Día 8. Galleta • BnHA

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Fandom: Boku no Hero Academia

Personajes: Todoroki Enji | Endeavor, Takami Keigo | Hawks

No CW.


—¿Puedo contarte una historia? —Hawks preguntó, sentándose en una banca junto a un árbol lo suficientemente grande para hacerles una buena sombra. Endeavor no le respondió, sólo lo miró, dándole su confirmación con la expresión; Hawks sonrió, recibiendo el permiso mientras balanceaba sus pies—. Cuando entré a la secundaria solía pasar por estas calles de vuelta a casa. En esta esquina siempre había una señora con un carrito de galletas y pasteles, me costó un tiempo notarla, como nunca traía mucho dinero conmigo no podía distraerme en comprar cosas que no fueran necesarias...

Endeavor escuchaba de pie, con el rostro serio, pero, con una mirada de Hawks, entendió que la historia no sería corta, y que ocuparían la mayor parte de su pausa durante la patrulla, así que optó por sentarse al lado del chico.

—La primera vez que noté a la señora, me di cuenta de que vendía galletas con diseños de héroes profesionales. El diseño de Endeavor no era el mejor, pero era lo suficientemente tierno como para hacerme gastar mi dinero en una de ellas. Me llevé la galleta a casa y la guardé algún tiempo, porque me dio pena comérmela, además era de jengibre, y nunca me gustó el jengibre. Todos los días comencé a comprarle galletas de Endeavor, y con el tiempo nos hicimos amigos. Resulta que Endeavor era su héroe menos favorito, y su diseño era bastante complejo para ella, cuando me dijo eso me sentí un poco ofendido, así que le conté todos los motivos por los cuales eras mi héroe favorito. Después de esa charla me dijo que sí merecías mi admiración, y que comenzaba a ver a Endeavor con otros ojos; sus diseños después de eso mejoraron mucho.

Endeavor suavizó su mirada, alejándola de Hawks y fijándola en el cemento de la vereda, haciéndosele difícil entender tal nivel de admiración por una persona que no conocías y que no te conocía.

—La señora era muy dulce, y sus galletas eran deliciosas, su popularidad iba mucho más allá del diseño. Cuando le comenté que estaba estudiando para ser un héroe profesional me regaló una caja de galletas con mi diseño y algunas con tu diseño. Creo que jamás me había encontrado con una persona tan buena... en mi vida no me he encontrado con muchas personas buenas tampoco, pero como sea, resulta que ella estaba ahorrando para poder poner su propia pastelería. Después de eso estuve demasiado ocupado como para volver a verla y perdí su contacto. No sé nada sobre ella desde hace unos cinco años.

Hubo una pausa de silencio entre ambos, donde Endeavor pudo escuchar un suspiro por parte de Hawks, apretó su mandíbula, sacando su celular y enviando un mensaje a Fuyumi, estando seguro de que, hace algunos meses, ella había llegado a la casa con galletas como las que Hawks había descrito, rogando en silencio porque supiera la dirección.

—Y bueno, esa es mi historia de pausa de patrulla. La próxima vez te toca a ti —dijo Hawks, alzando los brazos y estirándolos sobre su cabeza, su espina sonando satisfactoriamente.

—No tengo historias para contar —Endeavor respondió, mirando la pantalla de su celular, sus llamas revoloteando cuando recibió la respuesta de su hija—. Vamos.

Ambos se levantaron, y Endeavor comenzó a caminar, esperando que Hawks lo siguiera sin hacer preguntas. La conversación unilateral no tardó en nacer de nuevo, la voz del más joven acompañándolos mientras caminaban por las calles del sector de patrullaje de Endeavor. Dieron vuelta en algunas esquinas, hasta que Hawks dejó de reconocer el paisaje. Caminaron por las calles desconocidas, resolviendo incidentes menores con los que Hawks no tenía problemas. Endeavor se detuvo frente a un local mediano con ventanales grandes.

—¿Pasa algo? —dijo Hawks, deteniéndose a su lado, mirando por la calle, buscando algún posible peligro. Endeavor suspiró, sujetándolo por los hombros y dándolo vuelta hacia el local—. Qué —Los ojos de Hawks se abrieron en sorpresa, y sus alas cayeron un poco mientras leía el nombre en el local y miraba la vitrina adornada con pequeños diseños temáticos—. Cómo...

Hawks se apresuró a entrar al local, una sonrisa enorme adornando su pequeño rostro, Endeavor lo siguió, apagando las llamas de su traje. Una campanilla advirtió la entrada de ambos, y, desde una puerta al final del local, salió una mujer mayor con un delantal a cuadrillé y la mirada baja mientras se sacudía las manos llenas de harina en la ropa.

—Bienveni... dos —dijo, su voz arrastrándose en sorpresa al ver a los dos héroes frente a ella. Su mirada estaba fija en Endeavor, y luego saltó a Hawks, una sonrisa dulce creciendo en sus labios— ¿Keigo? —La señora salió de atrás del mostrador, sus brazos extendidos rodeando a Hawks en un abrazo apretado, la sonrisa en el rostro de Hawks se asemejaba al de un niño abrazando a su madre—. Mírate. Estás tan grande. Te he visto en la televisión tantas veces, estoy muy orgullosa de ti. Y ahora estás trabajando junto a Endeavor, ¡pero qué honor!

Endeavor se mantuvo a un costado de la conversación, a menos que le pidieran algún comentario, mirando la felicidad desbordar de los ojos de Hawks como jamás lo había visto. Las galletas eran deliciosas, Hawks no había mentido en ello, pero no se pudieron quedar durante mucho tiempo, el deber llamándolos afuera, en las calles. La señora y Hawks se despidieron con un abrazo tan fuerte como el primero.

—Muchas gracias por su tiempo —dijo Endeavor, dándole una pequeña reverencia que la mujer correspondió.

—Sé que Keigo es grande y fuerte, pero, por favor, cuide bien de él, Sr. Endeavor. He visto contra lo que luchan. Ambos tengan cuidado.

—Lo haré —Endeavor respondió—. Cuidaré bien de él...


No sé, la idea se me hacía tierna y me puse soft.

Fictober 2020 [ •BnHA • Hamlet• ]Where stories live. Discover now