Primera Investigación

660 88 35
                                    

Chuuya no recordaba el pasado de Shūji, ni de dónde había conocido a ese niño. Sólo estaba en su mente esa desaparición, esa tan terrible separación de él y de su pequeño novio.

Se habían visto uno al otro, pero concluyeron que podría haber sido "una alucinación", y aquella persona que miraron era sólo lo que querían ver, algo que en realidad no estaba ahí.

Dazai continuó su camino hacia el salón de clases, siendo ignorado por sus compañeros y víctima de bullying. Ya estaba acostumbrado. Diariamente lo acosaban por considerarlo poca cosa para la prestigiosa universidad de Detectives de Yokohama.

Se burlaban del joven por usar vendaje en su cuerpo, y por su "falta de inteligencia" que Dazai siempre demostraba frente a ellos. No quería hacerse evidente frente a todos que ya era un experimentado detective, pues no tendría caso seguir siendo un alumno en la universidad.

¡Miren! ¡La momia ha llegado!—. Dijo uno de los chicos, señalando con su mano y dedo a Dazai, quien continuaba su camino.

— ¡¿Nos ignoras, momia?!—. Dijo otro de ellos, interponiéndose en el camino de Dazai y dándole una bofetada en la cara.

El joven sobó su cara y sonrió. Continuando su camino, sin saber que cierto pelirrojo lo miraba a lo lejos, y pretendía seguirlo y pronto lo hacía.

— ¡Démosle a la momia su bienvenida!—. Ordenó el líder del grupito de delincuentes. Prepara sus puños.

La bienvenida se trataba de tirar a Dazai al suelo y patearlo, lastimarlo constantemente entre todos, hasta dejarlo cubierto de sangre. Era su diversión. Jalaron de la camiseta del castaño, tirándolo al suelo, y pronto, comenzaron a patear sus costillas y cuerpo.

— ¡¡DÉJENLO EN PAZ!!—. Chuuya logró salir de entre la multitud de fans que lo rodeaban, y fue hacia el lugar del acoso. Efectuó sus artes marciales que como actor debía saber, y usó su poder, alejándolos a todos de Dazai al instante, asustándolos.

— ¿Chu...Chuuya?—. Murmuró el de vendas, intentando levantarse pese a estar algo lastimado. Sangraba de sus heridas y manchaba su uniforme.

El pelirrojo lo auxiliaba. Le entregaba algunos pañuelos que traía en su mochila y lo ayudaba a limpiarse la sangre. No comprendía el porqué del acoso hacia Shūji, si Shūji era una buena persona.

— Estarás bien, Shūji—. Decía dándole ánimos. Lo abrazaba. — Ignora a esos idiotas. Finalmente estamos juntos de nuevo y yo... Dime, ¿t-tienes novia? ¿Estás casado?—. Interrogaba, temiendo un "Sí" de respuesta.
Dazai sonrió, poniendo una de sus manos en el rostro del actor, apartando sus cabellos de la cara y contemplándolo de mejor manera.

Nunca podría engañar a mi novio, Chuuya. Además, prometí que me casaría contigo, y eso haré, si es que tú sigues soltero—. Respondió con seriedad, causando sonrojo en el ojiazul.
— Tus ojos siguen igual de hermosos, eres tú después de todo, la persona de la que me enamoré.

Aquella primera vez, fue Chuuya quien había robado un beso a Shūji, como regalo de cumpleaños. En esta ocasión, fue Dazai quien dió el primer paso, aproximándose a los labios del pelirrojo, y besándolos con ternura, sin importarle los que podrían estar mirando.

No te imaginas cuánto esperé por un segundo beso, Chuuya—. Se levantó con ayuda. Caminaban hacia la enfermería, mientras platicaban acerca de su reencuentro.

CASO 105 [SOUKOKU]Where stories live. Discover now