Capítulo 16

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Austin estaciona frente al lugar y yo me hago pequeña en los asientos traseros, tal vez no debí haber insistido en venir. Los malos recuerdos me golpean con brutalidad, uno tras otro.

-¿Qué hace aquí? Este no es lugar para niñas como usted -me volteo asustada buscando al dueño de aquella voz y me encuentro de frente con un chico de ojos negros y cejas pobladas, labios gruesos y una mandíbula que hacia lucir su rostro masculino.

Negué con mi cabeza y pase saliva con dificultad, suspiré intentando relajarme.

-Es mejor que no vuelvas -dijo girándose y dándome la espalda, corrí los metros que me separaban de él y tiré de su muñeca, volteándolo hacia mí.

-¿A qué tanto le temes? -pregunte sintiendo mis ojos picar.

-Aleisha, es mejor que te vayas -intentó zafarse de mi agarre, pero sólo logro que uniera mis brazos detrás de su espalda -Aleisha, por favor.

-¿Por qué estás terminando conmigo?

—¿Bajas? —la voz de Austin me vuelve a la realidad, nuestras miradas rápidamente chocan, quedo en silencio, observándole —¿Aleisha?.

-¡Es por tu bien! -gritó -¡Es por tu maldito bien! ¡Sólo soy un jodido peligro para ti! ¡¿Por qué no puedes entender eso?!

-¡Porque te amo y no quiero dejar esto! Sé que tú también me amas-

-Tu vida es más importante que esta relación.

-No- no.

-Mi amor, entiende, por favor -tomó mi rostro entre sus manos y me obligó a mantenerle la mirada -Si sigues conmigo, tu vida está en riesgo.

-¡De eso se trata el amor! De sentir, de dar y recibir, cuidarse el uno al otro ¡No mandar todo a la mierda cuando te estás cagando de miedo! ¡Soy tu maldito pilar, eres mi maldito pilar!

—¿Estás bien?.

Parpadeo con rapidez y antes de hablar carraspeo
—Ve con mi hermano, los esperaré aquí —frunció el ceño pero no dijo nada, solo cerró la puerta y caminó junto a mi hermano hacia el bludroom.

-¿A dónde me llevas? -pregunté aferrada a su costado mientras caminábamos abrazados.

-Es sorpresa.

-No me gustan las sorpresas -me quejé cuando ya no sentí sus brazos, pero el contacto volvió cuando sentí su respiración en mi cabello, luego sus manos desatando el nudo de la venda.

-Esta tendrá que gustarte -y la venda cae dejando ante mi un bosque -porque éste es mi lugar favorito. Aquí es donde vengo cuando quiero escapar del mundo.

Limpio esa fría lágrima que se atrevió a caer por mi mejilla y me hago más pequeña, llevando mis piernas hasta el pecho, aferrada a mis rodillas y con el rostro escondido entre mis brazos me dejé llorar.

Llorar por lo que viví. Llorar por lo que perdí. Llorar por la jodida vida de mierda que llevaba.

-Está muerto. Homero está muerto.

Su muerte nunca fue clara, Franco y Rolan estaban con él su último día, dijeron que estaban en territorio enemigo, que Homero había insistido en ir solo por complacer al jodido jefe y en un descuido una bala había atravesado su pecho. Los malditos cobardes de Franco y Rolan no se dieron el tiempo de siquiera tomar su cuerpo y meterlo al auto o al menos asegurarse de que había muerto... Solo corrieron al auto y volvieron a sus hogares como si nada hubiese ocurrido, como si no hubiesen matado a uno de sus amigos en las calles de San Francisco.

—¿Nos tardamos? —seco mis lágrimas con rapidez y preparo mi mejor respuesta.

—No, para nada, los sentí como si fuesen segundos —y aunque salió ronca y que mi hermano me haya mirado a través del espejo, no dijo nada.

—Sólo fue media hora, hermanis.

—¿Qué traes en esa mochila? —pregunté cambiando de tema, acomodándome entre los asientos mientras Austin comenzaba a conducir.

—La prueba de Austin —responde con simpleza —Si vende todo, queda dentro.

—Es mucho para un simple gorrión —bromeo haciendo reír a mi hermano.

—Estás muy graciosa hoy, Aleisha, parece que empiezas a aceptar el hecho de que seré tu niñero por dos semanas —y automáticamente mi risa cesa, golpeo su hombro a puño cerrado y vuelvo a los asientos traseros.

El viaje termina tranquilo y silencioso, cada quien sumidos en sus propios pensamientos. Homero invadiendo mis pensamientos, imaginado diferentes situaciones en como una bala podría atravesar el pecho de un hombre y como un par de idiotas llegaban a California diciendo que su amigo había muerto. Al llegar a casa, fui la primera en bajar, escapando de mi hermano, pero no por mucho.

—Detente ahí, Aleisha Evans —negué sin mirarle y acelere mi paso, llegando hasta mi habitación y cerrando de un portazo, asegurándome de dejarle trabada antes de lanzarme a la cama —Aleisha —Jake golpea mi puerta pero yo solo abrazo a mi almohada sin moverme —Quiero hablar contigo. Hermana, por favor. Aleisha.

—Quiero estar sola, Jake, déjame.

—Y yo quiero hablar contigo, Aleisha, abreme.

—Déjame en paz —ordeno poniendo la almohada sobre mi cabeza y mis manos sobre esta, ahogándome.

—¿Quieres hablar sobre Homero? —dejo de hacer presión y escucho atenta —Hace unos meses hablé con Rolan —sigue y yo quito mi almohada, dolorosamente atenta —Dice que estaban equipados cuando entraron a San Francisco, pero Homero era el único en ir desprotegido —suspira moviéndose y sé que se ha apoyado contra la puerta —Franco era el encargado de vigilar desde el auto, mientras Rolan y Homero la vendían, hasta que un hombre salió de la nada, Rolan dice recordar que era negro y alto, se acercó a ellos y que cuando creyó que estaba ahí para comprar, sacó una pistola y apuntó a Homero. Al parecer Homero lo conocía desde antes y ese hombre estaba allí para pagar cuentas.

Cerré mis ojos y ahogué un sollozo mordiendo mi labio.

—Aleisha... No quiero darte ilusiones... —le oí suspirar nuevamente —Rolan dice que corrió hasta el auto antes de que el hombre le disparara. Sí, escapó con Franco dejando a Homero allí tirado pero...

—Malditos cobardes —susurro entre lágrimas.

—Solo preparate, ¿vale? Quiero que lo tomes con tranquilidad... Y sólo es una suposición, nada exacto —aclaró su voz y prosiguió —No están seguros si murió realmente, los infiltrados de Manoban creen haberle visto por las calles de San Francisco. Aleisha, quizás Homero no murió realmente






He vuelto con un capítulo que no es de mi agrado, está incompleto y no me gusta pero en fin, hace meses que no retomaba la novela por flojera, por problemas, por falta de coherencia, tomarlo como quieran.

Estoy aquí para terminar de una vez con esta historia, corregir la segunda y terminar la tercera

Pd: Si se me ha pasado algo y he puesto algo incoherente con el capítulo anterior, decírmelo en comentarios, por favor. El capítulo 15 lo escribí en octubre del 2018 y el capítulo 16 lo escribí en enero del 2019. Capaz me he saltado o he escrito algo raro.

Y... él es mi vecino (EDITANDO)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant