Serendipia [Caché]

1. Daniela Calle

Desperté un día más a las 5am.

Mis días se habían convertido en una horrenda monotonía, al estrés de la industria de maquillaje, se le sumaban miles de otros problemas estúpidos producidos por gente incompetente a la que tengo a mi cargo.

Ser Daniela Calle, la mujer más joven a cargo de la mejor empresa de maquillaje de Bogotá, tiene sus costos.

Cada día salía a las 6 Am hacia mi empresa, comenzaba a revisar el papeleo que mi secretaria me dejaba el día anterior, mientras eso pasaba, revisaba los correos de los proveedores, los cuales, nunca tenían buenas noticias sobre los pedidos. Llamaba a los inversionistas, y daba una que otra entrevista para el extranjero referente a los productos, los cuales tenían los más altos estándares de calidad mundial.

Con mucho esfuerzo había logrado que el legado y el nombre de mi familia, siguiera intacto, solo que ahora, no sería por el golf, si no, por mis productos de belleza.

"Kim" - grité desde mi despacho a mi amiga y secretaria, la cual llegó corriendo hasta mi.

"Dani, qué necesitas"- dijo apresurada, como si la muerte la persiguiera.

"Tranquila vaquera, que tienes por qué tan acelerada" - dije riendo, al ver cómo ella miraba hacia atrás, dejando ver a la única persona que no quería ver en mi vida.

"Hola Dani" - mencionó mi ex pareja. Ahí estaba Felipe, con su sonrisa inconfundible y su mirada arrogante.

Miré a Kim, la cual tenía una cara de suplica en su rostro. Hace unos meses, luego del termino de nuestra relación, deje estrictamente prohibido que ese sujeto pisara mi empresa, sin embargo, este se las había ingeniado y burlado la seguridad.

"No te preocupes Kim, tu no tienes la culpa de que él sea un psicópata maldito que le guste jugar a los espías secretos" - dije tomando mi teléfono y llamando a seguridad.

"Dani, podemos hablar, solo te quitara un segundo, solo tienes que saber que ya no quiero nada contigo. Es más conocí a alguien" - dijo apresurado viendo cómo la seguridad ya estaba dentro y lo tomaban por los brazos.

"Y eso en que me compete, vienes a que te felicite o que? " - mencioné poniendo los ojos en blanco, debido a que no me importaba la relación en que estuviera en este momento.

Mientras decía esto, le hice una seña a Nicolás, uno de las personas de seguridad, para que aún no lo sacara. A pesar de que no lo quería ahí, mi lado fisgón sí quería saber a qué rayos venía.

"Yo vengo, Dani necesito.. yo.." - titubeo más de la cuenta.

"Me voy a casar y necesito el anillo devuelta"- dijo rápidamente Felipe, mientras mi cara se deformaba.

Con Felipe habíamos tenido una relación de 10 años, 9 de esos 10 años habían sido maravillosos, sin embargo, en este último y después de que me pidiera ser su esposa, nuestra relación cambio. No sé si fue culpa mía, y del poco tiempo que tenía para él, gracias a la empresa. O la relación no daba para más, así que terminamos 1 mes antes de la boda, dejando la mayoría de las cosas compradas, las invitaciones mandadas y el vestido comprado.

De eso ya habían pasado un par de meses, pero no los suficientes como para que él tenga una nueva novia, se comprometa y se case. Le tomo 9 años conmigo, pero con otra solo 3 meses?.

Luego de mandarlo al carajo y tirar el anillo más preciado para él por la ventana, mi ansiedad apareció, dejándome ver cómo una maldita despechada. Kim llegó corriendo a mi lado cerrando el despacho para que ninguno de mis empleados me viera en ese estado.

"Se que es difícil Dani, pero era lo mejor, ya no tienes nada que los una" - dijo en voz baja mi mejor amiga mientras la abrazada e intentaba apaciguar mis lágrimas.

"Sabes qué?, tengo una idea, qué tal si nos damos el día, y nos vamos a un spa querida jefa?" - Ella sabía como comprarme.