo", una mujer celosa es capaz de todo.

—Fakir... lo sé pero simplemente no puedo ahora ceder, yo quiero saber que es lo que quiero. No quiero que por tener a Layla tenga que pensar en ello, no quiero vivir en lo que hubiera hecho quiero tener la certeza de cada paso que doy, espero y me entiendas.

—Solo te queda pensar si quieres irte luego del plazo o quedarte Isabel, piensa si amas lo que haces ahora o lo que tu era tu vida hace un año y medio  atrás— fueron sus últimas palabras antes de marcharse.

Isabel refunfuño pero luego de un par de minutos abandonó el despacho luego de la charla con Fakir su cabeza no podía parar de preguntarse "¿Qué es lo que realmente quería?¿Era feliz ahí junto a su pequeña?¿Podia con todas esas responsabilidades?" Tenia respuestas para todas esas preguntas que se formulaba en su mente pero la desconfianza llegaba ante la últimas de sus interrogantes "¿Jassier haría lo mismo otra vez si su vida otra vez corriera peligro?¿No le daría tiempo a decidir por ella misma?" Y para esas no tenía respuestas claras o pensamientos contundentes.

Aquella se trataba sobre ceder, cuando habían estado en el viejo palacio esos dos días habían sido maravilloso no de forma romántica, si no la forma en cómo ambos se complementaban como familia, ese apoyo sin decir una palabra. Habian conversado sobre sus sentimientos y  como fue la manera abrupta en que se separaron quería entender a Jassier pero no podía por más que quería para ella el amor se trababa sobre luchar y siempre ser sincero con la persona que amamos.

Por esa razón simplemente no podía ceder. No podía perder toda el valor que había reunido en el último año y solo tirarlo por la borda y ir corriendo y decirle que le perdonaba porque él también le debía una disculpa a ella.

Ella a él por ocultar su embarazo y él a ella por no decirle lo que realmente ocurría.

Layla era lo único que hasta ahora los mantenía unido. Entro en el cuarto de la pequeña en silencio al no escuchar algún sollozo y se derritió al ver a Jassier cargar a la pequeña de tan solo un mes, cada día que pasaba se parecía más a ella aunque sus ojos fueran iguales a los de su padre.

Isabel se recostó de la pared observandolo arrugar a la pequeña contra su pequeño.

—Veo que llegaste antes que yo— hablo ella, Jassier le sonrió a la pequeña Layla quien se encontraba con los ojos entecerrados y su manita sostenía su dedo.

—Tengo media hora aquí, pero ella no quiere soltar mi dedo, se hace la dormida y cuando intento ponerla en su cuna empieza a llorar— dijo él con voz afligida.

No le gustaba ver ni oír a la pequeña llorar.

—La malcreras si la cargas cada vez que empieza a llorar porque la pones en su cuna— se rió ella y se acercó a donde estaban padre e hija y la alzo en sus brazos—. Le daré pecho.

Dos horas después con la pequeña ya dormida ambos se marcharon a su recamara, Jassier quería hablar sobre lo que Fakir había charlado con él pero no quería presionar la y sentir como si la estuviera poniendo contra la espada y la pared.

—Isabel...— la llamó, ella volteó la mirada en su dirección dejando el libro que había sacado de la mesita de noche.

—Dime.

Jassier suspiro y desordeno su cabello pasando sus dedos desesperadamente por este.

—Es sobre tu desición... yo solo quiero, saber si...

Isabel prefiero decir lo que ahora le parecía correcto antes que seguri aquella conversación.

—No preguntes algo de la cual no tengo respuesta Jassier ahora mi mente es como una tormenta, todo es confunso— expresó ella, dejando a un lado lo que leía—. No me preguntes, cuando este lista para decidir sobre ello te lo diré. Más no significa que este pensando en darte una oportunidad.

Jassier le dio una última mirada antes de arreglar las cosas en el sofá de la habitación, cuando estaban apunto de ir a dormir el estruendo de la puerta hizo a Jassier salir rápido de las sábanas y abrir la puerta, se sorprendió al ver a Amir un tanto exaltado y pálido.

—El jeque de Aquena a muerto— murmuró como si todavía no lo pudiera creer—, o más bien ha sido asesinado.

《Y esto involucra al caso, su majestad.

—¡Joder!

Amir asintió con la cabeza desesperado.

—¡Joder!— repitió él.

👍🤪Los súper quiero, muchas gracias por el apoyo.
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