"¡Lan Zhan! ¿Te gusta el BL?" ✧ WangXian [COMPLETA]

12. No voy a mirar, lo prometo

El corazón de Lan Zhan casi detuvo sus latidos, quedándose estático en el lugar, como una estatua en un museo. Por supuesto que Wei Ying no lo soltó, es más, lo abrazó aún más fuerte sin ninguna posibilidad de escape.

No sólo sus orejas se pusieron rojas, también todo su rostro. Lan Zhan parecía una fruta recién madurada que echaba humo.

"¿Hasta de un abrazo tienes vergüenza? Parece que alguien no tiene mucho contacto físico con la gente" Wei Ying se burló con regocijo.

Ese fue el límite para Lan Zhan, que exclamó un:

"¡Wei Ying!"

Wei Ying continuó burlándose durante varios minutos más. Ahora que iban a ser amigos, el bullying estaba asegurado. Lan Zhan solo podía sonrojarse más y más a cada segundo que pasaba.

"Está bien, está bien. Te dejaré estudiar" comentó cuando creyó que ya era suficiente.

Al final, se quedó a un lado suya. Wei Ying a este alturas no se sorprendió de la eficiencia que tenía Lan Zhan, recuperando la concentración a una velocidad asombrosa.

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Ambos pasaron estudiando el resto del día. Bueno, Lan Zhan en realidad, Wei Ying solo fingía hacerlo. Se podría decir que ya era un experto en la técnica del engaño.

También, estaba el hecho de que fue la primera vez que Lan Zhan se encontraba a su lado. Él necesitaba estar en soledad cuando quería enfocarse en una tarea en específico. Pero con ese hombre a su lado... ¡Imposible hacer algo! 

Cuando el sueño casi logra vencerlo, Lan Zhan al fin pareció terminar su sesión, recogiendo sus cosas. Wei Ying feliz, hizo lo mismo, recuperando la energía poco a poco.

"Vamos a divertirnos Lan Zhan, ¿qué quieres hacer?" Canturreó Wei Ying moviendo su brazo de un lado a otro.

Sin quererlo, Lan Zhan recordó la vez que Wei Ying leyó en voz alta aquel relato desvergonzado. Ah, ¿por qué justo ahora?

"...Nada" murmuró mirando hacia otro lado.

Wei Ying no entendía porqué se había avergonzado de nuevo esta vez, ¡si no dijo nada! Este hombre era un misterio para la humanidad.

"¡Que aburrido! Venga, dime qué te gusta hacer. Podemos ir a por algo de comida o ver vídeos estúpidos"

Wei Ying estaba intentando con todas sus fuerzas que el florecimiento de esta amistad avanzara. Pero Lan Zhan era tan difícil como un problema de matemáticas.

"En dos días comienzan las exámenes" declaró Lan Zhan, ignorando lo que Wei Ying había sugerido con anterioridad.

Soltó un largo suspiro, su rostro rígido. ¿Cómo era capaz de disolver la diversión en cuestión de segundos?

"La concentración es importante" continuó Lan Zhan.

"Descansar también lo es" le refutó Wei Ying con un puchero.

Lan Zhan también suspiró, e ignorándolo se levantó en dirección al baño, prefería abstenerse de mirarlo por el momento.

"¡Oye!" Se quejó.

Sin poder hacer nada, Wei Ying quedó tanto solo como herido. Si que iba a ser difícil que él y Lan Zhan se terminaran de llevar bien.

Permaneció quieto hasta que escuchó el sonido del agua caer en la distancia. Estaba seguro de que Lan Zhan preferiría hacer cualquier otra cosa antes que estar con él.

Debatiendo este hecho, poco tiempo después el silencio volvió a reinar en la distancia. Wei Ying esperaba que volviera a la habitación, pero grande fue su sorpresa cuando pasaron alrededor de quince minutos y Lan Zhan aún no regresaba.

Se extrañó bastante, aunque sus dudas fueron resueltas cuando vio un toalla perfectamente colocada encima de la mesa. Este era el motivo de su ausencia.

Wei Ying soltó una risita, tomando la toalla en sus manos, después se dirigió al baño. Lan Zhan era demasiado vergonzoso como para pedirle un favor de ese tipo, así que se la llevaría él mismo como buen amigo al que le importaban las preocupaciones ajenas.

"Lan Zhan, voy a pasar"

Por supuesto que Lan Zhan se sobresaltó al máximo, su corazón cayendo en el pozo de la desesperación. No dijo nada y permanecido estático dentro de la ducha. Si bien ya llevaba un largo tiempo allí... ¡Era una situación horrible para él! En verdad no podía hablar.

"¿Lan Zhan?" Volvió a repetir. "No voy a mirar, te lo prometo"

Wei Ying rió. Cumpliría su promesa así que tapó sus ojos con una mano, dejó la toalla en el lavamanos y enseguida salió del cuarto de baño.

El color regresó a la tez pálida de Lan Zhan, incluso ya podía respirar con normalidad, el oxígeno de vuelta a sus pulmones. Relajó sus músculos tensos, abandonando la ducha para tomar la toalla que Wei Ying había dejado.

Observó la tela en sus manos, suspirando en alivio. ¿Qué si Wei Ying lo hubiera visto expuesto? ¡Sería el fin de su dignidad! ¡Incapaz de recuperar algo de cara!