Capítulo 6

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Baje las escaleras y me senté en una silla en la cocina mirando a Alex. El estaba sentado bebiendo de su té.

Me levante y salí hacia afuera abriendo la puerta, me quede unos minutos allí afuera mirando la carretera, ya habían pasado cerca de una hora y media de que Nylo se había ido. Respire hondo y volví a entrar.

-Tienes hambre? -Dije sentándome a su lado.

El asintió.

-Pero no quiero aprovecharme de ti.

-No, no hay problema. Esperaba a alguien pero me han cancelado...así que no tengo nada que hacer que quedarme en casa hasta que la tormenta pare un poco. -Dije con decepción.

-Podemos hacer pastel?-Dijo dejando su taza en la mesa.

-Claro.

-Vamos! -Dijo tomando mi mano.

Lo seguí hasta la cocina y comenzó a sacar todos los utensilios mientras yo lo miraba.

-Creo que esto también servirá...-Dijo sacando un tenedor.

Luego sacó los ingredientes y fue preparando el pastel. Al final lo colocó en el horno y fue limpiando todo.

-Oh no Marina, mira esto. -Dijo de espaldas a mi.

-Que? -Dije colocándome a su lado.

Todo un polvo blanco voló por los aires cayendo gran parte de el en mi cabello y en mi rostro.

Alex se largó a reír.

-Voy a matarte! -Dije pasando mi mano por mis ojos.

-Primero tienes que abrir los ojos! -Dijo corriendo.

Abrí el grifo del agua y enjuagué mis ojos. Limpie un poco mi rostro y la cerré.

Subí lentamente la escalera, observando hacia todos los lados, sentí un pequeño sonido provenir de mi habitación. Sinceramente tenia un poco de miedo, no es nada común jugar a las escondidas con un extraño.

Entré a mi habitación y todo estaba en su lugar. Sentí a alguien bajar la escalera y corrí hacia ella, Alex ya estaba en la cocina.

-No te vi. -Dije llegando hacia el.

-Aléjate! No me mates! -Dijo defendiéndose con una cuchara.

-Oh...Alex, tienes el arma mas peligrosa de la casa...-Dije riéndome.

-Ok, lo acepto me atrapaste. -Dijo dejando caer sus brazos sobre la mesa.

El quedo a la derecha de la mesa y yo a la izquierda, la mesa nos separaba a los dos.

-Ven, acércate...tienes algo en el cabello...-Dijo estirándose hacia mi.

Me acerque a el, su respiración chocaba en mis labios. Sus ojos se fijaron en los mios lentamente, sus ojos eran de un color azul oscuro, eran tan profundos que creo que me perdí en ellos.

Con su dedo toco la punta de mi nariz, ensuciándola con harina. Miro mis labios y luego mis ojos. Se acerco lentamente a mi y rozo sus labios con los mios, se separo de mi y me miro fijamente a los ojos, se acerco nuevamente a mi.

En que estoy pensando?! Es un extraño! Reacciona Marina reacciona! 

Me separé bruscamente de él.

-Perdona...-Dije dirigiéndome a las escaleras.

-Perdóname tu a mi...

Subí las escaleras y entre al baño, puse el seguro a la puerta. Apoyé mis brazos a los bordes del lavamanos y me mire al espejo.

-Nylo...donde estas? -Dije respirando profundamente.

Mis piernas fallaron y caí al suelo, mis párpados querían cerrarse como la última vez, logré abrirlos pero, por que? Por que Nylo no quería que cierre los párpados? Los deje cerrarse.

Miles de imágenes de mis padres pasaron en menos de un segundo.

"Ángeles" "Sigue a tus padres"

Susurros acompañaban a las imágenes.

"Nylo" "Demonio" "Guerra"

Si esto definitivamente era algún tipo de mensaje subliminal de los ángeles.

Abrí mis ojos y me senté en el suelo. Me ardían mis manos, las mire y estaban rojas.

-Serán torturas? -Susurre.

Me levante rápidamente y encendí el grifo del agua fría, mis manos se calmaron y volvieron a su color natural.

Abrí la puerta y baje las escaleras rápidamente.

-El pastel esta listo...-Dijo Alex sacando el pastel del horno.

-Cuidado! -Dije señalando sus manos.

-Que ocurre? -Hizo como si no le estuviera pasando nada.

-No te quemas?! Tus manos...

Alex no llevaba guantes de cocina, ni ningún trapo para tomar la fuente donde estaba el pastel.

Alex soltó la fuente sobre la mesa con brusquedad.

¿Si no es ángel? TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora