1- El comienzo

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-¡Diablos!-

Wow, que buena manera de comenzar Naomi querida.

Tomé mi celular del suelo y lo llevé a mi oreja. Mi hermana estaba tan ocupada con su novio, que una vez que se acordaba de mi, debía atenderle la llamada. Por más que no tuviera humor de hablar con nadie, tenía que mantener informada a mi familia, me matarían de lo contrario.

-¡Hey!- me gritó eufórica, haciendo que mi tímpano duela. La estaba insultando en los cuatro idiomas que se, justo en ese momento.

-Cass, si sabes que no soy sorda ¿verdad?- le dije mientras comenzaba a caminar, arrastrando mi maleta. -Bueno, al menos no lo era hace un minuto.-

- Tranquila fiera ¿porqué ese humor?- preguntó mi hermana, yo rodé los ojos recordando lo mal que venía mi viaje y llegada a New York.

- El vuelo fue pésimo; tenía a un niño pateando mi asiento, luego lloraba porque estaba aburrido, luego porque tenía hambre, luego porque se asustó con la película que miraba, no pude comer nada porque no tenían menú vegetariano y no pegué un ojo en todo el viaje.- el peor vuelo de mí vida.

- Bueno sis, es sólo un vuelo, no permitas que eso arruine nada de lo que te está pasando...- pero no terminaba ahí.

- Eso no fue todo; estuve esperando dos horas por mi maleta porque la extraviaron, cuando me la devolvieron tenía una calcomanía rota, compré un café y me lo vendieron frío, cuando bajé del coche pisé excremento de perro, y por último cuando me llamaste mi celular cayó al piso. Tiene una linda linea en la pantalla ahora.- concluí y respiré profundo.

-Bueno... dicen que pisar excremento de perro es de buena suerte. Busca el lado positivo... viste a Kian ¿no?- enseguida la imaginé sonriendo al otro lado de la línea.

-Pfff no. Charlotte tenía turno con el pediatra, así que sólo Jared me buscó al aeropuerto.- hice una mueca, porque mi hermano me dejó en la Universidad y se fue volando. Estaba ansioso por saber cómo estaba su bebé, de eso dependía que pudieran viajar hasta Bristol para éstas vacaciones mañana. Me sentí desilusionada, pero me alegraba que él estuviera pasando por algo tan hermoso como ser papá, y apreciaba que se tomara el tiempo de llevarme desde el aeropuerto hasta la Universidad de Columbia. Él vivía en Los Ángeles, tenía una hora de viaje hasta donde yo estaba, le agradecía mucho por preocuparse.

-Hermana, estás maldita...- me dijo ella con un toque de compasión en la voz, la verdad hasta yo misma me daba lástima.

-Lo sé, siento que va a ser un pésimo día, un pésimo semestre o tal vez un pésimo año...- ya me veía venir un año de mala suerte.

- No no no, calla esa boca. ¡Piensa en conejos blancos! ¡Estás en Columbia! Nada va a arruinarte ésto hermana...- escuché un ruido que ignoré por completo.

-Espero tengas razón, si Jared viaja a Bristol por un mes se me hará difícil teniéndolo lejos...- oí a mi hermana reír... -supongo que Tania me ayudará a sobrellevarlo...- volví a escuchar la risa de Cass.

-Sin dudas, verás que irá todo bien...- dijo ella parando de reír.

-Sólo espero que mi compañera de cuarto no haya vuelto aún...- dije mientras arrastraba mi valija por los pasillos de la universidad. Me sorprendí al ver muy pocas personas rondando, supuse que porque las clases comenzaban en unas semanas, sólo a mi se me ocurría volver antes.

-Sólo voy a decirte que no seas dura con ella, intenta ser su amiga, no quieres llevarte mal con tu compañera de cuarto...-

- Eso no depende de mí...- escuché ruidos raros del otro lado del teléfono, como si mi hermana estuviera comiendo. O cómo si... -¿Estás con Francisco verdad?- mi hermana rió fuerte, y luego otra risa se unió a ella.

(Des)Afortunados Amigos #2Where stories live. Discover now