Se abecina una guerra - Cap. 8

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Unos meses después de que Afrodita y yo forjáramos nuestra amistad, Hermes vino a buscarme con una sorprendente noticia, todavía no sé a ciencia cierta si es una mala o buena noticia, ya que sí, es una guerra, pero no una guerra cualquiera...
Es una guerra contra los titanes, los gigantes y los demonios. Una guerra que hasta para mi, sería difícil ganar, aunque si mi hermana Atenea me ayuda, creo que la victoria está asegurada, la he entrenado yo, la he entrenado para ser más astuta que yo, no puede fallar. ¿Verdad?

Me dirijo a la reunión que como era de esperar, es de los DDE, cuando llego, me doy cuenta de algo extraño...Falta Afrodita, y eso no es nada bueno, por lo que me ha contado ella, le gusta venir a estás reuniones, y que como a causa de su etiqueta divina tiene prohibido salir de su palacio, pues le parece divertido poder caminar tranquilamente por el Olimpo, recordemos que Afrodita solo tiene 16 años divinos, lo cual es muy poco para una diosa, y por eso, a veces es tan inmadura.

Me dirijo a mi padre y le pregunto; ¿Por qué no ha llegado Afrodita aún? Suele ser muy puntual.
Mi padre me mira, y contesta melancólica mente; Ese es el asunto que queremos tratar hoy...
Lo primero que se me vino a la cabeza, fue que la habían echado de los DDE, pero rápidamente esa conclusion fue perdiendo sentido, ya que al ver las caras de los demás dioses, en los cuales no me había fijado por estar pendiente de que faltaba Afrodita, me di cuenta que en sus expresiones faciales el único sentimiento que se podia ver reflejado era la tristeza, y normal mente, por lo que tengo entendido y lo que me ha contado Afrodita, cuando echan a un dios de los DDE, los demás suelen estar felices, les hace ilusión sentirse superiores al saber que ellos siguen hay.

Mi padre me señala mi sitio en la reunión con la mana, queriendo referirse a que ya era hora de comenzar la reunión y que yo era el único que estaba de pie en la sala, instantáneamente me senté en mi sitio adjudicado, para desvelar ya cual era el asunto por el cual Afrodita no se encontraba presente. Mi padre comenzó la reunión con un cordial saludo, y prosiguió para explicar la situación.
- Como todos podéis observar, Afrodita no se encuentra presente en este momento, creo que todos menos Ares sabéis porque ¿no es así? (Zeus)
Todos se miraron los unos a los otros y asintieron con la cabeza a mi padre.
- Bien, pues solo me queda explicarle a mi hijo, que por circunstancias que desconozco todavía no se ha enterado. (Zeus)
Los demás dioses me miraron fijamente como si fuera esa reunion un interrogatorio...
- Ares, la causa o el fin de esta guerra que se nos avecina es Afrodita, su padre Urano la reclama, no sabemos el porqué, pero lo más probable es que no sea para pedirle perdón, ni mucho menos para intentar ser un buen padre... (Zeus)
- Entiendo, pero no comprendo porque has dicho "el fin de esta guerra" (Ares)
- Pues porque Urano nos ha dicho que si no intentábamos intervenir en el secuestro de Afrodita, la guerra no se produciría, pero en el caso contrario, es decir, en el caso de que ayudáramos a Afrodita, la guerra, seria peor a la primera guerra divina, y probablemente ni tu podrías ganarla. (Zeus)
- Me da igual, yo gano y ganaré todas las guerras en las que participo, lo importante ahora es ingeniar el plan para rescatar a Afrodita, y ganar la guerra. (Ares)
- No, lo siento Ares, pero ya le hemos comunicado a Urano que no intervendríamos. (Zeus)
- ...¿¡Cómo, de que estas hablando viejo loco!? (Ares)

Ares y Afrodita, un amor prohibidoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum