CAPÍTULO 8:EL PRIMER DÍA.

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Mi llegada al instituto fue extraña. Me encontraba con la moto aparcada delante de la entrada, cuando una melena rubia se acercaba a mí, y como no, ese rubio solo podía ser de una persona.

—Buenos días Elizabeth.

—Buenos días Alison. ¿Te has hecho algo diferente en el pelo?

—Unos reflejos, ¿te gustan?

—No están mal.

Justo después, vi acercarse el mismo coche que estaba antes en casa, y Alison fue corriendo a ver a Caleb. Yo me acerque para abrazar a Mike, solo hacía veinte minutos que lo había dejado en casa, pero lo echaba de menos.

Me di cuenta que todo el mundo nos estaba mirando, supongo que eso era lo que tenía ser los nuevos. Entonces justo por detrás apareció Jack. Me miró de arriba abajo y añadió:

—Veo que todo el mundo puede apreciar tu belleza.

—Buenos días a ti también.

Vi como Caleb nos miraba de reojo, pero me daba igual, él está con Alison, y yo podría decir que tenía algo con Jack. Entonces Jack me abrazó, y me llevó de camino hacía la entrada. Por la manera en la que todos nos miraban me dí cuenta que quizás había infravalorado a Jack por completo. Era más listo de lo que creía.

Cruzamos el pasillo, cuando me encontré cara a cara con Sofía. Ella seguía igual que hace una semana, aunque me parece que se notaba la tensión en el aire, ya que durante esta última, Diego, su padre, había pasado por casa un par de veces para ayudar, y además Mike no había vuelto hablar con ella desde la fiesta. Me miró con una cara cordial, y me dejó otra vez con Jack.

—Bueno, tu primera clase con matemáticas avanzadas ¿verdad?.

—¿Mike te lo ha dicho?

—Sí. ¿Te acompaño a clase o me voy?.

—Me las apañaré. Muchas gracias.

—Nos vemos a la hora de comer.

Fui a la clase de matemáticas cuando de golpe sonó el timbre. Estaba muy perdida, pero por suerte, encontré a un hombre, que me señaló la puerta de mi próxima clase. Cuando entre en ella obervé que tanto Caleb como Jo estaban en ella, y me fui a sentar en una mesa vacía. De momento prefería sentarme sola, ya que no conocía a nadie, y justo entonces el profesor me hizo levantarme para presentarme.

—Hola, me llamo Elizabeth Romero. Tengo dieciséis años, bueno, estoy a nada de los diecisiete. Lo siento por mi acento. Vengo de España. Así que supongo que esta soy yo, la nueva. —entonces vi como toda la clase se me quedó mirando, Caleb con más interés que los demás, y Jo solo me sonreía—. Bueno supongo que ya puedo sentarme ¿no?

—Si, por favor.

El profesor se puso a explicar, pero hablaba muy rápido y por eso no entendía nada. La hora se me pasó más o menos acelerada, y fui a hablar con Jo.

—Podrías hacerme un resumen de lo que ha explicado, quiero decir, que no me he enterado de nada.

—Vente esta noche a casa, estaremos todos.

—No lo tengo claro.

—Eli, llevas una semana sin salir. En mi casa, a las seis.

—¿Pero no habías dicho que iríamos por la noche?

—Cariño, aquí a partir de las seis ya es de noche.

—De acuerdo pues ahí estaré. Por cierto, ¿me podrías llevar a clase de Física?

INCANDESCENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora