Sigo pensando en tí

701 106 53
                                    

- Dime, Osamu-kun. ¿Quién es Chuuya?-. Cuestionaba el nuevo padre de Shūji, el señor Dazai.

El niño había terminado de comer su hamburguesa. Sonreía con travesía al hombre, pensando si decirle o no quién era ese pequeño niño para él.

- Chuuya Nakahara-. Respondió. Limpió su boca y mejillas con un pañuelo.

- ¿El hijo de los actores?-. Ahora fue la mujer quien preguntó. - ¿Es tu amigo?

- No. Chuuya es mi novio, y me besó como regalo de cumpleaños. Fue el mejor regalo... y el único que pude tener-. Respondió con orgullo, recordando al pelirrojo y sonrojándose.

- ¿T-Tu novio? ¿Te gustan los niños, Osamu-kun? ¿No las niñas?-. Preguntaron al unísono. Estaban sorprendidos. Aunque tambien creían que se trataba de un juego de niños, un inusual juego que los adultos no podían entender.

- Seguramente estás confundido, hijo. Cuando crezcas, tendrás una novia hermosa-. Dijo el nuevo padre, preocupado por los gustos del castaño.

El niño negó con la cabeza y sacó de su bolsillo una fotografía de Chuuya. La observaba con una sonrisa, mientras un par de lágrimas salieron de sus ojos.

- Nunca tendré una novia. Porque Chuuya siempre será mi novio, y cuando crezca me voy a casar con él-. Abrazó la fotografía, poniéndola en su pecho, sintiendo sus latidos acelerados junto a ella.

Por otro lado, en casa de los Nakahara...

La madre de Chuuya estaba ausente en una de sus filmaciones en Tokio. El niño ojiazul no podía dejar de pensar en su novio. Estaba demasiado preocupado, y quería que su padre lo llevara a buscar a Shūji esté donde esté. Él quería verlo, abrazarlo y jugar juntos como la última vez, pero su padre estaba "ocupado en otras cosas" y no le importaba lo que su hijo sintiera.

- Papá, dile a esa señora que se vaya a su casa-. Lloriqueaba Chuuya desde el otro lado de la puerta.

Su padre estaba teniendo relaciones con esa mujer, otra vez, en ausencia de su madre. Chuuya estaba harto de la situación. Odiaba oír los ruidos que salían de ese lugar, quería desaparecer, pero las puertas estaban bajo llave y él no podía salir de casa.

- ¡¡Papá!! ¡¡Quiero ir con Shūji!!-. Tocaba la puerta más molesto que antes, pero nada resultaba. Se rindió, de nuevo.

TIEMPO ACTUAL, 18 AÑOS DESPUÉS.

Osamu Dazai, tenía la misma edad que Chuuya y Kunikida, 22 años. Asistía a la universidad de Detectives de Yokohama, aún cuando ya era un gran Detective. Había olvidado parte de su pasado, como su rapto y el apellido que tenía antes de ello. Sólo recordaba una cosa: a Chuuya. No podía olvidarlo, siempre había sido su único amor y persistía en él.

"Chuuya... Me pregunto si estás bien... Seguramente ya tienes una novia, o te volviste un famoso y reconocido actor con el que nunca tendría una segunda oportunidad..."

Pensaba Dazai. Estaba en la Agencia Armada de Detectives, su lugar de trabajo. Era uno de los detectives más holgazanes y estúpidos en cuanto a personalidad, pero era de los mejores en la resolución de cualquier tipo de caso criminal, al igual que Rampo Edogawa, y tenía su lado oscuro. Curiosamente, Doppo Kunikida, su amigo de la infancia, trabajaba como detective en el mismo lugar que él, sólo que el rubio no lo reconocía por ese nombre y no recordaba lo ocurrido cuando ambos tenían cuatro años.

- De nuevo estás en la Luna, Dazai. ¿Ahora que idioteces estás pensando?-. Cuestionó el rubio de los ideales, con enfado. Golpeó la cabeza del castaño con su cuaderno.

Dazai suspiró, continuando con su trabajo e ignorando el golpe.

- No son idioteces, Kunikida-kun. Pero tampoco es algo que deba interesarte. Sólo estaba pensando en mi único amor-. Respondió con seriedad. Se llevó una mano a su barbilla.

- ¡¡¿Ahhh?!! ¡¡¿Estás enamorado?!! ¡¡¿Quién es ella?!!-. Interrogaba asombrado, sin creerlo. ¿Dazai enamorado? Era algo que no se veía todos los días.
Dazai fingió una sonrisa y comenzó a guardar sus cosas en su maletín de trabajo. Pronto regresará a casa.

- No pienso decirte tal cosa-. Contestó.

En ese momento, Fukuzawa entró al lugar, trayendo un nuevo caso de investigación, dirigido para Dazai, pues era el único que se encontraba más libre de trabajo.

- Dazai-kun. Esto es para tí-. Colocó varias carpetas sobre el escritorio del vendado.
- Nos piden reabrir el Caso 105 de hace dieciocho años. La extraña desaparición de un pequeño niño dentro de un hotel, perteneciente a los dueños de la gran compañía de entretenimiento Tsushima. Todo esto es investigación desde lo ocurrido, y en el transcurso de los años. Aún se desconoce el paradero de ese niño, no se sabe si está vivo o muerto. Si estuviera vivo, tuviera la edad de 22 años. Ahora los padres quieren que reinvestiguemos el caso, y que esta vez, encontremos a su hijo. Cuento contigo para esto, Dazai-kun. Confío plenamente en que lo lograrás-. Dijo.

Eran demasiadas carpetas y archivos para investigar. Pero Dazai confiaba en sus habilidades, y aunque era demasiado por leer y analizar, sabía que tarde o temprano lograría encontrando información sobre ese niño, que si sigue vivo sería un joven adulto de su misma edad.

- Lo haré, Fukuzawa-san-. Contestó decidido. - Tendré noticias sobre ese niño.

Por otro lado, el joven Chuuya Nakahara regresaba a casa después de una sesión de fotos en su carrera de modelo y actor.
Era muy popular con las chicas, y famoso en todo su país, pero eso no le importaba. Había tenido cientas de confesiones y cartas de amor a lo largo de dieciocho años, pero todas las rechazó. Tenía la esperanza de volverse a encontrar con Shūji, su único amor.

Ingresaría a la Universidad de Detectives de Yokohama por cuenta propia, para así ser él la persona que encontrara a Shūji. Él añoraba verlo, deseaba pasar momentos agradables con su novio, siendo ya unos jóvenes adultos y no unos niños Quería encontrarlo pronto, no podía esperar más su reencuentro. En el fondo, sabía que el castaño estaba vivo, pero tenía la preocupación de que éste no lo quisiera como novio.
Lloraba en su habitación.

"Shūji... ¿Me recuerdas? ¿Estás vivo o quizás...muerto? Quiero verte... Necesito recordar qué se sentía abrazarte... Era muy chico como para recordarlo todo ahora".

La mañana siguiente, en la Universidad de Detectives de Yokohama....

"Shūji, con los conocimientos que adquiera aquí, te encontraré".

Pensaba. Estaba de pie en medio del jardín de la universidad. Contemplaba cada lugar y a cada persona que entraba. Eran pocos por lo temprano que había llegado a sus clases.
Optó por no usar ningún tipo de protección para no ser reconocido. Él sólo era Chuuya Nakahara, un actor, una persona común como todas y no quería ser tratado diferente sólo por ser famoso. Por lo que no le importaba si lo conocían o no, no iba a cubrir su rostro con gafas o cualquier otro accesorio, sino, les pediría amablemente ser tratado de manera normal en el caso de que quisieran halagarlo.

- ¡¿Ehh?! ¡¿No es Chuuya Nakahara?!

- ¡Él es mi actor favorito!

- ¡Nakahara-sama!

Se oían mencionar.
Este nombre había llamado la atención a cierto castaño que caminaba por el lugar a su primera hora de clases.

- ¿Chuuya Na..kahara?-. Dijo a sí mismo, dándose media vuelta y mirando frente a él, y de espaldas a un joven pelirrojo.
- ¿Chuuya? ¿Eres tú?

El pelirrojo no conocía esa voz, pero tuvo un agradable sentimiento. Volteó lentamente hasta mirarse a los ojos mutuamente.

- ¿Shū...Shūji?

Rápidamente, las chicas que lo conocían lo rodearon, quitándolo de la vista del joven Detective.

"Seguro estoy alucinando"
Pensaron ambos, continuando sus caminos.

CASO 105 [SOUKOKU]Where stories live. Discover now