El taller de Hefesto.- Cap. 24

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...En fin, así que ya tengo plan para mañana, iré a visitar el taller de Hefesto...

La mayoría de días tengo mal humor, lo reconozco, pero hoy en especial creo que me molesta hasta el aire, pero en especial, el aire que respira Hefesto. Ya estoy llegando al taller de Hefesto, solo de pensar en verle la cara me hierve la sangre, lo odio, lo odio con todo mi ser, es feo y lisiado, ¡¿por qué narices está casado con Afrodita!?, es un pensamiento que se me viene a la cabeza, pero rápidamente hayo la respuesta, se la ofrecieron de premio, como un objeto cualquiera, de verdad, y pensar que colaboró Hera la diosa del matrimonio...

Al llegar me encuentro a Hefesto haciendo flechas para Apolo o Artemisa, al verme, por su rostro supongo que sin darme cuenta, en mi cara se mostraba reflejado el asco que le tengo, así que intento poner una expresión nula, al verme me dice:
- ¡Oh! Ares, así que al final es verdad que has vuelto. (Hefesto)- dice mientras para la producción de flechas.
- Si, esto... (Ares)- digo y al terminar le lanzo en la mesa la armadura de Hades.
- ¿Está es la armadura de Hades no? (Hefesto)
- Em, si, me ha pedido que se la arregles. (Ares)
- Oh entiendo, pero para esta armadura tengo que ir a mi forja de Lemnos, necesito el magma del volcán en estado líquido y a la temperatura inicial así qu... (Hefesto)
- Que si, que vale, no me cuentes tu trabajo, simplemente haz lo que tengas que hacer para repararla y punto. (Ares)- digo interrumpiéndole.
- Ah... es-esta bien, tartare como un día, así que vuelve mañana por la tarde a recogerla. (Hefesto)
- Esta bien, adiós. (Ares)

Me doy la vuelta para irme, solo camino unos pasos cuando noto la presencia de alguien que no es Hefesto, sin darme la cuenta lo sé, supongo que Hefesto habrá salido por la parte trasera que le pillaba más a mano, pero lo que no sé es qué hace ella aquí...
- ¿Ya te vas?, sin ni siquiera saludar, se ve que los modales no son lo tuyo. (Afrodita)- dice cruzando los brazos mientras me doy la vuelta.
- No quería molestar, solo eso. (Ares)
- ¿Qué?, Ares, con ese cuento le vas a otra, otra que no conozca como eres y que te encanta molestar ¿vale?  (Afrodita)- dice mientras se le escapa una risilla.
- Jajajajaja, supongo que me conoces mejor que yo. (Ares)- Digo y la miro a los ojos sonriendo.

Se crea un silencio incomodo, no se si estar aquí está bien, no, no lo está, pero entonces... ¿Por qué mi humor a cambiado radicalmente desde que ella está aquí?, ahora mismo soy muy feliz, por el simple hecho de verla, no quiero que esto acabe nunca...
- Afrodita... (Ares)- digo acercándome lentamente.
- ¿Qué pasa? ¿Acaso te preocupas por mi después de haberme dejado sola? ¿Acaso te has aburrido de las humanas igual que hiciste de mí? ¿O es qué solo quieres molestarme? (Afrodita)

Sus palabras me duelen, son como espinas clavadas en mi corazón...
- ¿Qué humanas? (Ares)
- Ja, a mi no me engañas hijo de Zeus, seguro que ya tienes como 15 hijos con ellas. (Afrodita)- dice y se da la vuelta de un golpe brusco para después caminar hacia la salida.
- No, no he vuelto a besar a nadie después de ti, no tengo hijos, y por favor, no me llames "hijo de Zeus". (Ares)

Ella se detiene, y dice:
- ¿No?, ¿acaso vas a decir que me has estado esperando o algo por el estilo? (Afrodita)- dice mientras se le escapa una risa dolida.
- Lo siento, perdóname, yo...Era mejor para tí que te casaras con Hefesto y te olvidaras de mi... (Ares)
- Nunca...Nunca me olvidaré de ti...Te amo, yo no he olvidado y desechado la promesa que nos hicimos. (Afrodita)

Ella se da la vuelta, una lagrima le recorre su hermosa mejilla, me acerco rápidamente para consolarla, la abrazo, ella pone su cara en mi pecho, y yo le acaricio la cabeza a la vez que le doy un beso en la frente, ella se separa con sus manos, me mira a los ojos, se inclina y me besa, sonríe levemente con picardía.
- Te amo Afrodita, más que a nadie... (Ares)- digo y le de devuelvo el beso.

Ares y Afrodita, un amor prohibidoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum