ᴜɴ Úʟᴛɪᴍᴏ ᴅᴇꜱᴇᴏ| ꜱᴀɪʜᴀʀᴀ ꜱʜᴜɪᴄʜɪ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ/ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ

¡Event Time! Parte VI

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Originalmente soy algo fan de escuchar a la gente tocar en la escuela. Ya saben cuándo hay organizaciones de la escuelas o los mismos originado para hablar temas no tan importantes para mí.

Siempre en cada una de esas debe haber un intermedio musical, uno donde la mayoría no prestaba atención. Uno donde la mayoría molesta en la parte de atrás para luego ser regañados o castigados. Uno donde hay varios estudiantes que escuchan música con sus audífonos. Exacto, soy una de ellas no la mayoría de veces.

Ahora mismo por desgracia del universo estoy caminando junto a mi graaaan amiga Kaede.

—Psss, oye. Oyeeeee.

Aumento el volumen de mis audífonos al máximo.

—¡___!

—¿Perdona? No te escuchaba. Estaba oyendo algo más interesante que tú. -dije en formato de burla. —¿Bueno?

Kaede estaba viéndome con mala cara. La misma mala cara que solía traer casi siempre. Digo eso porque esa cara volvió a una... ¿Deprimente?

—S-solo lo decía burlándome es todo... -sacudi mis manos frente a ella pero su expresión no cambiaba. Eso es muy extraño haber . —Kaede.

—¿Uhmmm...?

—¿De nuevo tienes problemas en casa no es así? -vaya, al parecer he atinado supongo. —¿...De nuevo es tu madre?

Kaede retrocedió la mirada y volvió a caminar como si nada pidiendo que suplicara que la ignoraste y fuéramos rápido a ese evento escolar de una vez por todas.

Lo que solía ser una sonrisa llena de ironía total ahora solo es una sonrisa decaída con miedo de un vez por todas.

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No soy de seguir a la gente más sin embargo no podía dejarla así como así. (Aunque antes fui a casa) Bueno pongamos algo de contexto.

Digamos que la madre de Kaede suele ser muy emm... "Desquiciada" Con respeto para todas las madres pero no todas son aquellas madres amorosas, es de mucha suerte contar con una de ellas.

Muchas veces solía ir a su casa con Shuichi para hacer trabajos y cosas de ese estilo. Si, ella era una doble cara después de todo. Quizá sea falso o quizás sea real pero esa es la realidad que a muchos les toca vivir...

A veces debo agradecerle a Saihara por ese tipo de cosas.

—¡Ohhh ___, que te trae por aquí! -despues de tocar el timbre ella me recibió. Al inicio era una cara de fastidio que cambio a una de alegría total.

—Emmm v-venn..u-uhgg... -maldito orgullo d-dejame decirlo.

—¿___? -ella volvió a verme con esos ojos.

—V-v-v-v-v-vengo a-a-a v-v-er a K-kaede. -¡Eso ni te lo crees tú misma! Fue lo único que mi otro lado pudo pensar.

Al final de cuentas entre con una mueca asquerosa, asustando a su madre y subiendo con más velocidad que nunca las escaleras. Supongo es casualidad.