¿Si no es ángel? TERMINADA

Capítulo 18

Salí caminando de las afueras del galpón seguida por Alex.

-Porque preguntaste eso?- Dijo colocándose a mi lado al caminar.

Tenia que convencerlo, convencerlo de que estaba de su lado para que me deje libre, que dejara crecer mi parte demonio. 

-No lo se...- Dije mirando el suelo.

Nos acercamos a una calle y un ruido realmente irritante comenzó a sonar desde un teléfono publico. 

-Es para ti...- Dijo mirando el teléfono publico a unos metros de nosotros.

Me lamí los labios y pensé dos veces en si ir al teléfono o no.

Comencé a caminar hasta la cabina de teléfono pero Alex se quedo afuera mirando el suelo, descolgué el teléfono.

-Marina?- Se escucho la voz de Adrina.

Respire profundamente antes de hablar.

-Estoy bien... estoy con Alex.- Dije nerviosa.

-Si, lo se. Nylo esta yendo detrás de ustedes junto con Cairo y Dominic, tienen que escapar de el o no podrás conseguir lo que quieres.

-Tengo que hacer lo que no haría...

-Cairo esta muy cerca de ustedes... intenta no pensar en tu plan porque si Cairo lo sabe, el rubio también lo sabrá. 

Estábamos intentando no hablar claramente, estaba segurísima de que Alex estaba escuchando y podría echar todo a perder y el lograba escuchar algo sospechoso.

Se escucharon unos golpes del otro lado del teléfono y luego un silencio. 

-Marina! Cuelga!- Pude sentir los gritos de Adrina a lo lejos.

Sentí esa maldita necesidad de quedarme escuchando, ¿porque? No lo se, simplemente quería escuchar su voz una vez mas para darme mas impulso. Alguien tomo el teléfono y se escuchaba su respiración profunda, y el aire chocar contra el teléfono. 

-Donde estas?

Su voz estaba cambiada, o debió ser por el momento. Su voz estaba muy grave y parecía que el podía estar al lado mio hablándome, su voz parecía traspasar todo lo físico. 

-Estoy bien... me iré antes de que puedas encontrarme, estoy con Alex. Se que duele pero no dolerá en el futuro, espero que puedas entender lo que digo. 

El era un demonio, pudo haber entendido mi mensaje o eso esperaba yo. No mencione a Alex para lastimar a Nylo, solo para avisarle. 

-Marina...

Colgué el teléfono antes de volverme loca y querer seguir hablando con el, ya escuche su voz y eso necesitaba. 

Salí de la cabina mientras Alex me miraba fijamente. 

Me pare justo frente a el mirando el suelo, el me miraba fijamente y yo pedía a gritos a que cambie la dirección de su mirada. 

-No entiendo que estas haciendo...

Yo tampoco, y no lo sabia. Ahora me preguntaba de donde había sacado tanta originalidad para estar con el enemigo y no con los que me protegieron, y porque arriesgarme tanto y arriesgar a Adrina en todo esto. 

-Estoy contigo.- Dije intentando sonar convincente.

El levanto mi mentón con su pulgar y me miro fijamente.

-Tienes lindos ojos, pero mienten demasiado.

-Ya me lo habían dicho...

El sol comenzaba a salir y ya se podían ver a unas personas por la calle. 

Alex tomo mi mano y comenzamos a caminar por la calle pareciendo una pareja feliz dependiendo de donde lo miraras, si mirabas desde nuestras espaldas podías ver que el brazo de Alex me rodeaba la cintura apunto de estrangularme pero si lo mirabas desde adelante hasta podías creer que eramos una pareja feliz. 

-No necesitas atarme a ti, no me escapare.- Dije intentando mirándolo.

-Se que no te escaparas pero hay personas que están buscándonos... y no son de ninguno de los dos bandos, y prefiero que sientan mi energía de ángel a que sientan una energía de una indefinida.- Dijo mirando alrededor. 

-A que te refieres con que no son de ninguno de los dos bandos?

-Puede haber algún médium, exorcista o híbrido buscándonos. 

Algo me erizo la piel cuando pronuncio médium, podría estar Cairo por aquí... tenia que alejarme lo mas posible de el o podría leer mis pensamientos. 

-Alex...- Dije mirándolo.

Tenia que levantar la cabeza para mirarlo y el tenia que bajar la suya. Alex levanto sus cejas en señal de que hablara. 

-Nylo tiene a un médium, pueden estar detrás de nosotros.- Dije casi tartamudeando.

El me miro y luego miro a la calle.

Comenzó a caminar mas rápido y yo lo seguía, giramos en una calle y comenzamos a correr; Alex me llevaba de la mano, y yo intentaba correr tanto como pudiera.