13. Déjame cuidarte

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Rebuscando en ropa ajena, Wei Ying tarareaba una animada canción

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Rebuscando en ropa ajena, Wei Ying tarareaba una animada canción. Lan Zhan aún no abandonaba el baño, haciendo quién sabe que cosas. Quizás, todavía continuaba avergonzado por los recientes hechos. Es por eso, que Wei Ying aprovechó para hurgar en sus pertenencias, sacando prenda tras prenda sin remordimiento alguno.

Pronto el suelo quedó inundado con las cosas de Lan Zhan, hasta en eso era aburrido. Su vestuario básicamente consistía en prendas de un mismo color: blanco, blanco y blanco. Bueno, también algunas negras, otras cuantas azules, la mayoría con un estilo simple o formal. A excepción de su blandito pijama, lo demás se presentaba acorde a su personalidad, es decir, amargada como decía siempre Wei Ying.

Bueno, ¿qué otra cosa se podía esperar?

Lan Zhan al fin salió. Wei Ying pudo ver que si rostro continuaba rojo, algo alterado. Cuando el otro fijó su vista en él, frunció su ceño.

"¿Qué haces?" Lan Zhan le cuestionó, observando como aún jugaba con sus ropas.

Wei Ying sin mirarlo dijo: "Aburrido, aburrido"

Encima de Lan Zhan aparecieron líneas negras, quería huir cuanto antes o esconderse en algún lugar profundo.

"Aquí tienes"

Wei Ying le tiró su pijama y una prenda de ropa interior. Ya era tarde, y suponía que no tardaría mucho en irse a la cama.

Cuando Lan Zhan huyó de nuevo a vestirse, Wei Ying aprovechó también para ponerse sus ropas más cómodas. Subió a la cama de arriba, y se acurrucó entre las blancas sábanas, pareciendo un gran bollo.

Por supuesto, había dejado todas las pertenencias de Lan Zhan tiradas en el suelo. Él se olvidó, o más bien, no tenía ganas de recoger. Sin otro remedio, cuando Lan Zhan salió una vez más, ya calmado, tuvo que guardar sus propias cosas y ordenarlas de nuevo. Lo hizo sin quejas, ya que existía cierto sentimiento en su interior que no le permitía enfadarse con Wei Ying por mucho que lo molestara. Esto se vio reflejado en sus comportamientos anteriores.

Wei Ying ya no le prestó atención, quedándose absorto leyendo, para caer después en un sueño profundo.

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A la mañana siguiente, un acontecimiento vergonzoso se repitió. Wei Ying amaneció encima de Lan Zhan, su cuerpo enredado cual koala y sin intenciones de apartarse. Al darse cuenta, enseguida se apartó, con su corazón latiendo a mil por hora.

¿Qué mala costumbre había adaptado su cuerpo por las noches? ¡Bajando a la cama de Lan Zhan para dormir abrazo a él! Su cerebro sin duda, adquirió varios errores para cometer semejantes actos impropios de su persona.

Cuando se recuperó de la impresión inicial, Wei Ying notó algo extraño. Lan Zhan aún continuaba durmiendo, además de que ya pasaban de las cinco de la mañana, siendo esa su hora habitual para levantarse.

Acercó una mano a su frente, percibiendo enseguida el calor anormal en su cuerpo. Sin dudarlo, Lan Zhan se enfermó durante la noche o antes.

"Eso te pasa por salir siempre sin ropa" le dió un leve golpe en su frente y después salió corriendo.

Wei Ying tampoco era un desalmado. Si alguien estaba mal, con seguridad lo cuidaría dentro de sus posibilidades. Es por eso, que regresó a los pocos minutos con paños húmedos además de medicamentos.

En este punto, Lan Zhan despertó, abriendo a medias sus ojos claros, que se presentaban desenfocados. Lo primero que vio, fue por supuesto a Wei Ying, quién ya colocaba uno de los paños en su piel.

"Al fin despiertas. ¿Cómo te sientes?"

Lan Zhan recuperó el sentido de la orientación, y en pocos segundos se sentó en la cama con un movimiento brusco.

"Las clases..." Fue lo primero que dijo.

"¡Quieto! Vuelve a tumbarte, tienes que descansar" Wei Ying lo empujó de nuevo hacia la cama.

"¡Pero...!"

"Lo importante ahora es que te recuperes. Déjame cuidarte" metió una de las pastillas en su boca. "Tómate esto y en unas horas estarás mejor"

Le acercó un vaso de agua que Lan Zhan tardó varios segundos en aceptar. Al final bebió, dejando que el medicamento bajara por su seca garganta. Debido al calor de la fiebre, todo su rostro estaba ardiendo en rojo, así que pudo disimular su vergüenza sin ser atrapado. Más aún, cuando Wei Ying le dedicó una gran sonrisa, demasiado hermosa.

"Me quedaré contigo hasta que mejores" Wei Ying le comentó.

Lan Zhan lo miró preocupado. Wei Ying enseguida entendió.

"Tengo a mi querido amigo Jiang Cheng para que me pase los apuntes. Después de todo, los exámenes aún comienzan mañana" contestó con descaro, bastante seguro de que su querido amigo como decía él, sería capaz de ayudarlo.

La preocupación nunca decidía aparecer en su cuerpo. Wei Ying confíaba en sus habilidades para aprobar sin haber estudiado mucho.

Lan Zhan permaneció sin decir nada, frustrado y enfadado. Él no acostumbraba a quedarse quieto, necesita ser productivo o se sentiría mal consigo mismo. Tan responsable, por lo que perder un solo día de estudio resultaba un pecado imperdonable.

Por otra parte, el agradecimiento se hizo presente. Suponía que Wei Ying tendría mejores cosas que hacer. En cambio, decidió quedarse a su lado, ayudándolo e incluso trayendo medicamentos. Esto solo creaba falsas ilusiones en su mente y escenarios imposibles.

Era simple voluntad. Wei Ying no lo ayudaría por los motivos que él pensaba.

Se tumbó en la cama, dándose la vuelta para enfrentar a la pared, sin ganas de mirarlo.

"Seguro no te gusta que te ayuden, pero es necesario. Bien, te dejaré descansar, si necesitás cualquier cosa dímelo"

Fue lo último que escuchó, antes de que Wei Ying se fuera de su lado, subiendo a su propia cama. Bajó sus párpados, ocultando esos aguados ojos que derramaron un par de tímidas lágrimas, tanto tibias como cálidas, amargas y saladas.

Cuando recuperara su estado normal, ¿Wei Ying volvería a ser amable con él? Al igual que esta vez.

¿O simplemente continuaría con su actitud bromista?

Quiso ignorar la multitud de tonterías presentes en su mente. Para su desgracia, dichas tonterías no hicieron más que acentuarse, opacando el dolor de su cuerpo enfermo.

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"¡Lan Zhan! ¿Te gusta el BL?" ✧  WangXian [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora