LÁGRIMAS DE ORO

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CAPÍTULO 10

Terry estaba frente a la mujer por la que habría dejado todo para vivir una vida junto a ella. Savanna, estaba más guapa que antes y parecía también que había madurado., pero era solo eso, una mujer hermosa y adulta, ya no era la mujer que pensó que con solo verla iba a regresarle el amor que una vez sintió. Aún así Terry no podía dejarla desamparada. Se encargaría de que Savanna estuviera bien, Y apesar de estar frente a Savanna, Terry no podía apartar a Candy de su mente, Las imágenes de Candy desnudándolo con esos ojos verdes que son tan bonitos y deslumbrantes. La figura de su cuerpo que lo volvía loco de deseo, y su piel suave y blanca que era toda ella, su olor. Entonces, Terry sintió en sus labios los besos de Candy y sabor embriagador. Y después Terry imagino a Candy entre sus brazos gimiendo...

Demonios, por qué ahora.

Pero Terry en realidad tenía algo más que le molestaba.

¿Por qué Candy tenía que haber dicho lo de Neil Llegan, precisamente esa noche?. Soy un maldito jiripollas. Pensar que ese pedazo de desecho humano hubiera puesto sus manos en mi mujer, me hacían sacar la bestia que tengo dentro.

¿Ese fue el motivo para alejarte de Candy, Terry?

No lo sé, pero estoy furioso con Candy.

¿Pero Candy ahora sabe de Savanna?

Mierda, no quiero pensar en eso ahorita. Recordarla con lágrimas en sus mejillas, es algo con lo que no puedo luchar. No ahora.

—¿Me echaste de menos durante estos años? Savanna preguntó haciendo que Terry recordara que estaba ahí, Savanna hablo con una voz melosa.

El día, cuando Savanna se había marchado. Lo había hecho por qué tenía miedo. No tenía miedo de convertirse en una esposa. Savanna tenía miedo a la vida que llevarían juntos, Terry y ella. Habrían tenido que trabajar duro para tener un lugar decente, para todavía llevar una vida llena de carencias, que los iba a destruir, por qué cuando el hambre entra por la ventana, el amor se acaba y sale por la puerta, Savanna sabía lo que era llevar una vida así, lo vivió con sus padres. Sin embargo siempre había estado esperando reunirse con Terry algún día. Cuando Savanna supo que Richard GrandChester había muerto y que Terry tenía el título y su herencia, Savanna no lo podía creer, Savanna conocía a Terry, y él no habría aceptado si se hubieran casado, pero después a Savanna le llegaron más rumores. Terry se presentó en actos sociales con una mujer rubia. Una rubia muy hermosa. Deslumbrante. Entonces Savanna supo que tenía que volver. Habian pasado más de tres años para este momento, Y ahora que lo tenía a unos pasos, Savanna se dió cuenta de haber hecho lo correcto. Terry y ella tendrían una vida decente y ella se encargaría de hacerlo feliz y tenerlo satisfecho.

No era tarde para ellos. No lo era.

Terry no sabía cómo responder a la pregunta de Savanna. Él quería decir que sí siempre le estaba echando de menos, pero decirle eso, sería una mentira, Cierto, era que la buscó, y cierto era también que él la había hecho regresar, por decirlo de esa manera. Pero ahora que por fin la tenía allí, Terry no sentía que se volviera a enamorar de ella. Ya no había esa atracción que siempre había tenido por ella, vaya, Terry ni siquiera estaba molesto con ella.

¿A dónde se fue todo el amor que sentía por ti Savanna?

El la mente de Savanna la pregunta de por qué Terry estaba tan distante empezaba a molestarla. No podía perderlo, ella lo amaba. Sin pensar más, fue Savanna la que se acercó a Terry, sin esperar más, lo abrazó por la cintura, se pegó la cabeza en el torso de Terry y dijo;

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