W.

17 2 0
                                    

Whisky y Ginebra me acompañan esta noche.
Hace frío.
Hoy no puedo dormir.
Vuelven a caer copos de nieve sobre el tejado.
Y me acerco.
Y me llevo con la yema de mi dedo corazón una línea de humedad.
Y me asomo.
Mis pies bajan de temperatura y trocitos de mi se desploman en forma de lluvia
Helada,
Congelada,
Insípida.
Hoy no es Navidad.
Las luces se han apagado y hay luna nueva.
Qué oscuro, no puedo ver nada.
Camino dando tumbos, con los ojos cerrados, no puedo abrirlos.
No puedo dormir, hay un payaso detrás de mi.
Tengo miedo.
Y sueño con no soñar con monstruos bajo mi cama.
Y me salgo al pasillo.
Y me doy un golpe en el dedo gordo del pie.
No puedo abrir los ojos.
Me tapo la cara y sólo quiero chillar.
Me acerco a la habitación.
Me he perdido.
Estoy delante de la habitación de mis abuelos.
No hay nadie.
Ya no duermen aquí.
Hoy es 1 de Noviembre.
No puedo verles.
¿Dónde estáis?
Abuela, tengo miedo, no quiero seguir. Sobrevivo entre chutes de realidad obsoleta.
Éxtasis de inconsciencia me deja inconsciente.
Olvido que existo y su significado entre las páginas de un libro roto
Al que se le caen las hojas.
No crecerán otras nuevas.
Se desnuda su interior y sólo queda tapa blanda.
Un libro de bolsillo mal encuadernado.
Cierro con llave.
Lo alejo de mí.
Lo lanzo.
¿Dónde está mi libro? No puedo recordarlo.
Quizás no vuelva a abrirlo, aunque él me abra a mi.
Caigo.
El suelo está duro.
Baldosas amarillas bajo mis mejillas.
Golpe.
Polvo al polvo.
Y abro los ojos.
Cielo blanco, sin claros.
Hoy no es Navidad.
Falta una copa, hay un sitio vacío alrededor de la mesa.
Aún hay huellas dactilares sobre la ventana.
Abuela, ¿dónde estás?
Silencio.
Aire entrecortado.
Sollozo controlado.
Alguien no respira hoy
Y nunca más volverá a contestar mis preguntas sin respuesta.

Letras Que Nunca EscribíWhere stories live. Discover now