Dos, una mera ficción. Un limbo ocaso.
¿Alguien será posible de acabar con ello? ¿Serás posible de acabarlo por mi?
Eso y muchas más promesas por cumplir.
Vive con el pasado. Vive el presente en compañía de alguien más y apoyaré siempre.
Cree en ti...
¡Hoy es día de exposiciones de otras escuelas! Eso es genial ya que número uno, ¡NO HAY CLASES! , número dos, ¡La comida es buena! Y número tres, ver maquetas y muchas cosas de otros institutos se siente relajante.
Cómo era exposición compartida, ¿Adivinen quien está conmigo?
—Ugh, hey tu ¿Porque no llevas nada? -esa era la quejona de Kaede.
—Porque soy la herida aquí. Es obvio. -dije viéndole mal.
Cómo sea, no era momento de sufrir por Kaede. Es más, no es momento de sufrir ya que no tengo muletas. ¡Genial!
—¿Irás a ver exposiciones y eso? -dijo Shuichi dejando un par de cosas en la mesa. —Supongo es bueno sacar notas altas a veces...
—Ya ya, vendré a ayudarte después vale.
—Cuidate. -y shuichi con una sonrisa torpe se despidió.
Habían diversas exposiciones. Música, artes, economía, parecía mas una exposición universitaria que de estudiantes de preparatoria.
Algo que llamo mi atención por completo fue una maqueta extraña, era una pequeña réplica del monte Everest, incluso tenía sus campamentos y todo, incluso los famosos congelados que intentaron llegar a la cima.
—Cielos... Se ve tan real... -murmuro viéndola como estúpida aún.
—Eso crees, me alegra escuchar eso. -dijo un chico. -Se ve un poco mal aún...
—Nah, se ve genial créeme. -sonrió para hacerle sentir mejor.
—¿No se supone que debes estar exponiendo también? -volvio a cuestionar.
—Promedio perfecto~ -sonrió con ironía asustandolo un poco.
Una chica albina también se acercaba.
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—¿Mmmmm?
—Ella es la autora original de este proyecto -se animó a decir el.
—Nah... Nisiquiera es la gran cosa. -murmuro ella con pena. —Perdón pero debo arreglar un par de cosas, un placer y nos vemos después Korekiyo.
Me quedé viendo como tonta la escena.
—Soy Korekiyo. -el extendió su mano la cual correspondi.
—Soy ___
Cómo dije, se supone que debíamos ir a ver otras exposiciones y bueno eso hicimos. Ambos conversábamos de cosas triviales hasta que se animó a preguntar.
—¿Que te sucedió? No lo digo por el brazo si no por los raspones en tus cara.
—E-emm... Accidente por así decirlo. -en realidad, Kaede estuvo jalandome el cabello un buen rato.
