Serendipia [Caché]

2. Poché

Hoy era mi primer día en mi nuevo trabajo. Estaba tan emocionada que ayer por la noche no dormí pensando en cómo sería trabajar en el spa más reconocido de Bogotá.

Según las referencias que había logrado obtener, luego de la entrevista donde salí seleccionada, pude observar cómo los mas altos gerentes de las industrias, famosos e incluso los mejores jugadores de futbol iban a darse masajes. Es por eso que el contrato que había firmado era completamente confidencial, donde 20 de las 130 cláusulas, se referían al contacto con los clientes y cómo estos solo deben ser el saludo, preguntarles que clase de masaje quieren, y despedirse.

Nada de platica, nada personal, solo saludo, masaje, despido.

Lo cual sería fácil para mí, irónicamente, no me gustaba mucho el relacionarme con las personas que no conozco, sin embargo estudie la carrera de masoterapia, donde me relacionaba con las personas, que no conozco, a través del masaje de su cuerpo.

Desperté, durmiendo sólo 3 horas, mi emoción estaba a tope, al verme en el uniforme que muchos querían, pero solo yo había conseguido. A pesar de que mi familia me decía que esta carrera no tenía futuro, seguí lo que me gustaba, y ya ven. Es mi primer día, y puedo jurar que ganaré mas que mi hermana la sabelo todo.

Luego de instalarme y presentarme con el equipo interdisciplinario que trabaja ahí, se me dió la lista de las personas que atendería y los horarios que cada uno había agendado. Estaba tan emocionada de empezar, que sólo esperaba que fuesen las 10 am para que abrieran el salón y comenzar con mi arte.

Según mi horario hoy sólo tenía 3 masajes por la mañana, afortunadamente, ninguna persona era lo suficientemente famosa como para asustarme e hiperventilarme. Mi gran temor es ver a alguien como Justin Bierber y tener que darle un masaje mientras en mi mente me imagino la boda con él. Pero no creo que Bieber estuviese interesado en venir a Bogota solo por un masaje no?.

"Lista para tu primer día"- dijo Laura la manicurista.

"Estoy supremamente nerviosa, pero debo ser juiciosa, no puedo cagarla el primer dñia no?" - dije riendo a la única persona que al parecer le agrade desde el primer momento.

"Estas preparada para el primer cliente de tu vida?, quizas lo recuerdes por siempre" - dijo dandole mas presión a mi cabeza.

"Dios, tu no me dejaras tranquila no es cierto? - sonreí

Laura rió fuerte.

"Ya te contaron sobre los masajes especiales no?, - susurró subiendo sus cejas

"Como que especiales?"- dije impactada ya que nadie me había hablado de nada.

"Son masajes con finales felices, muchos clientes vienen por aqui y los piden, la chica que estaba antes en tu puesto los daba" - mencionó ahora un poco mas alto.

"Que clase de masajes son esos Laura, yo no..." - dije antes de ver a una chica de pelo largo, estilo diva entrar al salón de masajes, junto con una de las anfitrionas.

"Ella es María José y será su masajista el día de hoy" - mencionó mi compalera de trabajo.

Sonreí, mientras veía a Laura retirarse para darle privacidad.

"Si gusta puede dejar sus cosas aquí mientras se va a cambiar" - dije con mi voz temblorosa debido al nerviosismo. A parte de ser mi primer día, Laura me había dejado totalmente confundida.

Solo espero que esta chica no quiera ese tipo de masajes, por que no sabría que hacer.

Mientras la chica se iba a cambiar, y la anfitriona me dejaba los papeles, del ingreso, vi asomarse por la puerta a una chica rubia, la cual, al parecer, venía con la chica que se está cambiando.

"Ey!, eres la masajista?"- mencionó la rubia mientras se acercaba a mi susurrando.

Asenti con mi cabeza mientras fruncia el ceño.

"Se que no debo estar aquí pero mi amiga Daniela está muy estresada, y supe que aquí dan esos masajes especiales" - susurro mas bajo mirando hacia la puerta por donde había entrado la chica que al parecer se llamaba Dani.

"Especiales?"- pregunté confundida. Rayos, era mi primer día y sí la iba a joder.

"Ya sabes, masajes con final feliz" - dijo riendo la chica y yo sin entender nada.

Miré aún mas confundida a la chica mientras notabamos cómo la puerta iba a ser abierta por su amiga.

"Toma 100 dolares, y dale el mejor masaje con final feliz de tu vida"- susurró la chica y salió corriendo antes que mi cliente saliera de la habitación solo en su ropa interior tapándose con una toalla.