Capitulo 10

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        —¿Hola?— Dije medio dormido. El teléfono había comenzado sonar, por lo vaul atendí sin ver quien llamaba.

        —¿Eiji? ¡Hola! Soy James. James Richards, ¿me recuerdas?— Contestó la persona del otro lado del teléfono.

        James era el dueño de una revista turística en Nueva York. Me había contactado para tomar las fotografías de la revista completa y me pagaría bien.

        —Oh, hola James. Dime, ¿qué sucede?

        —Lamento pedírte esto ahora, Eiji, pero necesito las fotos de Cape Cod para este sábado, ¿podrías traerlas para ese entonces? Te pagaré el doble.

         —¿Sábado? James, quedan 3 días y todavía debo viajar hasta Cape Cod, tomar las fotografías y editarlas lo mejor posible... sabes que lleva tiempo.

          —¡Lo sé, lo sé...! pero eres un excelente fotógrafo y el único en el que confío. Por favor, Eiji ¡Haré lo que sea!

          Mire a Ash recostado en mis piernas, quien finalmente se había dormido una hora después de llegar de su borrachera.

           —¿Te parecería bien si te confirmo en una hora? Arreglaré unos asuntos pendientes y si todo sale bien, saldré hoy mismo para allá.

           —¡Gracias, Eiji! Perfecto, llámame cuando estés listo. Adiós y cuídate.— Dijo James emocionado.

           —Adiós James, ¡cuídate también!— Colgué el teléfono y me levanté cuidadosamente del sofá, acomodando a Ash para que continuara durmiendo cómodamente.

           Mi espalda dolía como si una manada de elefantes hubiera cruzado sobre ella. Anoche intenté llevar a Ash a la cama de Sing, pero el pesado se aferró a mis piernas y tuvimos que dormir en el sofá.

            Comencé a preparar algo liviano para el almuerzo. Puede que Ash y Sing no se sientan muy bien, por lo que algo muy pesado podría caerles peor. Una ensalada con atún para Ash y arroz para Sing suena bien.

             Mientras cocinaba, Jade se acercó mis pies. Lo había descuidado un poco desde que Ash volvió.

             —¡Hijo mío! Ven aquí bebé.— Dije intentando alzarlo, pero el salió corriendo. Está ofendido. —¡No huirás de tu padre! Si no vienes no te daré de comer.— Rápidamente volvió a la cocina.

            Jade podría ser un gato, pero era tan inteligente como un humano. Si de comida se tratase, el caminaría en dos patas si fuera necesario.

            —Lamento mucho haberte dejado de lado. Si vamos de viaje, irás con papá ¿quieres?— Dije acariciando su cabeza mientras colocaba comida en su plato.

              Mi teléfono comenzó a sonar y en la pantalla se muestra el nombre de Sing.

              —¡Sing, hola! ¿Como te sientes, hermano? ¿Vienes a almorzar?
  
              —Hola, Eiji. Estoy perfectamente, ¿con quién crees que hablas?— Dijo Sing, egocéntrico como siempre. —Hoy no iré para allá, lo lamento. Tengo unos asuntos que atender, ¿te parece si voy en la noche? Puedo llevar unas pizzas.

                —Hmn, no estoy seguro si estaremos aquí en estos días. James me llamó, dijo que necesitaba las fotos el sábado.—Dije colocando los platos en la mesa. Luego, un fuerte maullido se escuchó la sala, algo le había pasado a Jade. —Hablamos más tarde Sing, algo pasó con Jade. Llámame si te sientes mal.

             Colgué la llamada y corrí hacia los maullidos de mi gato, para encontrarme a un Ash dormido tomándolo de la cola. Tomé la mano de Ash y ayudé a Jade a escapar.

Mi Alma Siempre Estará Contigo | AshEijiWhere stories live. Discover now