Capítulo 6

899 99 82
                                    


      Me siento incómodo. Mi cuerpo se encontraba en una posición fatal, ¿qué había pasado? Abro mis ojos lentamente, no veo absolutamente nada ya que no encontraba mis lentes por ninguna parte, pero logro percatarme de una cosa.

      Estoy en un auto en movimiento.

      La lluvia lograba escucharse afuera, las gotas chocaban en el techo fuertemente y al parecer, la radio estaba encendida reproduciendo una canción. Rápidamente comienzo a buscar mis lentes entre mi ropa, la cual estaba totalmente seca.

      —¿Quien eres? ¿A dónde me estás llevando?— Intenté moverme, pero mi cuerpo dolia. Estaba congelado.

      No se quien sea esta persona o que intenciones tenga, pero si no contesta voy a golpearlo tan fuerte que no recordará ni su nombre... al menos eso me enseñó Sing.

       El auto comenzó a disminuir la velocidad, hasta parar en algún lugar del camino.

        —Lo preguntaré de nuevo, ¿Quien eres y por qué estoy aquí?— Dije lo más tranquilo posible. Tal vez lo había asustado hace un momento. O tal vez solo puedo golpearlo y saltar por la ventana. Si, me agrada la idea.

         De un momento al otro, siento una mano colocando unos lentes sobre mi cara con mucho cuidado. Yo simplemente, no podía creer lo que estaba viendo.

         —Hola...— Finalmente había hablado, una triste y tímida voz se mezcló con la melodía de la radio.

        Tenía a un angel frente a mi. Cabello dorado como los rayos del sol en un amanecer, facciones perfectas y unos hermosos ojos jade que reflejaban todo tipo de sentimientos en ellos. Es un sueño del que no quiero despertar.

         Acerqué mi mano a su cara, ¿realmente estás frente a mí? Toqué su nariz. Al momento de sentir mi tacto, el chico comenzó a llorar, al igual que yo.

         —Dime algo, por favor.— Su calida mano se posó sobre la mía completamente fría. Sus pestañas rubias estaban completamente mojadas y las lágrimas que desprendían sus brillantes ojos eran impresionantes.

          Desde el día que volví a Nueva York, me prometí no volver a llorar. Debía ser fuerte y salir adelante, que lo haría por el. Pero creo que he roto la promesa.

          No dejaría pasar un minuto más. Por más incómodo que sea el espacio, me lancé  hacia el, envolviendolo en un fuerte abrazo cargado de sentimientos; tristeza, cariño, desesperación y necesidad.

          —Ash, no quiero despertar. No dejes que me despierte, te lo suplico.—Dije llorando. Quería gritar lo más fuerte que podía.

          Ash, al escucharme decir esas palabras, me abrazó con mucha más fuerza mientras que sus sollozos se hacían más fuertes que antes. Era un sonido que desgarraria hasta el alma del propio Dino.

       —Eiji, esto no es un sueño.— Me separó de él, obligándome a verlo a los ojos. Era igual de hermoso como la primera vez que lo vi. —No me alejaré de tu lado nunca más. Te lo prometo.

       —No me hagas esto, ¡tú moriste! ¡La policía me lo dijo! ¡Sing...!— Fui interrumpido por Ash. Su semblante se volvió serio, pero aún asi las gotas de agua resbalaban por sus mejillas.

       —Shh. Estoy aquí, en carne y hueso frente a ti. No importa lo que pase, siempre estaré contigo. Vámonos a casa.— Dijo acariciando mi rostro.
  
       Vámonos a casa... espere años por esas palabras.

 espere años por esas palabras

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Mi Alma Siempre Estará Contigo | AshEijiWhere stories live. Discover now