¿Me van a dejar amar? [Presente MVDH #2]

Capítulo 23: "Escándalo, es un escándalo"

«Amelia, ¿vas a seguir durmiendo?»

«Fuera, ilusión de Jack»

«Vamos a salir quieras o no»

—Am, es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas —me regaña Rei.

—Al carajo eso, ¿qué es lo que decías de Charlotte?

—¿Qué hacen aquí? —Llega Jack sonriendo.

—Rei —le insisto.

Suspira y corta la llamada.

—Hablemos adentro.

Volvemos a la habitación, y aguardo a un lado de la cama en la que se sienta. Jack se queda a mi lado.

—Max y Alex están ayudando a Frank para demandar a Charlotte y que pague por lo que les hizo.

Contengo el aliento. Y me esfuerzo por retener los pensamientos que quieren invadirme.

Jack nota que no comento nada al respecto, y se inclina para verme mejor la cara.

—¿Amelia? —Me toca el hombro.

—No te lo dijimos porque no queríamos preocuparte. —La modelo se para y se coloca frente a mí—. Am, ellos se van a encargar de esa mujer. —Me sujeta de los hombros—. No se va a salir con la suya.

—Sí. —Asiento débilmente y me toco el pecho—. Está bien.

—Cuídate, Jack. —Los modelos se abrazan.

Jack debe irse, tiene que seguir trabajando después de todo. Se sueltan y es mi turno de despedirme.

Me esfuerzo por sonreír, más que todo para hacerle ver que estoy bien.

—Nos veremos pronto. —Me sujeta de los brazos—. Lo prometo. —Me rodea con sus largos brazos y cierro los ojos al sentirse tan bien su calidez.

—Gracias por acompañarme, eres un gran amigo. —Pongo presión en el abrazo.

—Sí, ya dejaste muy en claro que somos amigos, no necesitas restregármelo a cada rato —bromea.

Me río y suspiro en cuanto nos separamos. Nos quedamos mirándonos, y no podría apartar la vista de aquellos ojos tan hermosos.

—Te amo, Jack. —Tomo sus manos, lo que lo hace sonreír.

—Te amo, Amelia.

Sonrío, tan feliz de tener a Jack de nuevo en mi vida. Porque a pesar del tiempo sigue logrando que me sienta invencible.

—Y yo los amo a ambos. —Rei nos rodea con sus brazos—. Y los amaré más si se apuran que perderemos nuestros vuelos.

Lo suelto y empieza a alejarse, pero sin darnos la espalda. Sacudo la mano como despedida.