Capítulo 14

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Me aleje todo lo mas que pude de ellos, ya estaba harta de ser una muñeca de trapo.

No se por que, ni cuando pero comenzaba a sentirme mas segura de mi misma, sentía el poder que corría por mis venas. 

Me deje caer al suelo, un ardor comenzó en la parte baja de mi espalda y subió hasta mi nuca, toque mi espalda y esta no tenia nada.

Estaba cerca de un lago, junto a este había una fabrica abandonada.

Podía refugiarme allí, comencé a correr hacia el gran edificio pero mis alas salieron de mi espalda, me elevaron y comenzaron a llevarme hacia otro lugar.

-No! No!- Dije intentando pararlas.

Me balanceaba de un lado a otro intentando detenerlas pero era imposible, iba muy rápido. Mis brazos rozaban las copas de los arboles mientras el aire chocaba contra mi cuerpo.

Comencé a acercarme a una ciudad pequeña, hacia mas de media hora que estaba en el aire.

Mis alas me dejaron caer al suelo y rodee en la tierra.

Me levante torpemente, mientras mis alas desaparecían en mi espalda.

Levante mi mirada y estaba en el jardín de una casa enorme, es aquí donde me querían traer mis alas? 

Las luces de la casa estaban encendidas, pensé en golpear la puerta para saber por que termine aquí o al menos donde estaba pero... que tenia que perder? 

Me acerque a la gran ventana que daba a la sala de estar, la empuje con mis manos y estaba abierta.

Genial.

Entre lentamente y mire todo a mi alrededor; todo estaba sumamente ordenado, aunque unos juguetes de niños estaban tirados sobre el sofá. 

-Hola? Hay alguien en casa?- Dije mirando hacia todos los pasillos.

Estaba loca, si completamente. Estaba invadiendo propiedad privada.

-Necesito ayuda... tuve un accidente.

Y si la familia que vivía aquí se asustaba? Si llamaban a la policía? Que haría? Oh disculpe oficial es que dos alas nacieron de mi espalda y dos demonios, y un loco ángel me estaban persiguiendo, si perfecto.

Un niño corrió hacia mi y me miro extrañado.

-Papi! Mujer!- Dijo el pequeño niño gritando.

-Que dices Sebastian?- Dijo una voz gruesa desde el pasillo.

Abrí mis ojos como platos e intente salir pero la ventana se cerro bruscamente, me gire y vi a un hombre de mi edad mirándome, sus ojos me inspeccionaron y dio un paso adelante.

-No... no hice nada...- Dije colocando mis brazos adelante de mi.

-Quien eres?- Dijo mirándome.

-Yo... me llamo Marina... y no se como explicar esto.- Dije bajando mis brazos.

-Explícate.- Dijo cortante.

-Bueno... yo... 

Le ordene a una parte de mi que desconocía por completo que hiciera que mis alas aparecieran, y eso hizo. Las dos enormes alas que superaban mi tamaño aparecieron a mis costados.

-Estas me dejaron aquí...- Dije tocándolas.

El me miro y se acerco hasta tocarlas.

Lo mire atentamente mientras el miraba mis alas, tomo mi brazo derecho rápidamente mirándolo.

-Estas herida.- Dijo mirándome.

-No es nada... - Dije mientras mis alas desaparecían.

Si, estaba demasiado herida, tenia muchas cortadas en mis brazos. Era por haber chocado contra las copas de los arboles y por haberme caído tan bruscamente.

-Por que mis alas me trajeron hasta aquí?- Dije mirándolo.

El me miro, sus se cafés se tornaron grises y su cabello rubio se oscureció quedando muy negro. 

-Eres... un demonio?- Dije alejándome de el.

El negó y presiono mas el agarre en mi brazo.

-Soy un médium.- Dijo mirándome.

Me quede mirándolo sin saber que decir, el me arrastro hasta el sofá y me hizo sentarme a su lado.

-Sebastian, ve a jugar a tu cuarto.- Dijo el sonriendole al pequeño.

El se levanto y camino hasta el pasillo principal, entro por una de las puertas y en menos de un segundo salio con una botella de alcohol y algodón, se sentó a mi lado y me miro.

-Soy un médium clarividente, lo que se dice aquí en la tierra.- Dijo el tomando un pedazo de algodón y mojándolo en alcohol.

Eso me dolerá.

El tomo mi brazo presionándolo fuertemente y paso el algodón con alcohol sobre mis heridas.

Me mordí los labios intentando no gritar, era muy doloroso.

-Por que te alejaste de Alex y Nylo?- Dijo sin mirarme.

-Como lo sabes?- Dije mirándolo.

-No te dije que era médium? O eso no se dice aquí?- Dijo cortante.

-Me aleje de ellos por que... me siento...

-Una muñeca de trapo...- Dijo interrumpiéndome.

Asentí mirándolo.

Ya mis heridas no me dolían, el se alejo de mi y se apoyo su espalda en el sofa.

-Te conozco?- Dije mirándolo.

-Tal vez... podrías explicarme, por que mierda has hecho un pacto con el diablo?- Dijo mirándome.

Lo mire extrañada.

-Que? Pacto con quien?- Dije mirándolo.

El me miro con los ojos abiertos como platos y tomo mi mano.

-Oh no...- Dijo sin mirarme.

La ventana estallo y Adrina cayo sobre el suelo de pie.

-Corre!- Dijo el hombre que me curo.

-Pero me quiere ayudar!- Dije acercándome a Adrina.

-Pero no es un demonio!- Grito mientras se alejaba de Adrina.

Comencé a sentir un ardor en mi espalda y mis alas nacieron de ella nuevamente.

La cara de Adrina se deformo y formo el rostro de Alex, este me sonrió y se levanto comenzando a correr hacia mi, corrí hacia una ventana y salte rompiéndola en mil pedazos, me eleve en el aire mientras que veía a Alex que corría demasiado rápido debajo de mi.

Dio un salto enorme y de su espalda dos alas blancas se desplegaron, el tomo mis pies y me lanzo con mucha fuerza contra el suelo.

-Se termino el juego Marina...- Dijo tocando el suelo con sus pies y acercándose a mi con una sonrisa.

¿Si no es ángel? TERMINADAWhere stories live. Discover now