Miraculous: La búsqueda por las piedras cósmicas.

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Los héroes corrían por los pasillos del inmenso castillo siendo seguidos de cerca por las tres idedades esbirras de aquel poderoso dios creador del multiverso, de repente nuestros protagonistas lograron escaubullirse en una habitación, despistando a los tres dioses.

─¿Donde demonios están?─ bufo Padre Tiempo

─Tenemos que encontrarlos o Lord Rocket nos hará trizas, no quiero morir─ lloriqueo Año Corriente

─No digas su nombre─ lo reto la mujer ─Tranquilizate que no puede matarnos, somos los que estabilizamos este estúpido multiverso─ gruño Madre Naturaleza ─Sin nosotros el orden colapsaría y el juego se termina

─Dejen de parlotear y dividamonos asi cubrimos más terreno─ el hombre sigue con su marcha

Cada uno toma un pasillo diferente y comienzan a buscar señales de los héroes, hasta ahora no había nada, en una de las habitaciones Marinette, Adrien y Gabriel pensaban una manera de salir del castillo y regresar a París.

─Sin Bonnix estamos atrapados─ bufo Gabriel

─¿Alguno sabe a qué se refirió con el multiverso?─ preguntó Adrien, ambos niegan

─Multi supongo de mucho─ comento la de coletas ─Tambien hablo de muchas versiones de tu padre, ¿y si estamos en una especie de bucle repetitivo?

─Si hay múltiples nosotros─ intervino el diseñador ─Encontremos la manera de hayar otra Bonnix que nos saque de aquí

─En el pasillo una de las puestas decía pasaje─ dijo el rubio ─Tal vez nos sirva de ayuda

─¿Y que hacemos con Nathalie?─ cuestionó la de ojos azules

─Volveremos luego por ella, necesitamos refuerzos─ replico Gabriel

Los tres se preparan y salen de nuevo al pasillo, con sutileza y delicadeza volvieron hasta donde se encontraba la misteriosa puerta que Adrien mencionó, todos entraron en la habitación, encontrándose con otra puerta dentro de color negro con detalles rojos que a Marinette se le hacian muy conocidos.

─¿Y ahora que?─ se quejó Gabriel

─Vamos─ musitó la chica camino hasta quedar parada frente a la puerta y la abrió, está en su interior se podía apreciar como una masa bizcosa la recubría, parecía una especie de portal

─Te sigo m'lady─ acotó chat y ambos entraron

─Niños─ búfo el adulto y también paso

Acto seguido los tres caían en picada libre a unos metros de la torre Eiffel, parecía que no tenían oportunidad hasta que algo los tomo en pleno vuelo, dejándolos sanos y salvos sobre la azotea de un edificio.

Mientras tanto dentro del castillo, el Escritor, Padre Tiempo y los demás, descubrían que los héroes habían escapado.

─Inutiles─ dijo en tono neutro

─Lo sentimos amo─ replicaron los tres a unísono

─Se que lo sienten, pero ya no se si los puedo perdonar─ toma su báculo

─No puede matarnos, el equilibrio se corromperia si lo hace─ hablo Año Corriente con mucho frenesí

─Iluso─ lo toca con el báculo y se vuelve polvo ─Naturaleza, se que esto es obra tuya─ también la toca y está se deshace al instante ─Ustedes tres fueron creados por mi, no se crean tan obnipotentes, solo son basura─ elimina a Padre Tiempo, luego cierra la puerta, se gira y mira a las bestias que lo protegen ─Ustedes me van a servir─ los toca con el orbe del báculo y cada uno se transforma en un nuevo dios ─Tu serás la diosa del tiempo─ señala al que adoptó forma de mujer ─Y tu─ mira al que adoptó forma de hombre ─Seras el dios de la vida─ una vez bautizados prosiguió a darle sus órdenes ─Traiganme a los héroes ante mí y no me fallen o ya saben que pasa─ pisa las cenizas de sus antiguos sirvientes