Día 6. Silencio • Hamlet

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Fandom: Hamlet, William Shakespeare

Personajes: Horacio, menciones de Hamlet

No CW


Los papeles fueron sacudidos por la brisa tibia que se coló por la ventana. Horacio no hizo caso al revoloteo de las hojas cuando cayeron al suelo, quedándose de pie frente a la ventana abierta incluso cuando la vela a su lado se apagó. Su mirada estaba alzada hacia la luna llena, que iluminaba lo suficiente como para reemplazar la luz cálida que antes le brindaba la vela. El viento era tan suave afuera que apenas se escuchaba, las calles vacías, el ambiente siendo adornado por algún ladrido lejano y, si Horacio cerraba sus ojos y se concentraba, podía escuchar el oleaje del mar a lo lejos.

Hacía unos días Hamlet había partido a Inglaterra, y desde ese momento, Elsinor se sintió en completo silencio. Quizás era la imaginación de Horacio, pero desde que el príncipe se embarcó bajo la recomendación del rey, los pájaros dejaron de cantar en el reino, y el bosque dejó de murmurar cuando el viento pasaba a través de él. Lo único que se escuchaba era el eco de los pasos y las voces distantes en los pasillos del castillo, los ladridos vacíos en las calles desiertas, el aullido lastimero del viento y el palpitar de su corazón contra sus tímpanos.

Horacio abrió los ojos, tragando con dificultad, sus manos jugueteando con sus dedos en el intento de mantener alejada la ansiedad que le causaba el incierto del paradero del príncipe. Estaba acostumbrado a pasar largos periodos lejos de Hamlet, pero esta vez simplemente no se sentía correcto, en especial después de los sucesos ocurridos frente al rey. La luna se reflejó en sus ojos, que deseaban en silencio que Hamlet estuviese mirando al cielo en ese mismo instante, deseando sentirse aunque sea un poco más cercano a él, sintiendo el vacío en su estómago como un presentimiento de que algo malo ocurriría una vez ese barco llegara al puerto inglés.

Susurró unas palabras inaudibles, inmerso en sus pensamientos, esperando una respuesta de parte de su príncipe, cuando un golpe en la puerta le hizo tensar todos sus músculos y cambiar su mirada de la luna hacía la oscuridad de la habitación. Los golpes volvieron a sonar, y Horacio se apresuró a encender una vela, acercándose a la puerta, abriendo con cierta vacilación.

—Tenemos correspondencia para usted —dijo el sirviente, extendiendo una carta. Horacio la tomó con desconfianza, agradeciendo y cerrando la puerta. Se acercó al escritorio, pasando sobre los papeles en el suelo, dejando la carta y la vela sobre la superficie mientras se sentaba y abría la carta. Leyó con cuidado, su pecho calentándose al reconocer la letra de Hamlet escrita sobre el papel. El príncipe estaba bien, había vuelto a Dinamarca y le estaba pidiendo que se encontraran en el puerto.

Horacio se levantó apenas terminó de leer la primera carta, cerrando la ventana y cubriéndose los hombros con un abrigo, dejando la puerta asegurada tras su salida. Caminó por las calles de Elsinor junto a la luz del alba en el horizonte, jurando que a sus oídos acababa de llegar el canto de un pájaro que cruzaba el cielo pintado de rosa pálido en el que la luna aún permanecía.


Sigo atrasada, pero quiénes somos nosotros para juzgar. 

¿Ya les había dicho que escribir de a 500 palabras es mi pasión?

Fictober 2020 [ •BnHA • Hamlet• ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora