Dos, una mera ficción. Un limbo ocaso.
¿Alguien será posible de acabar con ello? ¿Serás posible de acabarlo por mi?
Eso y muchas más promesas por cumplir.
Vive con el pasado. Vive el presente en compañía de alguien más y apoyaré siempre.
Cree en ti...
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Tomo la guía y me dispongo a armar está cosa. Dentro de la guía había información del arma y como poner todo en orden, dejo el resto en mi cama y avanzó lentamente con mi trabajo.
Siendo casi la media noche doy terminado esto. La analice, era un poco pesada, al ponerla en la cintura era más cómoda, he puesto el seguro aunque no te ha balas.
El timbre de mi habitación sonó, abro rápidamente y jalo su brazo.
—¿Nadie te ha seguido verdad? -parezco una paranoica.
—N-no... ¿A que viene eso? -respondí un no importa. —Ah...¡UUAAAAAHHHHHH!
Oh oh. He olvidado ocultar la cosa. La puerta sonó repetidamente hasta que comenzaron a patear la, eran Maki y Kaito. Shuichi no dejaba de gritar así que lo pellizque por eso.
—¿Todo está bien aquí? -dijo Maki con ese instinto de asesina.
—S-si, solo lo pellizque es todo jeje... Bueno, noooos vemooooossss~ -cerré la puerta aún viéndolos. Cuando termine suspiro y trato de calmar a Shuichi. -Debí advertirte primero...
Volviendo a la escena estaba realmente paranoico. Humm
—Q-que ¡Que haces con....! ¡q-que haces!
Tumbe a Shuichi en mi cama, note su sonrojo a niveles realmente altos, para evitar su escape tome sus dos manos. Rápidamente capturo sus labios con los míos.
—¡M-m-m..Mhhhm...!
Shuichi seguía temblando, lo he profundizado un poco y acomodo mi rodilla en un lugar un poco más cómodo. Al separarme con la respiración agitada note un pequeño hilo que nos conectaba. Y de nuevo repito el proceso las veces necesarias para calmarlo. Se sentía como un de esas escena Hentai, digo como una de das escenas románticas a niveles más altos.
—Cálmate por favor. -dije con un sonrojo no tan notorio en mi cara. —ni que tuviera una motosierra como la protagonista de Mad Father.
Me quite de encima y recosté mi cabeza en su regazo, Shuichi acariciaba mi cabello levemente. Cada vez está creciendo aunque sea un poco. —¿Dónde sacaste eso? De tu aula acaso...
Respondí que si mientras cerraba mis ojos de a poco. —Como tu confiabas en mí, también quiero confiar en ti. No confíe en ti desde el primer día. Gracias por hacerlo conmigo también.
—¿Porque decidiste hacerlo? Me escuchaste no...¿Por eso mismo me sermoneas?
—Odio que digas eso, también dudo de mis propias habilidades pero decido confiar en ellas. -tomo mi postura de nuevo mientras agarro sus mejillas para que me vea a los ojos. —Dije que te apoyaría y eso haré. Eres útil, si no hubiese sido por ti estaríamos muertos, a eso no me refiero que solo uses tu talento en situaciones complicadas. Creo en ti Shuichi. Creo en lo que tienes dentro, cada vez vas madurando y eso me alegra mucho. -junte su frente con la mía. —Te prometí algo y eso cumpliré cueste lo que me cueste.
