D.

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Dedos que se entrelazan en un apretón de manos.

Dedos que se rozan, que comparten caricias de complicidad, que se buscan, que se encuentran.

Dedos que recorren la espalda y cuentan tus lunares, que te hacen cosquillas y te dan consuelo.

Dedos de los pies y de las manos, dedos que realizan buenas obras y que escriben canciones de amor.

Dedos que esconden la verdad, que apagan la luz, que matan, que estrangulan, que aniquilan, que se deshacen de pruebas, que se estremecen en un puño cerrado con el que golpear la pared.

Dedos como personas, que aunque sólo se conocen el gordo, el índicie, el corazón, el anular y el meñique no se pueden contar con una sola mano.

Pero lo que realmente te toca, lo que realmente te roza, lo que realmente te hiere y te reconstruye, eso los dedos no lo pueden tocar.

Los sentimientos, aunque a veces parezca que tienen tacto, no se pueden sentir con los sentidos.

Letras Que Nunca EscribíWhere stories live. Discover now