CAPÍTULO 55:DOS DÍAS ANTES DEL FINAL

8.5K 465 28
                                    

7 de mayo de 2016

Hospital de la cruz.

10:15 a.m.

Mirella.

Reviso la medicación de la planta por quinta vez en lo que voy de turno, quizás es porque estoy agotada o porque la incertidumbre de saber cuando va a atacar mi madre al complejo. Por lo que nos dio a entender el hombre que entro en la cabaña no faltaba mucho, y a decir verdad estoy muerta de miedo.

—¿Estás bien?—pregunta Melenitas besando mi mejilla.

—Si, solo estoy algo cansada.

Asiente y se sienta a mirar el historial de alguno de nuestros pacientes, termino de revisarlo cuando una chica entra, ni tan siquiera nos saluda y se prepara un café. Melenitas pone los ojos en blanco cuando suena el timbre, dejo la medicación y voy junto a él a la habitación. Mi cara cambia al reconocer al paciente.

—¡Ay qué alegría! Hija, dile que coma algo porque tu abuelo es un cabezota.

—Buenos días señor Martínez, me llamo Iván, ¿Porque no quiere comer?

Hace tiempo que no veo a mi abuelo, él y mi abuela se divorciaron hace un par de años.

—¡Y a ti que te importa, macarra con uniforme!—le grita mi abuelo a Iván.

—¿Papá sabe que estás aquí?—pregunto sin rodeos.

Mi tía niega con la cabeza y pone los ojos en blanco, papá y ella tienen muy buena relación y aunque ella no vive en madrid muchas veces se presenta por sorpresa y papá es siempre quien me avisa pero al parecer esta vez o no lo sabe o sí y ha decidido no avisarme.

—Deberías decirle a papá que...

—Tú padre es imbécil hija, ha vuelto con tu madre después de todo el daño que os causó y no ha estado para ti cuando la abuela murió o cuando el otro capullo te hizo daño. Se ha vuelto a dejar engatusar por esa arpía y...—empieza a toser.

—Puedo ocuparme yo si quieres, sé tratar con personas mayores, solo una pregunta, ¿tiene algún tipo de demencia?—susurra Melenitas con una pequeña sonrisa al ver que la situación me sobrepasa un poco.

—Que nosotros sepamos no, suerte, es de carácter fuerte.

Me dedicó una sonrisa de chulería y mi tía me hace un gesto para que salga a hablar con ella. Al salir me abraza con fuerza, aunque no hablamos demasiado sé que siempre puedo contar con ella, tenemos un vínculo muy fuerte.

—Papá solo quiere que Iker crezca feliz y piensa que por el simple hecho de que Leticia haya vuelto a nuestras vidas volvemos a ser una familia feliz, pero no es así eso no va a borrar el daño que nos hizo.

—Lo sé cariño, no podemos hacer nada, ayer fuimos a casa para hacer una visita y tu padre nos echó en el momento en el que tu madre apareció por esa puerta. Esta mañana el abuelo se tropezó y vinimos aquí, le han ingresado tan solo por un par de horas y seguramente esta noche tengamos que ir a un...

—No, no os vais a un hotel, venid a mi casa, es un apartamento pequeño pero nos apañamos, el abuelo puede dormir en mi habitación contigo y yo puedo dormir en el sofá que no tengo ningún problema y...

—¿E Iker donde va a dormir?

Su pregunta me descoloca del todo, ¿por que iba a venir Iker a casa a dormir? solo espero que el abuelo no le haya prometido nada, porque si no puede se llevará una decepción.

—Mire, tu abuelo es como un roble. Voy a preguntar al médico si le puede dar el alta, está perfecto.

—Gracias melenitas.

—El abuelo le dijo que hoy pasaría el día con nosotros, ¿porque no te vienes?

Estoy a punto de decir que no pero luego pienso en mi abuela, nos gustaba pasar algunas tardes juntas y siempre me regañaba porque trabajar tanto.

—Si, claro, pero yo hasta las tres no salgo. No puedo dejar a medias la jornada tita, venid con Iker a recogerme y así podemos ir a comer o algo.

Sonríe.

—De acuerdo—dice con ternura—,tapate bien la marca del cuello, porque como tu abuelo vea eso te va hacer el interrogatorio del siglo.

—Seguro que le ha caído tan bien Iván que piensa que estamos juntos o que Kevin y yo...

Nos reímos.

7 de mayo de 2016

Parque de las margaritas.

18:15 p.m.

Iker recoge flores junto al abuelo, cuando era pequeña siempre me traía aquí, es un campo repleto de flores a un par de horas de Madrid. La abuela y yo le llamamos el parque de las margaritas, ya que estas abundan en el verde campo.

—¿Crees que papá abrirá los ojos?—pregunto sin apartar la mirada de mi hermano.

—Está enamorado y cuando uno está enamorado no ve las consecuencias de sus actos, esa mujer no tiene buena fama. Tú padre siempre creyó que el dinero que tu madre conseguía el dinero porque era una reconocida empresaria pero...

—Sus negocios van más allá de lo legal, ¿no?

Mi tía me mira extrañada.

—Kevin me comentó algo hace tiempo...

—¿Lo sabes?

—Si, pero bueno es mejor no meterse en sus asuntos, no creo que sea buena idea intentar inmiscuirse en sus asuntos.

Mi hermano se acerca hasta nosotras lleva un ramo de margaritas enorme, sonríe y me lo ofrece, lo acepto con una tierna sonrisa y le doy un beso en la mejilla.

—Gracias ratoncito. Te quiero.

Hola hola!!! Ay que poquito queda😭😭😭! Que decís? Subimos los dos últimos mañana?🫣❤️‍🩹

Hola hola!!! Ay que poquito queda😭😭😭! Que decís? Subimos los dos últimos mañana?🫣❤️‍🩹

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Corazón descalzo® [#1] (YA EN FISICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora