Y... él es mi vecino (EDITANDO)

Capítulo 1

A ver, antes de que comiences a leer debo advertirte de dos cosas:

1-Esta novela ya fue creada antes (2015, cuando recién empezaba) y por falta de coherencia y de ortografía decidí quitarla. Finalmente YEEMV vuelve pero un tanto cambiada, con un poco más de coherencia y un poco menos de falta de ortografía.

2-Soy un asco en esto del empezar (te habrás dado cuenta al momento de entrar aquí, ni siquiera hay un prólogo) y (según yo) siempre me quedará mal el primer capitulo.

ALEISHA

Llegaba de mi estúpido instituto, bueno... ex–instituto, ya que para mi suerte hoy era el último día de "clases" y sí, me escapé en el último día.

―Hola Stanly ―al pisar el patio de la casa, mi perro es el primero en acercarse a mí, por lo que obviamente saludo a mí bebé. Acaricié su cabeza y caminé hasta la puerta que da al patio trasero, entrando por ahí, encontrándome con mi hermano y su... ―Hola Jake y ew tú, cosa.

Mi hermano puso mala cara, sin embargo, no dijo ni una palabra. No es secreto que Abby y yo nos llevamos mal, muy mal.

Subí hasta mi habitación, dónde me encerré para luego poder relajarme un rato, desvistiéndome, lanzando mi sujetador a algún lugar de la habitación. Aah, esto es libertad, sólo necesitaba tranquilidad y

―¡ALEISHA! ―y el grito de Jake.

―¡Aleisha no está, no existe! ―respondo antes de enterrar mi cara en la almohada.

―¡Ya baja! Recuerda que los Wilson se mudarán hoy.

―¡Los Wilson me la su-!

―¡ALEISHA!.

Gruño dando vueltas en la cama, cayendo al suelo, arrastrándome hasta el closet obligada a buscar una camiseta para bajar a despedir a Los Wilson. Obviamente bajé, exageradamente, cada escalón haciendo explotar la paciencia de Jake.

―Relaja las tetas, hermanito, hoy es mi día ―le digo apenas llego a su lado.

―¡Tardaste un minuto por escalón! ―reclama enrojecido.

―Muévete.

Con toda la pereza que se me dio, me acerqué a la gran familia, despidiéndome del señor y la señora Wilson, el controlador machista y la histérica que odia el desorden. Luego de los gemelos Wilson, los suficientemente guapos para ser parte de una de mis fantasías pero también suficientemente menores, los niñitos de mami y papi. Oh y como no despedirme de Robert-el-acosador-Wilson, me hubiera gustado atestarle un golpe en las pelotas, pero me abstuve. Y de los abuelos Wilson... Nah, no tengo nada que decir de ellos, porque la abuela Romma y el abuelo Abel nos ayudaron muchísimo cuando llegamos, tanto que los consideraba como mis verdaderos abuelos, a ellos si los extrañaré.

―Adiós ―dije rápidamente, intentando salir de su fuerte agarre, el chico estaba como quería pero era un maldito acosador ―Uhm, Robert, ya puedes soltarme.

―Te voy a extrañar.

―Sí, sí, yo también, ahora puedes soltarme ―y sin previo aviso, deja un casto beso en mis labios.

—Ew, eso fue asqueroso, Wilson —chillo limpiando mis labios

―Adiós, Aleisha ―dice ignorándome, ahora besando sonoramente mi mejilla.

Cuenta hasta cien, cuenta hasta cien. Me dije a mí misma, tratando de hacer lo que la Psicóloga del instituto me dijo, según ella soy muy impulsiva, según yo, los idiotas se lo merecen.