|Capítulo 015|

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Al regresar al palacio Isabel solo pudo pensar en todas las personas que tenían acceso a ella de manera más íntima aunque también podría ser una suposición, en aquel momento no le asustaba lo que le pudiera pasar solo había una cosa en su cabeza "Layla". Aunque la desesperaba sentía como sus piernas temblaba estaba completamente segura que no podría mantenerse de pie si no fuera por Jassier quien la había ayudado a ingresar al auto.

—¿Cómo?— preguntó con la voz apunto de estallar en lágrimas.

—Lo descubriremos, pero ahora tenemos que ser cuidadosos— le dijo tomándole de la mano—. Afortunadamente tome esos exámenes preventivamente, si no lo fuera hecho....

—Quien supiera cuando lo hubieras descubierto— dijo ella completando lo que tal vez pasaba por la mente de Jassier—. Es contra mí y solo hay una persona que se beneficiaría de ello

Jassier abrió su boca ligeramente de manera incrédula.

—No lo creo... Ella nos ha ayudado a descubrir muchas cosas— la contradijo de inmediato, tal vez eran celos o los malentendidos entre ellas dos.

—Es la primera persona en la que pensé— repitió soltando un suspiro—, tienes que considerar a todos ¿Lo prometes?

—Lo haré, pero trata de actuar con naturaleza— le aconsejo—, no quiero que se alarmen y se escondan.

— Trataré pero toda esta situación me parece espeluznante— lo miro a los ojos y mordió sus labios ligeramente intentando no romper en llanto—.No quiero que nada le suceda.

—Nadie lo hará— le prometió y paso su brazo por sus hombros atrayendo la contra su pecho—. Tendremos que trabajar juntos para esto ¿Esta bien?

—Sin secretos.

Jassier asintió y la abrazo hasta llegar al palacio aunque no quisieran admitir ambos caminaban apresurados hasta el cuarto de la pequeña, y vieron que Malissa salía de la habitación, Isabel tuvo que controlarse aunque no le agradaba si era ella no podía ponerle en alerta, en el fondo de su intuición le decía que era ella. Torció un poco el gesto pero sonrió.

— Pase haber a la pequeña— dijo explicando el motivo del porque está ahí.

— Entonces ya puedes retirarte— le dijo Jassier, ella lo detuvo tomándole del brazo. Isabel sintió una rabia incomprensible cuando le vio sonreír de manera coqueta.

—Pense que podíamos hablar —dijo sonriéndole abiertamente.

—No creo que sea adecuado, hablemos mañana en mi despacho—dijo mientras apartaba su agarre—. Si me permiten, entraré a ver a Layla.

Jassier entro en la habitación dándole una última mirada de advertencia a Isabel.

—No sabía que podías ser así de descarada— le dijo de manera sarcástica.

—Solo trato de recuperar lo que es mio— dijo quitando la sonrisa de su rostro—. Lo que tú robaste.

—Yo no robe nada, es mi porque así lo decidió — le dijo pasando a su lado tomándole la mano y apretándola fuertemente—. Conozco a las de tu clase y no creo que seas tan distinta que tú padre puedo ver detrás de toda esa fachada.

«Ahora creo que deberías irte a tus aposentos. No vaya hacer que intentes morder algo más.

Esas fueron sus últimas palabras para ingresar a la habitación.

—¡Wow! Eso fue increíble— dijo al ingresar y soltar una risita.

—Veo que te diviertes—dijo mirándola para después regresar su mirada a la pequeña Layla.

El regreso del Jeque ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora