Fictober 2020 [ •BnHA • Hamlet• ]

Día 11. Muerte • BnHA

Fandom: Boku no Hero Academia

Personajes: Aizawa Shota | Eraserhead, Hizashi Yamada | Present Mic

CW: descripciones de muerte

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Hizashi apartó el cabello del rostro de Aizawa, buscando con desespero su mirada entre toda la sangre que lo ensuciaba y que continuaba emanando de las heridas, siendo imposible para Aizawa abrir sus ojos y devolverle la mirada. Las manos de Hizashi temblaban, un sujetándole el cuerpo y alzándolo levemente sobre su regazo, y la otra buscando indecisa dónde tocar sin hacer daño, tratando de esparcir más bien una caricia tranquilizadora; pero no podía asegurarle tranquilidad a Aizawa cuando él mismo estaba cayendo en la desesperación, sus lágrimas cayendo sin control y su respiración tan desequilibrada que terminaba por ahogarlo.

Aizawa se giró como pudo hacia él, su mano aferrándose al pecho de Hizashi, haciéndole el ademán de que se acercara. Apenas pudo abrir los labios, tratando de murmurar algo que salió en forma de suspiro.

—E-Eraser... —Hizashi tragó saliva, negando con la cabeza, sujetando en su mano la de Aizawa—, no... no te escucho...

Aizawa frunció el ceño, girando el rostro hacia el costado, su expresión contrayéndose en dolor mientras tosía algo más que sólo sangre. Hizashi no supo qué más hacer además de llorar, apoyando su cabeza sobre el pecho del otro, negándose a dejarlo ir.

—Quiero que... —La voz de Aizawa se hizo audible esta vez, y Hizashi se acercó más a sus labios, tratando de escuchar lo mejor posible entre su llanto, el ruido exterior y el zumbido en sus oídos—... cuides... a los niños... a Eri... Hitoshi...

Hizashi soltó una risa débil que sonó más como un quejido. Sin poder hacer nada más qué negar con la cabeza.

—No —dijo, su voz quebrándose. Movió a Aizawa, apretándolo contra su cuerpo sin importar que la sangre le ensuciara completo—. No. No, Eraser. Tú vas a cuidar a tus niños. Vas a ver, Recovery Girl se va a encargar de ti, ¿sí? En una semana estarás como nuevo. Vamos-

Trató de acercarse, de capturar la respiración de Aizawa, y sus ojos no alcanzaron a llenarse de lágrimas cuando estas comenzaron a caer sobre la ropa del otro. Su voz se apagó, y lo único que quedó en el aire fue su sollozo silencioso y tembloroso, mientras se aferraba al cuerpo en sus brazos que se enfriaba lentamente.

El papeleo no fue necesario y, cuando se reanudaron las clases, Hizashi entró al salón al que normalmente entraría con un ánimo y una voz estridente, sus pasos suaves y la expresión seria. Se paró en frente del pizarrón, mirando los rostros bajos de los niños en sus pupitres, sintiendo que su corazón palpitaba con lentitud, con una grieta que no se cerraría jamás.

—Niños, bienvenidos nuevamente a clases. De ahora en adelante yo seré su profesor encargado...

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Equis. Hace mucho que no escribía este tipo de muertes, pero quiénes somos nosotros para juzgar.