Miraculous: La búsqueda por las piedras cósmicas.

~35~

El castillo del infinito estaba situado en el centro del multiverso, allí vivían los dioses creadores de todo lo que conocemos, hasta el día en el que Catalyst se volvió la jefa del lugar, Obelion era su mano derecha, y el resagado Lord Rocket a la fuerza colaboraba con ella sin chistar.

─¿Que es lo que ve mí señora?─ pregunto el dios del destinó bastante intrigado, la Duquesa del Multiverso observaba su Báculo con melancolía

─Nathalie y Gabriel se están por casar─ mencionó con sus ojos llenos de lágrimas ─Estoy feliz por ellos, pero al mismo tiempo no dejo de pensar que podría ser yo─ suspira

─¿Extraña a su Gabriel?.

─Siempre, pero ahora tengo un rol diferente que cumplir─ sonríe ─Y eso me ayuda a no pensar

─Puedes irte si quieres─ intervino escritor ─Vuelve con tu Gabriel y hasta podrías casarte como tus versiones del universo 34

─Buen intentó─ ríe ─No pienso dejarte a cargo del destino de los demás nunca más, fuiste demasiado tirano, ahora te toca a ti obedecer─ Obelion aplaude

─Concentremonos en Gabriel y Nathalie, ¿que paso?─ pregunto Obelion

─Van a casarse en unas horas, y ella ya se dio cuenta que recupero a su bebé─ sonríe ladinamente

─Tanto poder para recuperar un bebé abortado, si lo descarto fue por algo, debiste dejarlo así─ bufo el pelirrojo ─De estar yo a cargo la habría dejado estéril para que aprenda

─Mejor cállate─ la boca del hombre se pega y este no la puede abrir

─Por fin tenemos paz─ victoreo el de azul

─Por fin, ahora acompáñame a revisar las puertas del multiverso, quiero que se encuentren todas bien─ se levanta y baja del trono

Ambas deidades salen del lugar, escritor sonríe, aún con su boca cerrada se acerca hasta el trono, mueve de el un apoya brazo y descubre una pequeña cajita, adentro había una pluma dorada, deja todo como está, y luego abandona la habitación.

La Duquesa del Multiverso y Obelion Barón del Destino, caminaban por el pasillo que daba a las puertas universales, cada una representaba los treinta y ocho universos, y si alguna se abría daría entrada a ellos, es por eso que se debían revisar con frecuencia para asegurarse de que todo esté en su lugar.

─¿Que es eso?─ pregunto Nathalie señalando un destello que venía de la puerta del universo dos

─No lo sé─ replicó el de azul bastante intrigado

De repente la puerta se abrió con violencia y desde ella empezó a salir un polvillo violeta fosforescente que comenzó a acumularse sobre el pasillo, en cuestión de minutos todo el polvillo tomo forma humanoide.

─¿¿¡¡DONDE DEMONIOS ESTOY!!??.

Grito la figura y al hacerlo todo el polvillo se disipó mostrando a un bella mujer enfundada en un vestido negro con detalles en plateado.

─Esto es imposible─ Obelion retrocede

─¿Quien eres y que haces aquí?.

De fondo se escucha un aplauso, ambas deidades se giran y ven a escritor en el fondo del pasillo acercándose a ellos con una pluma dorada entre sus manos.

─Olvidamos quitarle su pluma de escribir─ susurro el de azul

─Pensé que lo único que tenía era el báculo─ replicó la azabache

─¡Basta de parloteos!, ¿quien es el miserable que me trajo aquí?─ se quejo la pelinegra ─¿¡Es acaso este otro castigo!?

Rocket hace un gesto de burla, Nathalie le permite hablar para conocer que es lo que planea y este al recuperar su boca lo primero que hace es reírse.