Capitulo 4

183 22 12
                                    

No había comido desde el día anterior, había peleado con James y encima debí correr un tramo larguísimo, ya no tenía fuerza.

Sentí como me levantaban unos brazos fuertes y alguien decía:

-Abre los ojos, no te duermas. – no sabía quien era se escuchaba como si estuviese bajo el agua – Vamos, Damara, quédate conmigo.

Abrí lo ojos de par en par, pero no tenía fuerza, en realidad estaba cansada, tenía sueño.

- ¿Qué diablos pasó? – dijo el hombre

- No lo sé, nada más abrir la puerta cayó al piso – era una mujer. ¿Caer al piso? ¿De qué hablaba? – Creo que dijo algo sobre secuestro, no lo sé.

- Bien ayúdame a dejarla aquí. – sentí como me dejaban lentamente sobre una superficie acolchada. – Damara... Damara, despierta.

No pude mantenerme más tiempo despierta así que solo me dormí.

---

Desperté con un mal sabor de boca, como aquella vez que desperté en...

Un hospital. 

No me gustaban los hospitales, hacían demasiadas preguntas.

Intenté incorporarme para irme, pero unas manos tocaron mis hombros haciendo que me volviera a recostar.

-Debes descansar tienes muchas heridas. – dijo el hombre.

Mi vista estaba un poco nublada y me dolía la cabeza, no podía distinguir a esa persona.

- ¿Ya despertó? – dijo Mary caminando rápidamente hacia mí. – Linda, mírate nada más como te dejaron. – Pasó sus manos por mis mejillas

- ¿Mary? – pasé una mano por mi rostro, intentando aclarar mi vista. - Mary, ¿dónde estamos?

- Tranquila, estás bien, no pasa nada. Te desmayaste y te trajimos al hospital. – Aquel hombre que no había podido reconocer era John, qué estúpida. - ¿puedes decirnos qué te pasó?

La miré confundida, por un momento no entendí a qué se refería y cuando lo capté me hice la asustada.

-U-unos hombres... unos hombres me siguieron a casa – empecé a temblar – cuando... estuve cerca, m-me... - empecé a sollozar y jadear – me metieron en una camioneta – empecé a llorar aun más haciendo que mis palabras dejaran de entenderse.

- Tranquila, cariño, ya pasó, no te harán daño. Estamos aquí para ti – Mary pasó su brazo sobre mi hombro como un acto fraternal y reconfortante.

- Siento, haber llegado así tan de repente a tu casa, pero no tengo a nadie más en Londres, lo siento mucho – dije un poco más calmada.

- No pasa nada, es bueno que confíes en nosotros – dijo John. – pero ahora debemos hablar con la policía y ...

- No. La policía no. – dije inmediatamente a lo que me miraron confundidos. – Me ha pasado antes... - ¡Vamos! Me acababa de despertar y ya la estaba cagando - ... ellos me golpearán de nuevo – volví a sollozar - ... no quiero...

- Debemos decirle a la policía, sino no podrás recibir ayuda – John se pasaba las manos por su cabello desesperadamente.

- ¿Y si no es la policía? Digo, la ayudamos, pero la policía queda fuera de esto. – dijo Mary pensativa.

El plan iba a la perfección.

- ¿Te refieres a Sherlock? – alternó su mirada entre ambas - Sabes que él no aceptará a menos que le resulte interesante.

CRIMINAL   | Sherlock Holmes BBC |Where stories live. Discover now