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Tras su pesadilla y la victoria en la Francia de 1808, Nathalie decidió quedarse en su cama a descansar, se colocó sus air pots y empezó a disfrutar de buena música, todo estaba calmo, era un día sábado sin ningún tipo de actividad que interrumpiera su descanso.

A media mañana el teléfono de la mansión empezó a sonar, el ruido inundó todas las habitaciones, Adrien dejo de estudiar y salió de su habitación, camino por los pasillos y se fue al atelier, era extraño que Nathalie no contestará, seguro dormía después de lo de anoche, el chico no dudo y atendió el molestó aparato.

─Casa Agreste─ musitó el chico

Buenos días, ¿se encuentra la señorita Sancoeur?─ preguntaron del otro lado

─No está disponible, ¿le gustaría dejar un recado?.

Soy el doctor Andrew, llamo porque misteriosamente me encontré con su historia médica y lleva bastante tiempo sin hacerse un chequeo, más aún de su última visita─ hace una pausa ─¿Podría decirle que pase a los consultorios cuanto antes?, me gustaría revisarla para ver si todo continua en orden

─Claro. . . hasta pronto─ cuelga

El rubio sale corriendo del lugar, sube las escaleras, apresurado camina hasta la puerta de la habitación de la mujer y golpea con fuerza, nadie contesta, ahora insiste con más fuerza, al no recibir respuesta por segunda vez, preparo su hombro se alejó un poco y con fuerza tumbó la puerta.

Nathalie salto exaltada de su cama, el rubio estaba frente a ella con un semblante preocupado, algo exhausto por haber corrido y forzado la puerta.

─¿Que pasa?─ se levanta y camina hacia el, antes se quita los auriculares

─No contestabas─ bufo

─Perdon, escuchaba algo de música─ desvía la mirada ─Lamento haberte preocupado. . .

─Esto es lo de menos─ se recompone ─Acaba de llamar el doctor Andrew, dice que hace mucho no te haces controles y quiere saber cómo estás, más aún después de lo último, ¿a que se refiere?

─Nada malo─ regresa a su cama y se sienta ─Estuve ocupada. . .iré luego a su consultorio

─Luego no, ya─ se acerca ─Ire contigo

─No hace falta.

─Si, vístete y vámonos─ se gira para ir a la puerta

─Insisto, puedo ir sola.

─Insisto en que iré contigo, no me hagas esperar─ cierra la puerta y se va

La mujer entra en su vestíbulo, toma unas ropas casuales, compuestas por un pantalón de vestir y su viejo suéter rojo con cuello de tortuga, arreglo rápido su cabello, y bajo al encuentro con el joven, este estaba parado frente a la puerta acompañado de Gorilla.

─Prepara el auto─ pidió y el robusto salió

─Quedate, no pierdas el tiempo en una tonta cita hospitalaria.

─No Nathalie, eres lo único que tengo, quiero asegurarme de que estás bien, así que vamos.

Los dos se suben al auto y este sale a gran velocidad; tras varios minutos de manejo, llegaron a la clínica, una bastante alejada del centro, había muy poca gente y la mayoría eran adultos mayores, la ejecutiva se anunció, y tomó asiento junto al rubio; una hora después la mujer finalmente fue llamada al consultorio, los dos caminaron hasta ser recibidos por un hombre de la misma edad que Nathalie, bien fornido, de cabello castaño y ojos claros.

─Tiempo sin verte Nathalie, me preocupe cuando vi tu historia, que bueno que te trajeron cuanto antes─ mencionó este mirando la pantalla de la computadora que tenía ahí

─Estoy muy bien─ replicó ella

─¿Por que se preocupó doctor?─ cuestionó Adrien

─Bueno la última vez que vi a Nathalie llegó intoxicada por haber ingerido varios medicamentos al mismo tiempo, su salud casi se deteriora, pero logramos mantenerla estable─ ante esas palabras los ojos verdes de Adrien recaen en la teñida

─¿Hace cuánto?.

─Unos once años creo─ contesto, mientras escribía unas órdenes

─¿Por que hiciste eso?─ la encaró el chico

─Por nada─ le resto importancia sin mirarlo

─No es bueno mentirle a quienes te quieren─ intervino el médico

─Callate Andrew, que seamos viejos amigos no te da derecho a hablar de mas─ lo reto

─Como digas, quiero que te hagas estos controles y vuelvas en una semana─ le extiende las órdenes

─Gracias─ las toma

─Antes de irmos─ mencionó Adrien ─Si usted la conoce y Nathalie antes de ir a un hospital de primera vino aquí, hay algo que esconde y quiero que me lo diga

─Adrien no─ hablo ella

─Hable doctor─ exigió

─Nathalie llegó con una intoxicación sería, y tuvo un aborto espontáneo, estuvo algo grabé pero logramos hacer lo mejor para ella, por eso me tomé el atrevimiento de llamar cuando encontré su historia, hay que tener un buen control de eso, o podría perder la fertilidad para siembre.

El silencio inundó la sala, Nathalie miraba hacia un costado, el doctor Andrew miraba a Adrien y el rubio tenía su vista en el suelo, solo fueron unos segundos, pero pareció una aternidad.

─Lo vemos la próxima semana entonces─ rompió el silencio el ex modelo y se levantó ─Gracias doctor─ extiende su mano, el hombre la toma y la sacude

Ambos salen en silencio y se suben al auto, Gorilla no arranca, espera la orden de alguno de los dos, pero ninguno se atrevía a hablar.

─¡Conduce!─ gritó la mujer, el guardaespaldas arrancó

─¿Por que hiciste eso?─ se animó a decir el rubio

─No te incumbe.

─Claro que si, podrías haber muerto por culpa de esa intoxicación─ la enfrentó ─Y tuviste un aborto, dime qué no fue a propósito

Ella no contesto, el rubio se quedó esperando la respuesta, pero eso no paso.

─¿Fue a propósito?─ insistió ─¡Contesta mujer!

─Si─ grito y luego ocultó su vista en la ventanilla

─¿Por que?─ sus ojos se vuelven cristalinos

─Basta, déjame en paz─ pidió

─Me preocupó por ti, eres lo único que me queda, sos lo más cercano a una madre que tengo, no me puedo quedar tranquilo después de saber que arriesgaste tu vida y abortaste.

─Aprecio tu preocupación, pero es algo viejo, estoy bien. . .y lo hice porque no había otra opción, no pretendo traer a nadie a este mundo a sufrir─ sentenció

─¿Sufrir?. . .¿como podría sufrir?, eres la mejor persona que conozco, serías una madre excelente.

─Me alegra que sigas siendo el niño inocente que conoci─ suspira ─Dejemos esto atrás por favor

Adrien decidió guardar silencio, al llegar a la mansión, cada uno fue a su habitación y se encerró ahí, Adrien a pensar y Nathalie a llorar, era un capítulo de su vida que había logrado enterrar y que ahora salía a la luz en el peor momento.

Miraculous: La búsqueda por las piedras cósmicas.Where stories live. Discover now