"¡Lan Zhan! ¿Te gusta el BL?" ✧ WangXian [COMPLETA]

23. Ese chico extraño otra vez

Los sentimientos negativos invadieron a Wei Ying de forma amarga y sofocante. ¡Para que tener amigos si no te hacían caso! O al menos, para entenderlo, cuando su estado anímico caía en picado debido a la tristeza que le ocasionaba el tener que asistir a las aburridas clases.

Los primeros días fueron así, asistiendo a clases, fingir que atendía y regresar a su hogar sin muchas expectativas emocionantes. Wei Ying sentía que el pasar del tiempo era deprimente.

En cuestión de semanas cada una de las materias se habían vuelto extremadamente pesadas, y aunque no quisiera, tendría que prestar especial atención y esforzarse un poco más. Por este motivo, cada vez que abandonaba el edificio, se sentía como el final de una larga batalla.

Cuando el tiempo pacífico volvió a ser recuperado, Jiang Cheng y Nie HuaiSang accedieron a pasar más tardes con él, convirtiéndose en salidas continuas. El lejano amor que parecía haber desaparecido al inicio, parecía estar regresando.

En una de esas tardes cualquiera, los tres amigos se encontraban reunidos en la casa de Wei Ying, con la supuesta excusa de estudiar para los exámenes del mes que viene. Al menos, Jiang Cheng si tenía esa vaga intención, que se disipó con el fluir de los minutos. Wei Ying y Nie HuaiSang eran un caso aparte. 

Wei Ying tiró sus materiales a un lado, como si no tuvieran importancia, y después se recostó sobre el frío suelo. Nie HuaiSang a un lado lo imitó, mientras ponía sus ojos en blanco.

"¿Para que queríais venir aquí en un principio?" preguntó Jiang Cheng en un tono molesto.

"Técnicamente si hemos cumplido eso de estudiar, aunque sólo hayan sido quince minutos" dijo Wei Ying desde esa misma posición.

"Lo que dijo él" Nie HuaiSang añadió.

Jiang Cheng soltó un largo suspiro. "Entonces me voy, mi hermana me necesita"

Antes de que pudiera levantarse, Wei Ying tiró de su muñeca para que volviera a caer. "¿Qué le ocurre?"

"No te importa" contestó aburrido.

"¿Como no me va a importar lo que le ocurra a una chica tan guapa?" Wei Ying bromeó, utilizando ese tono burlón tan característico en su persona.

Este hecho solo hizo que le enfado de Jiang Cheng incrementara unos cuantos niveles, apunto de cometer un crimen imperdonable. A Wei Ying siempre le encantaba molestar a Jiang Cheng con este punto, su personalidad coqueta saliendo a relucir, aunque en realidad apreciaba mucho a su hermana.

A pesar del enfado, Jiang Cheng lo ignoró y se fue. Wei Ying rió por esta reacción tan típica en él, y se entretuvo con Nie HuaiSang hablando sobre teorías extrañas, dejando completamente sus responsabilidades escolares en lo más profundo del olvido.

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Así los primeros exámenes en ese curso habían llegado, la peor época para cualquier estudiante. Wei Ying tuvo que sufrir el ambiente aburrido de esos días, vislumbrando el agobio de la gente a su alrededor. No es que no le importara, o quizás si existiera una pizca de indiferencia, pero Wei Ying era alguien con escasas preocupaciones en lo que a ese tema se refería.

Como de costumbre, fue el primero en acabar el examen en su clase, permitiéndole abandonar dicho lugar estresante ya que era última hora. Decidió esperar a que Jiang Cheng y Nie HuaiSang también salieran, para su desgracia y debido al volumen de alumnos, fue imposible que compartieran aula.

Mientras esperaba aburrido, observó que unas cuantas voces acercarse en su dirección. Al rededor de tres chicas venían acompañadas de un chico bastante alto, quién tenía una expresión indiferente dibujada en su rostro.

Wei Ying abrió sus ojos en sorpresa, era ese chico extraño otra vez. Cuando pasaron por delante suya, él pareció darse cuenta de su presencia, intercambiando un par de miradas rápidas. Después, el amplio pasillo volvió a quedar tan silencioso como siempre.

No supo por qué, pero Wei Ying se sintió un poco agitado, ¡su clara mirada era capaz de derretir el mismísimo hielo! Aunque también envidió como las mujeres andaban detrás de él.

De todas formas, no sería la última vez que tendría la ocasión de verlo. Sus caminos se habían entrecruzado, para siempre permanecer así.