13.

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Día de escuela para Manuel. Dani y Valentín saldrían a recorrer la ciudad ese día, así recordar cuando vivían ahí.

Con respecto a lo que habló con Martín, este no le había dicho mucho más de algo que involucrase al morocho. Con lo de Ania, se sentía bastante extraño, no que le molestara pero todo el rato se le daba vueltas en la cabeza la misma pregunta; ¿Cómo Ania conocía a Mateo?.

Nunca les había visto hablar o algo, apenas se saludaron aquella vez en su casa e intercambiaron miradas. Algo que se perdió y por eso ahora no tenía idea.

Tampoco tenía mucho tiempo de pensar en tanta cosa porque estando en clases y pensar en el alegato que sus padres habían tenido la tarde del día anterior lo tenía descolocado. Nunca los había escuchado discutir así, normalmente cuando existía alguna disconformidad lo hablaban como dos adultos responsables y cuerdos. Ahora pareciera que alguno hubiera asesinado a alguien. No logró entender sobre qué discutían, pero escuchó algo de parte de su mamá; "—¡No sé como mierda me casé con vos!".
Ciertamente eso iba a quedar en su cabeza, sus padres solo sabían sobre amor en su familia y de la nada escuchar eso fue un golpe muy fuerte. Tal vez algunos le dirían que era muy sensible pero él no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas y escucharlo cuando ya era grande y tenía una perspectiva de su familia y su vida como "perfecta" era chocante.

—¿Manuel? —Lo llamó Sofía, sacándolo de su mundo negro—. ¿Qué tenés que estás tan raro hoy día?

Manuel dirigió su mirada hasta su amiga y la abrazó. Élla por su expresión no entendió nada pero igual correspondió su abrazo. Cuando Antonia se percató de esto también se les unió. Aunque todos los miraran como que fueran unos raros por abrazarse en mitad de la clase, poco les importaba las opiniones ajenas.

—Señor Vainstein, el horario de noviar déjelo para los recesos o fuera del establecimiento —La voz del Maestro de Matemáticas.

Manuel sintió eso muy feo, de parte de un educador no era un buen ejemplo.

—Siempre rompiendo las bolas —Dijo alguien de más atrás. Manuel volteó y se encontró con Mateo mirando al profesor.

—¿Cómo dijo Palacios? —Reprendió Sergio.

—Tiene razón —Acotó Antonia, llamando la atención del profesor—. Nada de novias, somos sus amigas pero como usted no le ladra un perro que va a saber

Los compañeros del salón no pudieron contener las risas, provocando más enojo en el docente.

—Nosotros merecemos respeto al igual que todos. Poco más y nos trata de putas, y no es la primera vez. No se sorprenda si para la semana que viene no tiene trabajo —Atacó Sofía ahora.

Manuel estaba sorprendido realmente por tal acto de parte de sus amigas y de Mateo, de éllas se lo esperaba pero del morocho, para nada.

—¿¡Me está amenazando señorita García!?

—Tómelo como quiera señor Del Río —Volvió a Hablar Antonia, desafiante.

—Debería irse a un retiro espiritual y dejar de joder acá —Dijo Mateo por último.

El castaño miraba para todos lados. No se esperaba aquello. Nunca siquiera había sido presente en algo como eso pero al parecer Mateo y sus amigas si.

—¡Salgan de la sala ya mismo, los tres! —Ordenó Sergio, apuntando a la salida.

—Encantada me largo —Soltó la Pelirroja (Antonia). 

Mateo torció en una mueca pero igualmente se paró para salir junto a las otras dos.

—Señor Palacios —Lo detuvo aquel repugnante hombre—. Ahora ya sé porque todos dicen que Manuel es mejor que usted y mejor que cualquiera de este salón. Él único que es capaz de mantener respeto

De cabeza; Trueplikحيث تعيش القصص. اكتشف الآن