CAPÍTULO 41:LO SÉ TODO.

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6 de abril de 2016

Pub "las estaciones"

3:45 a.m.

Sergio.

Catalina y Dane se fueron hace una hora aproximadamente, al igual que Mikel y otras dos chicas que estaban aquí. Mirella ha bebido bastante, suspiro.

—Vámonos.—le digo al ver que tiene intención de llenar otra copa.

—Me apetece quedarme un poco más, jo, porfa...—pone cara de niña pequeña.

Kevin suspira, se levanta y coge su chaqueta, mira a Mirella y le hace un gesto para indicarle que se levante, ella niega y abraza mi brazo. La miro, vale, el alcohol está haciendo efecto, quitando aquella vez que estuvo enferma nunca ha estado tan "cariñosa" conmigo.

—Vamos, mañana me lo agradecerás.—le ofrece su mano y ella le pega un manotazo que por la cara del perro del estado no le ha debido doler mucho.

—He dicho que no, además que tengo que ir con Sergio y...

—¿A dónde tienes que ir con él?

Se queda callada, suspira y esconde su cara en mi brazo.

—Mirella, vamos a casa Hugo te estará esperando...—sigue insistiendo.

—Está en el hospital, tenía guardía.

Kevin la mira y luego me mira a mi, pongo los ojos en blanco, creo que está vez cooperaremos para irnos de este sitio, le doy un apretón en la rodilla a Mirella, me mira y sonríe un poco.

—Te llevo a casa, vamos.—mi tono de voz es firme y aunque parece querer replicar no lo hace, se levanta tras soltar mi brazo.

Kevin no dice nada, nos acompaña a la salida, le dice algo a Mirella en el oído y luego se dirige a mi.

—Cuida de ella.—me pide.

No le digo nada, ayudo a Mirella a entrar en el coche, le abrocho el cinturón y entro también en el coche, no le pregunto simplemente arranco el coche y conduzco en dirección a mi casa. Mirella coge una de mis manos y empieza a repasar mis tatuajes en silencio.

—¿Vamos a tu casa?—pregunta arrastrando la voz.

—Si, mañana me iré temprano al complejo, cogeré uno de mis coches y cuando te despiertes y demás podrás ir en tu coche a casa o al complejo.

Sonríe.

—Le quiero, ¿sabes?—susurra acariciando mis tatuajes.

Mi cuerpo se tensa al escuchar esas palabras.

—Y sé que él también lo hace pero...

—Deberías intentar dormir, mañana te puedes arrepentir de las cosas que dices borracha Niñata.—la corto.

No dice nada y suelta mi mano para encender la radio decido dejarla solo por esta vez, el resto del viaje lo pasamos escuchando una emisora de radio aleatoria. Al llegar me bajo primero del coche y la ayudo a bajar del coche, está algo pálida y no me sorprendería que vomite dentro de unos minutos. La llevo hasta la que fue su habitación durante unos meses, no me da tiempo a cerrar la puerta cuando va al baño y empieza a vomitar, voy junto a ella y le sujeto el pelo.

—Gra...—vuelve a vomitar.

Me siento junto a ella en el suelo y acaricio su espalda mientras sujeto su pelo, cuando deja de vomitar se enjuaga la boca con agua y empieza a llorar. Suspiro y la abrazo, beso su pelo y dejo que llore en silencio.

Corazón descalzo® [#1] (YA EN FISICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora